Análisis de Paper Mario Sticker Star

Análisis de Paper Mario Sticker Star
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Paper Mario debuta por fin en una consola portátil, y la escogida no es ni más ni menos que Nintendo 3DS, una consola capaz de convertir los planos bidimensionales de papel en un auténtico libro de relieves estereoscópico. Uno donde ahora podremos pegar pegatinas, principal innovación de un lanzamiento que revitaliza la fórmula original pero sin desprenderse de su tradicional humor y diversión. ¡La papelización ha llegado!

Han pasado doce años desde el lanzamiento del primer Paper Mario, aquel simpático videojuego que decidió convertir al bueno de nuestro fontanero en un trozo de papel. A él, y a todos los que le rodean en el Reino Champiñón, al tiempo que se beneficiaban de un sistema de juego RPG, con exploración, diálogos de lo más divertidos y cantidad de batallas por turnos. Una fórmula fresca y de éxito, con dos secuelas en su haber.

Ahora vamos ya por el cuarto juego, Paper Mario: Sticker Star, que supone además el debut de la subserie en una plataforma portátil como Nintendo 3DS. Una obra que sigue estando desarrollada por los nipones de Intelligent Systems, los responsables de algunas de las más importantes producciones de Nintendo, como es el caso de Fire Emblem. Y eso con contar algunas creaciones que saben destilar siempre un fuerte aroma a calidad, como es el caso de los más recientes Pullblox y Fallblox.

Pero si hay algo que de verdad identifique a esta desarrolladora es su humor. Lo conocimos en el primer título de Paper Mario para Nintendo 64. Desde entonces no han parado. Nadie ha sabido hasta la fecha divertirnos con tanto acierto mediante los diálogos de Mario, los Toad, los Goomba y compañía. Para los fieles seguidores de la Gran N, es una auténtica delicia volver a ver a sus personajes favoritos con estética de papel, y más si llegan en un cartucho (también está disponible en formato digital) cuidado, repleto de diversión y con tantas horas de juego.

En busca de las Pegatinas Reales - Guión y concepto
Paper Mario: Sticker Star mantiene las señas de identidad que dieron a conocer a la particular saga. No nos encontramos ante el típico juego de plataformas (aunque todavía queden algunos elementos), sino ante un RPG de combates por turnos. Una definición que seguro os lleva a pensar que nuestro héroe abandona sus aventuras de acción directa. Nada más lejos de la realidad. Paper Mario siempre se ha caracterizado por resultar fácil de entender, sin ese muro de aprendizaje que suelen requerir los juegos de rol. Es una introducción al mundo rolero, pero ofrecida por Nintendo.

Con esa filosofía de accesibilidad es cómo también se plantea esta nueva entrega, que se introduce en las posibilidades de Nintendo 3DS con un importante lavado de cara. Cambian muchas cosas, principalmente por la introducción de las pegatinas, cruciales no sólo para levantar el concepto jugable, sino también de cara al guión que da inicio al nuevo periplo de Mario.

Narrado de forma simple, como viene siendo habitual en los videojuegos protagonizados por el personaje de gorra y bigote, todo comienza con el Festival de la Pegatina, un evento anual que reúne a todos aquellos que añoran pedir un deseo a un cometa muy especial. Pero claro, Bowser no podía perderse tal evento, con lo que irrumpe y acaba por poner todo patas arriba. Ahora estamos sin la princesa Peach y con el cometa dividido en varios trozos que deberemos recuperar (sin olvidar las seis pegatinas reales).

Los combates siguen siendo por turnos, pero ahora los ataques requieren el uso de pegatinas de distinto tipo. Hay muchas... pero hay que hacerse con ellas.
Los combates siguen siendo por turnos, pero ahora los ataques requieren el uso de pegatinas de distinto tipo. Hay muchas... pero hay que hacerse con ellas.

Un mundo de papel - Estructura de juego
Por suerte, nuestra aventura no es completamente en solitario. Nos acompaña Tina, una dicharachera pegatina que nos guía a través de un mapa del mundo con varios niveles a explorar (hasta le podemos preguntar por el próximo paso a seguir si nos atascamos). Una progresión que aparentemente presenta libertad, pero que al final comprobaremos que es completamente lineal, ya que acceder a nuevas zonas siempre implica la aplicación de un objeto que hayamos obtenido previamente.

Aún así, se agredece que se haya procurado dar un espíritu RPG al videojuego, el cual nos plantea superar fases recurrentemente cortas, con Mario experimentando un estilo de juego plataformero -rompiendo bloques con su cabeza e incluso salvando obstáculos con sus saltos- hasta que nos topamos con los rivales de final de nivel, algunos de los cuales podrían presentar una determinada estrategia combativa.

Disponemos de hasta tres ranuras de guardado, hay bloques para salvar partida repartidos a lo largo del juego y disponemos de tiendas. El diálogo también está muy presente, y prácticamente podemos hablar con cualquiera con quien nos topemos. También podemos acceder a casas y explorar en los lugares más insospechados para encontrar secretos. Todo encerrado en una estructura amable, especialmente dedicada a aquellos que se introduzcan en el mundo Paper Mario y que da para la muy respetable cifra de entre 15-20 horas de juego. Sin duda, una duración más que adecuada, aunque sin disponer de opciones accesorias a lo que es el modo principal.

El apartado artístico es uno de los aspectos mejor retratados en el videojuego, con una estética de papel que ahora se adorna con un efecto "pegatina" muy brillante y atractivo.
El apartado artístico es uno de los aspectos mejor retratados en el videojuego, con una estética de papel que ahora se adorna con un efecto "pegatina" muy brillante y atractivo.

Sí le, sí le, sí le... ¡no le! - Las pegatinas
La gran novedad de Paper Mario: Sticker Star son las pegatinas, que realmente consiguen revitalizar la licencia para aportar un soplo de aire fresco a este nuevo videojuego de la subserie para Nintendo 3DS. Y no se trata únicamente de que el guión se base en ellas, sino que vamos a utilizarlas en más de una ocasión, tanto para batallar como para resolver puzles -que no son pocos- de diversa índole.

Es posible comprarlas mediante las monedas que ganemos durante nuestra epopeya papiropléxica. Pero es mejor aún hallarlas en pleno nivel, ya sea golpeando un bloque con interrogación, acabando con un arbusto mediante nuestro mazo o bien despegándolas de la pared. Recolectar pegatinas es parte de la diversión, y también son artífices del sistema de progresión. Así, en lugar de los tradicionales puntos de experiencia, este título apuesta porque Mario base su sensación de avance en la consecución de cada vez más y mejores pegatinas.

Una perspectiva muy original, en el sentido de que para resolver determinados puzles debemos aplicar la pegatina de un ventilador o bien tapar unos orificios mediante otros adhesivos que tengamos disponibles en nuestro álbum (cuyo espacio de almacenamiento es posible mejorar con el tiempo). Todo esto gracias a la técnica de la "papelización", que podemos activar con el botón Y para pegar pegatinas durante esos momentos en los que no sepamos muy bien cómo seguir. Una técnica que vuelca el plano del escenario sobre una superficie para que nuestro héroe ponga las pegatinas correctas sobre los espacios sugeridos.

¡Pegatina salto! - Sistema de combate
Lo mejor de todo es que los enigmas propuestos no son siempre evidentes. En ocasiones cuesta darse cuenta de qué pegatina falta en una región del juego, siendo esta una grata noticia para aquellos que tuvieran miedo por hallarse ante una creación demasiado asequible. Los combates tampoco son precisamente fáciles, y en alguna que otra ocasión podrían acabar con nuestra vida. No es el Paper Mario más difícil de todos, pero tampoco uno excesivamente sencillo de completar.

Importante es aclarar que Paper Mario: Sticker Star abandona por completo el esquema defendido en pasadas entregas. Las pegatinas irrumpen, y con ello cada acción de Mario depende directamente de los adhesivos que tengamos en nuestro álbum. Un zapato indica un ataque con salto, un mazo propina un contundente golpe, una flor nos permite lanzar bolas de fuego sobre nuestros rivales... Hasta tendremos pegatinas especiales, del estilo de unas tijeras, con la habilidad de acabar ipso facto con todos los enemigos en pantalla.

Un nuevo sistema que no abandona completamente las mecánicas combativas RPG de sus antecesores. Todavía podemos seguir pulsando el botón A en el momento justo para incrementar la efectividad de los ataques, aparte de que es posible protegernos. Pero el juego nunca quiere ser completamente fiel al género. Más bien pretende diferenciarse, contar con su propio estilo. Probablemente por ello dispongamos de las "tiradas de combate", una especie de máquina tragaperras que podemos invocar en cualquier momento (a cambio de monedas), de forma que consiguiendo dos o tres figuras iguales ganamos derecho a varias acciones de batalla consecutivas. Una gran y adictiva idea.

La técnica de la papelización nos permite colocar pegatinas en lugares señalados para resolver determinados puzles. El secreto está en tener la pegatina adecuada.
La técnica de la papelización nos permite colocar pegatinas en lugares señalados para resolver determinados puzles. El secreto está en tener la pegatina adecuada.

Papiroplexia artística - Tecnología y gráficos
La subserie Paper Mario se ha distinguido todos estos años por un estilo artístico único, centrado en convertir a reconocidos personajes de Nintendo en papel. Fue todo un impacto ver a Mario doblarse como si se tratase de una hoja, mostrándonos su filo cada vez que se giraba o daba la vuelta. Un diseño simpático del que se contagiaban enemigos y escenarios, mediante diseños que ponían a prueba la originalidad de los trabajadores de Intelligent Systems, los cuales entrega tras entrega han demostrado dedicación y buenas ideas.

Paper Mario: Sticker Star no es una excepción. El juego vuelve a mostrar un estilo colorido y muy simpático, repleto de detalles. Tal vez los fondos carezcan de la complejidad que hubiésemos deseado, aparte de que en términos tecnológicos los bordes dentados realizan una molesta presencia (sobre todo con el efecto 3D activado).

El "antialiasing" no es el más potente, pero eso no quita que el videojuego funcione perfectamente en términos visuales, con cantidad de escenarios a visitar, un cromatismo muy variado y unas animaciones especialmente graciosas. Resulta una auténtica gozada ver el título en movimiento, con personajes bordeados por una elegante línea negra que, a medida que nos acercamos, parece más bien artística, dibujada a mano con un lápiz. El talento y el ingenio pueden otra vez con los avances tecnológicos en un lanzamiento nunca destinado a mostrar el potencial de Nintendo 3DS, sino más bien volcado en enfatizar el talento de los responsables gráficos de la compañía nipona.

La variedad de escenarios es uno de los aspectos más positivos del título, desde volcanes, pasando por praderas y terminando en bosques tenebrosos, por citar algunos.
La variedad de escenarios es uno de los aspectos más positivos del título, desde volcanes, pasando por praderas y terminando en bosques tenebrosos, por citar algunos.

Papel 3D - Efecto estereoscópico, sonido y traducción
No podemos olvidarnos del efecto estereoscópico, realmente importante en un videojuego con este estilo visual, donde diversos planos 2D se alternan en distintos niveles de profundidad. Esto era ideal para la tecnología 3D de la nueva portátil de Nintendo, y lo cierto es que los resultados resultan tan gratos que merece la pena subir el interruptor. Es más, hay ciertas ocasiones en las que movernos por determinadas secciones es complicado si no activamos el efecto estereoscópico.

Otro aspecto muy importante en cualquier videojuego de Mario es la música. Para la ocasión, apreciamos el hecho de que todas las melodías estén creadas específicamente para el título. Existen por supuesto guiños a la banda sonora clásica de la franquicia, pero siempre se trata de homenajear, no de repetir sin más. Se valora el esfuerzo realizado, ya que las composiciones además de alegres y adaptadas a cada ambiente, resultan variadas y lo suficientemente numerosas como para no caer en la monotonía.

Sería injusto acabar el análisis sin comentar que el programa nos llega con textos en completo castellano. Es digno de mención que además se trata de una traducción especialmente cuidada, de esas que Nintendo trabaja a conciencia, con cantidad de expresiones y términos del lenguaje común que nos harán soltar alguna sonrisa cómplice. Paper Mario: Sticker Star es un juego creado bajo los términos de la diversión y el humor, conceptos que los traductores se han tomado muy en serio para crear textos de lo más disparatados. Os recomendamos no saltar los textos, ya que además contienen información valiosa sobre la progresión en el juego.

Puede que esta imagen ya os resulte atractiva de por sí, pero con el efecto estereoscópico activado os aseguramos que gana muchos enteros en términos de profundidad.
Puede que esta imagen ya os resulte atractiva de por sí, pero con el efecto estereoscópico activado os aseguramos que gana muchos enteros en términos de profundidad.

Papelización - Conclusiones
No nos encontramos ante el Paper Mario más destacado de todos los lanzados hasta la fecha, pero para tratarse del primer videojuego de la serie para una portátil, los resultados han sido muy satisfactorios. Una gran duración (entre las 15-20 horas), el mismo humor de siempre, un esquema RPG accesible pero adictivo, puzles interesantes... Son muchos los ingredientes que hacen muy recomendable el título, pero hay uno que nos interesa especialmente en este caso: la innovación introducida con la mecánica de las pegatinas.

Cuando una fórmula cuenta ya con varios videojuegos, se hacen necesarias las innovaciones, y es de agradecer que Intelligent Systems haya pensado en ello, porque supone un factor de vital importancia. Tal es el esfuerzo realizado que hasta el sistema de combate tradicional se ha reconvertido, haciendo protagonistas a los adhesivos en nuestras confrontaciones con "goombas", "koopas" y, por supuesto, jefes finales, que no son pocos.

Seguramente, muchos verán la introducción de esta característica como una forma de hacer más accesible la obra para nuevos públicos, ya que el concepto es muy fácil de entender. Por el camino se nos quita el sistema de progresión tradicional, ya que ahora todo se basa en poseer las más potentes y raras pegatinas, pero creemos que todo merece la pena. Lo peor que le puede ocurrir a una subserie como ésta es caer en la monotonía, en la falta de ideas, en la repetición de todo lo aprendido con pasados videojuegos. Por suerte, Paper Mario: Sticker Star es algo realmente diferente, a la par que divertido y que sin duda os dará cantidad de humor nintendero en esta recta de final de año.

Excelente

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Paper Mario: Sticker Star

Por: El equipo de 3DJuegos
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La subserie Paper Mario debuta en Nintendo 3DS con un videojuego que calca la diversión y humor expresados por todos sus predecesores. La llegada del Mario más papiropléxico a una portátil se traduce en un juego variado, de larga duración (en torno a las 15-20 horas) y que presenta una brillante introducción: las pegatinas. Unos adhesivos que modifican parcialmente el sistema de progresión, la resolución de puzles y las batallas para aportar un toque de frescura a una fórmula que se revitaliza mientras aún mantiene sus señas de identidad. Un lanzamiento, en definitiva, cargado de buenas ideas y que entusiasmará tanto a los seguidores del fontanero como a todo aquel que decida descubrir este genial Reino Champiñón de papel.

Comprar Paper Mario: Sticker Star
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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