Después de debutar con éxito en Japón, Sony distribuye en nuestro país una de las aventuras más curiosas y originales de todas las que han aparecido en PS3 y su servicio PSN. Tokyo Jungle se aleja de los convencionalismos para ofrecernos un concepto de aventura diferente.
A menudo muchos usuarios se quejan de la falta de originalidad reinante en este sector, el cual según muchos jugadores está repleto de refritos, remakes y continuaciones infinitas. Por eso siempre se agradece que desarrolladores (en este caso Crispy's) se adentren en terrenos más originales como es el caso de Tokyo Jungle, aventura que combina el sigilo con la acción y que además posee una historia de fondo bastante interesante.
Humanidad animal
La excusa que sirve de argumento y marco de fondo para dar vida a este título es bastante curioso. En un futuro cercano la raza humana habrá desaparecido de la faz de la Tierra por razones misteriosas (al menos al comienzo del juego), por lo que gran parte de las ciudades del mundo habrán sido tomadas por todo tipo de animales, ciudad cuyo aspecto mostrado en el juego varía bastante en relación a su estampa real.
De esta manera la ciudad se muestra totalmente abandonada y dominada por la vegetación y el caos generalizado, encontrándonos con rascacielos semiderruidos, coches abandonados… Os hacéis una idea, ¿verdad? Pues añadid a esto una gran variedad de fauna salvaje merodeando por las calles y tendréis la esencia del planteamiento de Tokyo Jungle.
Para conocer el resto del argumento y, sobre todo, la razón de la extinción de la raza humana, es necesario ir superando las distintas misiones que se van dando en el modo Historia, niveles que necesitan ser desbloqueados previamente en el modo Supervivencia. Ésta modalidad nos invita a sobrevivir lo máximo posible, pudiendo incluso procrear para tomar el control de las nuevas generaciones una vez fallezcamos.
Sigilo, caza y supervivencia
La fórmula de juego es bastante llamativa, combinando la acción con el sigilo y algunas dosis de exploración. Y en función del animal que nos toca controlar en cada momento, la jugabilidad varía sensiblemente.
El título nos da la oportunidad de manejar a más de una docena de animales de todo tipo: cachorros de perro, cocodrilos, cervatillos, tigres, lobos… Aquellos animales que ocupan la parte alta de la cadena alimentaria, los depredadores, tienen que cazar a otros animales más pequeños para tratar de sobrevivir. Sí, porque como sucede en la vida real, si no comen a menudo, fallecerán. Esto queda representado por dos medidores que indican tanto la salud como el hambre que tiene en cada momento nuestro animalejo, teniendo que saciarla cazando… y devorando a nuestras victimas.
Para realizar tal labor, la forma más efectiva consiste en pillar desprevenidos a nuestras presas. Para ello podemos utilizar la maleza y la vegetación (así como otros objetos dispuestos en los decorados) para escondernos y, cuando estén desprevenidos, saltar sobre ellos pulsando un botón (R1 en este caso). Aún así también existe una forma más directa, el enfrentamiento directo, pero este método agota más rápidamente nuestra resistencia y encima los resultados suelen ser menos satisfactorios. En cualquier caso es decisión nuestra actuar en sigilo o pasar directamente a la acción.
Sin embargo cuando llega la hora de tomar el control de animales herbívoros (como conejos o cervatillos japoneses, por ejemplo), nuestra forma de actuar varía considerablemente. Sí, porque en este caso sólo nos queda el sigilo, ya que los enfrentamientos directos quedan descartados por completo.
Para ayudarnos en pasar desapercibidos los desarrolladores de Crispy´s han ideado un sistema que toma prestados varios elementos de la saga de infiltración por excelencia de Konami, Metal Gear Solid, teniendo a nuestra disposición un radar que nos muestra los puntos más interesantes que se encuentran en los decorados. Pero no sólo eso, ya que para conocer el estado exacto de los rivales también se han integrado aspectos como los signos "Zzz" cuando un enemigo está "frito", signos de exclamación cuando han descubierto nuestra presencia e incluso un contador de peligro que, una vez hemos sido detectados, aumenta o disminuye en función de lo alterados que se encuentran los rivales por nuestra presencia.
Interesante, pero…
Todo lo que os acabamos de comentar es de lo más sugerente, pero por desgracia el título también arrastra varios defectos.
El primero de ellos tiene que ver con su limitada capacidad de diversión a medio / largo plazo, la cual va mermando y reduciéndose considerablemente con el transcurso de las horas. Y es que llega un momento en el que se notan ciertas restricciones en la aventura que afectan negativamente a su profundidad: sencillamente, la jugabilidad resulta básica en varios aspectos.
Y por otro lado, en términos técnicos nos encontramos ante un juego muy básico, aunque sin defectos graves que arruinan la jugabilidad. Simplemente, se nota que es un título en el que no se ha trabajado de manera intensa en su parcela gráfica.
Los escenarios son más bien pequeños y carentes de detalle, echándose en falta una mayor cantidad de elementos y una nitidez superior en la representación de las texturas. La recreación de los animales tampoco sube mucho el nivel, más que nada porque aunque su modelado cumple, sus animaciones son bastante toscas. En suma, la sensación que transmite el título en esta área concreta es la de hallarnos ante un título perteneciente a la pasada generación de consolas (y no de los más llamativos precisamente), pero en HD, por supuesto.
El sonido tampoco se sitúa a un nivel precisamente elevado. Y es que si bien los efectos de sonido cumplen con su cometido sin demasiados alardes, la banda sonora es floja e incluye temas machacones que no terminan de encajar con la personalidad de la aventura.
En suma Tokyo Jungle es un título que se sale de la norma habitual y, sólo por eso, ya merece nuestro reconocimiento. Y además de esto la trama es bastante sugerente y la mecánica de juego es lo suficientemente variada. Sin embargo y a pesar de esto no podemos pasar por alto los defectos que también arrastra el título, como su mediocre apartado técnico, limitada jugabilidad y la implementación de misiones sin demasiada "chicha".
Sony nos presenta una aventura realmente curiosa que nos sitúa en un mundo alternativo en el que la raza humana ha desaparecido y la Tierra ha sido tomada por los animales salvajes. Su jugabilidad rebosa ideas frescas y combina múltiples elementos, si bien flojea en ciertas áreas que merman un tanto la valoración final.
