Análisis de Sly Cooper Ladrones en el Tiempo

Análisis de Sly Cooper Ladrones en el Tiempo
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Para qué negarlo. Los ladrones de guante blanco tienen mucho encanto, y la saga Sly Cooper es una de las que con más simpatía los han retratado en los videojuegos. La serie vuelve a la actualidad con una nueva entrega llamada Ladrones en el Tiempo, que supone (remakes aparte) el debut de la marca en PlayStation 3 y PS Vita. Prepárate para robar, pero prepárate también para hacerlo con clase y pasando un buen rato.

Ha pasado tiempo, seguramente demasiado, pero en casi una década no hemos visto ninguna entrega de la serie Sly Cooper. Durante este período los chicos de Sucker Punch han encontrado un nuevo lugar en el que volcar sus esfuerzos, la saga inFamous, y por el camino la marca del simpático ladrón ha quedado en manos de Sanzaru Games. Un estudio californiano especializado en juegos de perfil similar como Secret Agent Clank, y que ya nos ofreció el remake HD de la serie que nos ocupa del que disfrutábamos hace ya unos meses.

Ahora, sin embargo, tenemos entre manos una entrega completamente nueva: Ladrones en el Tiempo. Un auténtico soplo de aire fresco para el catálogo de PlayStation 3 y PS Vita, con un lanzamiento de aventuras y plataformas de la vieja escuela que demuestra un desmedido amor por el legado de la IP. Puede que algunas mecánicas jugables hayan envejecido algo, bastante de hecho, y que esté muy lejos de ofrecer nada revolucionario, pero el nuevo Sly Cooper es una agradable reconciliación con un estilo que no por antiguo debe ser infravalorado.

Los Héroes del Tiempo
A pesar de que lo que se nos cuenta no es precisamente fascinante, Ladrones en el Tiempo se toma su tiempo a la hora de exponerlo. Nada más comenzar la campaña asistimos a una dilatada cinemática que nos pondrá en contexto y que pondrá los primeros pilares del elemento místico que compone su argumento. El hilo es bastante absurdo, en el sentido más puro de la palabra, pero sí logra con habilidad despertar cierta simpatía por los protagonistas y secundarios, y además tiene la destreza de tratar de abrigar tanto a fans veteranos de la serie como a los neófitos que disfruten por vez primera de la serie.

Los diálogos ayudan, además, a revestir de cierto interés todo lo que se nos cuenta, y dibujan muy claramente la paródica y bidimensional personalidad de cada uno de ellos. Sly está acompañado por personajes entrañables como Murray o Bentley, y no nos costará demasiado empatizar con ellos gracias a sus constantes bromas y sentido del humor. Así que de alguna manera lo que no nos acaba de convencer por un lado, que es el propio hilo, sí cuenta con una contrapartida interesante, sus diálogos y su divertido retrato de personajes. Es un guión, como decimos, irregular y no particularmente estimulante que sirve sólo para justificar los viajes en el tiempo que el nombre del juego ya adelanta, pero el alivio cómico y el encanto de sus protagonistas (y antagonistas) tiene un punto redentor que resulta atractivo.

¡El equipo ha vuelto! Prepárate para robar, pero hazlo con elegancia... Al estilo Sly Cooper.
¡El equipo ha vuelto! Prepárate para robar, pero hazlo con elegancia... Al estilo Sly Cooper.

No obstante tiene que quedar claro que el principal atractivo del programa viene directamente derivado de su experiencia jugable, es ahí donde este juego de plataformas en 3D ofrece sus mejores resultados. Aquí el programa tiene un planteamiento abierto muy agradable, que nos permite explorar con cierta libertad unos escenarios relativamente grandes para llevar a cabo las misiones principales, o para dar con las pequeñas recompensas que encontraremos en el mapeado. Los cinco lugares que visitaremos a través del tiempo dan mucho juego, y están repletos de esos misterios que acaban siendo la auténtica salsa del nuevo Sly Cooper. Los objetivos principales están tan claros y la dificultad es tan reducida, que su atractivo queda algo reducido con respecto a lo entretenido que resulta estar con los ojos bien abiertos buscando los pequeños secretos que esconden las localizaciones.

Sin embargo el problema del título, y lo que hace que no acabe de trascender, es que sus mecánicas jugables no son particularmente divertidas, quizá por ser excesivamente anticuadas. Las plataformas, por ejemplo, están bastante mecanizadas y dejan algo menos de control en nuestras manos del que nos hubiera gustado. Para interactuar con cualquier elemento del escenario que nos permita que lo escalemos o que nos posemos sobre él basta con pulsar un botón, y para saber cuáles son sencillamente hay que fijarse en ellos porque brillan. El escaso número de objetos con los que podemos relacionarnos nos limita bastante, y al final los escenarios acaban ofreciendo más posibilidades por su generoso tamaño, que por su densidad en cuanto a partes con las que llevar a cabo acrobacias. El juego busca ser apropiado para todos los públicos en este sentido, pero nos hubiera gustado un poco más de capacidad por nuestra parte a la hora de intervenir en una serie de actos demasiado automatizados para nuestro gusto.

Los escenarios tienen un tamaño bastante estimable, y encontrar sus secretos es una de las claves del título.
Los escenarios tienen un tamaño bastante estimable, y encontrar sus secretos es una de las claves del título.

Lo mismo podemos decir del combate, que no permite demasiado margen de maniobra. Lo más recomendable en Sly Cooper es esquivar la atención de nuestros enemigos, algo bastante fácil puesto que a menudo está muy bien representado en pantalla su ángulo de visión. Si nos perciben será realmente fácil deshacernos de ellos huyendo, y también muy recomendable puesto que las luchas son un tedioso intercambio de golpes que suponen una de las partes peor conseguidas del programa, ya que acaban reducidas a una mera labor de desgaste. Idénticas conclusiones sacamos de otro tipo de acciones que podemos llevar a cabo sobre ellos, como el robo de las monedas que portan, por ejemplo, y que no requieren siquiera de observación de sus rutinas o trayectorias; basta con ponerse a su espalda para ir extrayéndoles el dinero sabedores de que la lentitud de sus movimientos nos deja enorme margen de maniobra para hacerlo sin ser vistos.

El Bueno de Sly
Mejorar a nuestro personaje es clave no tanto para sacar adelante el juego, sino más bien para aumentar la diversión y variedad de la experiencia. Para ello contaremos con unas monedas que encontraremos o que podremos conseguir de las urnas y otros lugares, y que podremos canjear por elementos con los que aumentar su rendimiento, así que no todo lo que encontremos funcionará sólo como mero coleccionable. Liberaremos, de este modo, nuevos movimientos y también trajes inéditos de los ancestros del propio Sly con habilidades especiales con el progresivo transcurrir de las misiones. Por ejemplo, podremos acceder a acciones como la de ralentizar el tiempo o la de disparar flechas con nuestro arco, y son precisamente este tipo de añadidos los que ayudan a mantener la experiencia fresca y a ir sumando componentes conforme va avanzando la aventura.

Los villanos tienen enorme personalidad, son uno de los grandes titulares que nos deja Ladrones en el Tiempo.
Los villanos tienen enorme personalidad, son uno de los grandes titulares que nos deja Ladrones en el Tiempo.

Sin embargo la experiencia jugable también tiene una cierta versatilidad gracias a que podemos poner nuestras manos sobre Bentley, Murray o la propia Carmelita, cada uno con su propio set de habilidades y su manejo único. El primero, recordemos, se desplaza en una silla de ruedas, pero tiene tres o cuatro trucos bajo la manga que le permiten moverse con bastante agilidad, además su parte facilita el disfrute de una serie de mini-juegos de hackeo bastante sencillos pero también simpáticos y capaces de otorgar un plus de diversidad a la campaña. Murray, por su parte, es algo más básico como su propio carácter hace presagiar, y basa su encanto en su fuerza bruta. De acuerdo en que hay algunos ligeros puzles que resolver con él, pero éstos son tan sencillos como cabía esperar, y en líneas generales suponen las porciones más irregulares del programa. Carmelita, la pareja de Sly, es la que menos aporta en términos de novedades y duración, y su presencia se reduce a una suma casi testimonial en la que los disparos tienen la principal cuota de protagonismo.

Por otra parte tenemos que decir también que el caprichoso comportamiento de la cámara nos va a causar abundantes quebraderos de cabeza, y es que a pesar de que tenemos control sobre ella en todo momento, lleva a cabo frecuentes e impredecibles giros automatizados que no siempre nos ofrecen el mejor ángulo. Sin embargo es fácil pasar estas irregularidades por alto cuando tenemos en cuenta lo divertido que es explorar el mundo de Ladrones en el Tiempo, y si sumamos, además, los entretenidos combates contra jefes finales. Son bastante predecibles estos últimos, eso sí, pero no fallan a la hora de ofrecer algo más de reto de lo que supone el resto de una campaña individual que podrá suponernos una cifra variable entre 10 y 20 horas en función de nuestro interés por la exploración.

La variedad de los personajes a dirigir crea resultados muy divertidos, es un verdadero placer acceder a estilos tan distintos en un mismo juego.
La variedad de los personajes a dirigir crea resultados muy divertidos, es un verdadero placer acceder a estilos tan distintos en un mismo juego.

A nivel visual Ladrones en el Tiempo apuesta por un estilo cartoon sencillo pero también muy atractivo. En términos artísticos queda algo alejado del estilo Pixar que tanto se estila en los últimos tiempos para lanzamientos de este tipo, sin embargo el acabado es resultón y tiene una identidad fuerte, que lleva a cabo la esperada labor de renderizar el estilo Sly Cooper en un hardware de la actual generación de videoconsolas. No sorprende gráficamente, pero sí se trata de un lanzamiento que ofrece buenos resultados y unos modelados simpáticos, atractivos y muy agradables, con mención especial para unos escenarios que verdaderamente son los reyes de toda la faceta estética. No hemos observado problemas de rendimiento ni en la versión de PlayStation 3 ni en la de Vita que, con sus pequeños recortes visuales, ofrece unos resultados más que meritorios.

En cuanto al audio, éste va en una línea muy similar a lo que esperábamos de la franquicia en particular y de un producto exclusivo de Sony en general. La banda sonora es francamente buena aunque no pasará a la historia, los efectos cumplen y el programa llega a nuestro país doblado al castellano con un buen nivel para todas y cada una de sus voces.

Muy Bueno

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Por: El equipo de 3DJuegos
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El nuevo Sly Cooper no es un videojuego memorable, pero sí es un lanzamiento que hace los deberes con sobrada solvencia. Ladrones en el Tiempo es una aventura de la vieja escuela en la que hemos echado en falta un poco de profundidad y de desafío para lograr mejores resultados. Aún así un título sin complicaciones y muy estimable, cargado de contenidos y perfectamente capaz de brindarnos muchas horas de buen y sano entretenimiento.

Comprar Sly Cooper: Ladrones en el Tiempo
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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