Desde Egipto a la Grecia Clásica pasando por los países nórdicos, China o la India. Dioses de gran parte del mundo medirán sus fuerzas en este prometedor MOBA desarrollado por los creadores del exitoso Tribes: Ascend, estudio que se ha propuesto evolucionar el género con una aventura rolera más intensa de lo habitual.
Campeonatos profesionales, millones de jugadores disputando partidas a diario, equipos patrocinados… si hablamos del auge de los eSports es imposible no mentar la gran importancia que han tenido en este proceso los populares MOBA (Multiplayer Online Battle Arena por sus siglas en inglés). Y es que desde el clásico Defense of the Ancient al exitoso League of Legends, este género se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas que no parece conocer fin.
Precisamente por ello los creadores del sobresaliente Tribes: Ascend, Hi-Rez Studio, han decidido crear su propio MOBA ambientado en el mundo de la mitología y religión. El título en cuestión responde al nombre de Smite, y tras disputar intensas batallas contra otros jugadores en la fase de pruebas beta abierta que se inició días atrás, no podemos más que aguardar pacientes que llegue el día de su estreno oficial.
Los Dioses van a la guerra
Fiel al estilo jugable propio del género, Smite nos propone derrotar al equipo contrario en intensas batallas estratégicas 5 vs 5 en las que nuestro único objetivo consistirá en acabar con el gran minotauro que aguarda al final de la fortaleza enemiga. Tarea nada sencilla teniendo en cuenta que cada equipo contará en sus filas con los habituales esbirros, que se generarán automáticamente durante la partida, y las torres de defensa que dificultarán el avance hacia la base enemiga a través de los ya tradicionales escenarios con tres caminos posibles.
La mayor novedad de esta obra, sin embargo, radica en la apuesta por una jugabilidad mucho más directa e intensa de lo habitual, abandonando la tradicional vista isométrica que ha caracterizado al género desde sus orígenes, en favor de una cámara en tercera persona situada a la espalda de nuestro héroe. Dios al que controlaremos directamente como en cualquier aventura rolera actual, teniendo así un mayor control sobre sus acciones. Cambio para nada baladí teniendo en cuenta que ahora esquivar los ataques enemigos, e incluso golpear a los contrarios, dependerá mucho de nuestra precisión en el manejo del guerrero.
Pero que no os lleve a engaño esta apuesta por la acción más directa. Smite será tanto o más estratégico que la mayoría de referentes del género, primando el juego en equipo por encima de todas las cosas. Especialistas en daño, sanadores, guerreros dedicados a los ataques cuerpo a cuerpo y al control de masas... como en cualquier juego de rol, parte del éxito en las batallas radicará en lo bien que complementemos las habilidades de nuestro héroe con las de los aliados, para lo cual contaremos con una gran variedad de opciones que resultan muy llamativas.
Sobre todo por esa apuesta tan original por el mundo de la religión y la mitología antigua, permitiéndonos encarnar a dioses tan emblemáticos como Odín o Ymir de la cultura nórdica, Zeus, Hades o Artemisa de la Grecia Clásica, Kali o Agni de la hindú, Anubis o Ra si hablamos de Egipto, e incluso a dioses de China como He Bo o Sun Wukong. Divinidades bien caracterizadas que combatirán en el campo de batalla tal y como lo imaginábamos basándonos en sus representaciones históricas.
En este sentido, además, el juego nos da la oportunidad de mejorar las habilidades de estos dioses con el oro y los puntos de experiencia que obtendremos derrotando a otros jugadores, o a cualquiera de los esbirros que se crucen en nuestro camino. Las opciones resultan en este punto bastante amplias, con una considerable variedad de habilidades por desbloquear a gusto del jugador.
A sabiendas de que este es un género en el que cuesta dar los primeros pasos sin sentirse frustrado por el enorme nivel de habilidad que atesoran ciertos jugadores, Hi-Rez Studios ha incluido también ciertas ayudas para que los usuarios primerizos se sientan algo más cómodos. En este caso, hablamos de la opción de subir de nivel automáticamente, un completo videotutorial para aprender los fundamentos básicos de Smite, emparejamientos con usuarios de nivel similar, e incluso la distinción entre el juego competitivo, destinado a jugadores más experimentados que quieren que sus batallas puntuen, y casual, que aporta una mayor variedad de modalidades.
En concreto, y al margen de las clásicas batallas de Conquista sin puntuar, hablamos de modos de juego como Arena, en el que tendremos que luchar a muerte sin mayores complicaciones contra el equipo contrario en una suerte de Coliseo romano; o Dominación, que nos propone conquistar y mantener al menos dos zonas de control durante cierto tiempo para derrotar al bando enemigo. También nos encontraremos con las Justas, en las que disputaremos batallas 1 vs 1 en escenarios lineales, o las prometedoras Partidas del Día, en las que tendremos que hacer frente a los enemigos cumpliendo ciertos requisitos.
Por todo ello, Smite ha logrado llamar poderosamente nuestra atención. Y no es que invente nada nuevo, porque como véis, la base jugable es la habitual en cualquier MOBA. Sin embargo, su original ambientación y la apuesta por un sistema de juego más intenso y frenético, logran que echarse una partida en este juego se sienta fresco y único.
El mayor problema con el que nos hemos encontrado en esta fase de pruebas beta, a la que podéis acceder libremente registrándose en su web oficial, es que al menos de momento existen ciertos desequilibrios entre algunos y otros dioses. Un detalle que esperamos se corrija en los próximos meses de cara al lanzamiento final de este prometedor Smite.