1886. Un bello pero decrépito Londres alternativo vive azotado por monstruos y criaturas de pesadilla. Una orden de una suerte de herederos de los templarios son la única esperanza del atormentado pueblo. Por fin lo hemos visto en movimiento. Te contamos todo lo que, por ahora, necesitas saber sobre The Order. El que promete ser el primer gran shooter de PlayStation 4.
Hay varias exclusivas de PlayStation 4 que levantan el interés de los aficionados enormemente para los próximos tiempos, pero probablemente la producción más impactante, novedosa y rompedora de cuantas se esperan para los poseedores de la consola de Sony sea la de The Order: 1886. Su presentación acompañando el anuncio de la plataforma fue estratégicamente ideada para sorprender a propios y extraños, y para demostrar que en la compañía nipona no dejan de apostar por nuevas IPs.
La idea de encargarle su desarrollo a los chicos de Ready at Dawn, tan expertos en títulos para portátiles como neófitos en los productos de sobremesa, parecía una decisión arriesgada para algunos, pero tras ver el videojuego en movimiento cuesta mucho no pensar en que puede haber sido la opción ideal. Los creadores de God of War: Ghost of Sparta o Chains of Olympus están cuajando no sólo un producto único desde el punto de vista estético y conceptual, sino también uno capaz de levantar pasiones entre los fans de un género tan tradicionalmente encorsetado como el de los shooters.
Escuadrón de Élite
El argumento de The Order: 1886 es sencillo sobre el papel, pero su desarrollo promete ofrecernos mucho que llevarnos a la boca. En él seremos Sir Galahad, también conocido como Grayson, un personaje que lleva siglos y siglos batallando contra criaturas de pesadilla en particular, pero también contra todos los enemigos de la Tabla Redonda en general. ¿La Tabla Redonda? Sí, lo que oyes. A pesar de que el videojuego de Ready at Dawn está ambientado en un Siglo XIX alternativo, lo cierto es que su historia comienza mucho antes. En el siglo XVII, aproximadamente, momento donde la realidad y la historia de la humanidad comienzan a cambiar con respecto a lo que conocemos.
En ese momento el hombre como raza comienza a dividirse genéticamente. Una minoría muta en criaturas irreconocibles, bestiales y peligrosas, mientras que el resto trata de subsistir con miedo y sufriendo sus ataques. Arturo funda entonces la Tabla Redonda, una organización que tiene bastante en común con lo que nosotros conocemos sobre el mito Artúrico, pero que aquí observa algunos cambios. En este plano los caballeros descubren una sustancia que garantiza habilidades y una longevidad extrema para sus vidas, lo que supone que éstos envejecen pero a un ritmo bajísimo lo que les permite servir a la Orden durante siglos y siglos.
El tiempo pasa y llega la revolución industrial a este universo paralelo, y comienza a cambiar su rostro hasta este híbrido de pesadilla que es el que se nos presenta en The Order: 1886. Londres es el telón de fondo escogido, y con enorme maestría los creadores del título han dibujado una ciudad que mezcla mucho de lo que conocemos como capital de Inglaterra, pero también la salpica de abundantes cambios artísticos y arquitectónicos que enriquezcan el conjunto para hacerlo algo único. Hay aeronaves imposibles para aquel momento propulsadas por aire y vapor que sobrevuelan el cielo, hay también abundantes inventos como los que garantizan las comunicaciones y, por si fuera poco, las armas presentan un aspecto a caballo entre lo curioso y lo aterrador, pero siempre con un poderío letal y salvaje.
Pero, ¿quién es ese Sir Galahad a quien nos hemos referido antes y que parecemos olvidar? Se trata del mote de Grayson, que se unió a la Orden hace ya siglos y se trata de uno de los caballeros más queridos y respetados de este grupo. Es la versión del juego del clásico Galahad del mismo nombre que, como aquel, es también el más brillante guerrero de cuantos le rodean y el líder ejecutor del pequeño escuadrón de cuatro que veremos en el título y que completan Lady Igraine, el Marqués de Lafayette así como Sir Percival. Una revolución humana comienza a gestarse en Londres que va a poner a prueba a los caballeros, un grupo que ve cómo cuándo sus miembros van muriendo otros ocupan sus huecos adoptando su nombre e insuflando savia nueva al equipo.
El argumento promete ser el punto fuerte de The Order: 1886, y apostará incluso por una sorprendente crítica social apoyándose en la situación de los diferentes estratos poblacionales en la época y en las terribles diferencias que existían entre la burguesía y la clase obrera. Tanta es la intención que tienen sus creadores de componer un universo profundo, apasionante y de gran acabado con el modo historia que han descartado por completo el aportar cualquier tipo de alternativa multijugador que distraiga su atención del punto fuerte de su propuesta.
Combates de Nueva Generación
Metidos en harina, y como ya hemos dejado claro, la producción de Ready at Dawn es un shooter puro y duro. Tiene algunos elementos de exploración e incluso algunas pequeñas partes acrobáticas para solventar determinadas secciones de plataformas, por ejemplo, pero en líneas generales es un lanzamiento de disparos en tercera persona que tiene en su arsenal y sus cuidadas dinámicas de juego las principales fortalezas y virtudes.
Eso sí, no sólo hay que luchar contra monstruos, también hay que hacerlo contra humanos. De hecho las partes que ha podido ver la prensa en movimiento están centradas en, precisamente, los combates contra rebeldes, exhibiendo de este modo la parte más táctica de los combates del programa. De hecho en este sentido podemos hablar de un shooter en tercera persona relativamente convencional. Hay coberturas y debemos parapetarnos tras ellas para minimizar los daños, asomándonos únicamente cuando vayamos a disparar con presteza. No obstante no hay que pensar que la que nos ocupa es una propuesta lenta o únicamente táctica, y es que también hay mucho espacio para los que quieren más frenetismo en sus acciones.
Por ejemplo el cuerpo a cuerpo es salvaje y visceral, y se desarrolla a una velocidad vertiginosa. Hay elementos de QuickTime Event en algunas de las ejecuciones, pero lo que más nos ha gustado es la posibilidad de escoger entre objetos contextuales que encontremos en el escenario para machacar y acabar definitivamente con nuestros oponentes. Intuimos que este tipo de secuencias serán más difíciles de lograr o que rozarán lo imposible en el caso de los enfrentamientos contra las bestias, sin embargo en el caso de las luchas contra humanos promete resultados sanguinarios y relativamente sencillos de conseguir para los amantes de la violencia.
Por otra parte la bendición del anacronismo por el que apuesta este producto es la de que permite una libertad total a la hora de trazar los diseños de las armas con las que contarán sus protagonistas. Todas las armas son imposibles y apenas unas pocas pueden etiquetarse como convencionales. El contexto a medio camino entre la Revolución Industrial y la fantasía ha gestado diseños extraordinarios no sólo en lo físico, apoyados por una colaboración con un fabricante real, sino también en cuanto a prestaciones. Descargas eléctricas, el rifle termita... Casi siempre reinvenciones de objetos de destrucción que conocemos y hemos disfrutado en otros juegos, pero que aquí tienen algún peculiar giro.
En última instancia debemos destacar que la interacción con el escenario y con los combates es también seña de una nueva generación que en el caso de The Order busca ir mucho más allá de lo estético. Efectos asombrosos adornarán y mejorarán los combates como, por ejemplo, la posibilidad de relacionarnos con el entorno de formas inimaginables hace no mucho tiempo como doblar metales de forma dinámica merced a un disparo de un arma magnética. Impresiona, ¿no? Pues sólo queda imaginar todo lo que se puede conseguir eso en unos combates que ganarán en imprevisibilidad.
Belleza Victoriana
Cuando Ready at Dawn dice que PlayStation 4 es la plataforma perfecta para este proyecto no dudamos de que tengan razón. Su motor gráfico, creado específicamente por ellos allá por 2009 con visos a gestar obras como ésta, es de lo más potente según hemos podido ver, y su condición de estudio centrado en una sola videoconsola parece garantizar que sus años de trabajo en ella sólo ayudarán a refinar la fórmula. ¿Qué se consigue con esto? Que The Order: 1886 sea uno de los videojuegos que hemos visto en movimiento de la Next-Gen que más nos ha impactado, con un equilibrio asombroso entre todos los elementos que componen su poderoso mundo.
En el momento de su anuncio se prometió que la calidad de la impresionante CGI con la que levantaron el telón de su fase promocional se habían llevado a cabo con el propio engine del título, sin embargo muchos se agarraron al escepticismo de promesas vistas en el pasado y que, tras similares palabras, escondían en realidad resultados in-game muy decepcionantes. El caso de la producción que está liderando Ready at Dawn es muy distinto, y es que como puedes ver en nuestro VideoAvance el producto en movimiento atesora las mismas virtudes que vimos en su momento. El efecto, desde luego, impacta y nos atrevemos a señalarlo como uno de los primeros lanzamientos verdaderamente Next-Gen en lo gráfico que nos brindará la videoconsola de Sony.
Lo primero que puede que nos llame la atención cuando vemos el lanzamiento en movimiento son los personajes, de una calidad pasmosa. El nivel del modelado para rostros nos dejará boquiabiertos, sin embargo tampoco hay que olvidarse de la ropa o el cabello, recreados con inusual calidad de texturas y carga poligonal. Elementos todos ellos capaces de componer un conjunto general sobresaliente. A esto contribuye también un Londres elaborado con un mimo sensacional tanto para la ejecución gráfica como para el diseño general artístico.
El uso de la cámara, por otra parte, es otra de las grandes fortalezas de la propuesta. Su carácter agitado e incluso su pulso en ocasiones nervioso lo asemejan mucho con la forma en la que el cine ha tratado las escenas de acción en los últimos tiempos, pero todo el uso de filtros y la concepción de la pantalla como si fuera una lente de cámara provoca unos resultados extraordinarios. Los desenfoques son frecuentes y espectaculares, y la luz se cuela a través del objetivo con una naturalidad que sorprende. De hecho debemos hacer mención especial a la iluminación de la que hace gala el programa en estancias oscuras a través de velas, pequeñas lámparas y otros elementos similares... Tintineante, vaga y de una naturalidad que asusta.
Con todo esto, y todo lo que todavía no podemos contar, The Order: 1886 se presenta en el horizonte como una de las citas obligadas del catálogo exclusivo de la máquina de Sony. Es difícil no sentir pasión por un trabajo tan único desde lo artístico y conceptual como el que prepara Ready at Dawn, así que el tiempo que nos queda hasta poder disfrutar de él a muchos se les hará inusualmente largo. La Orden de PlayStation 4 tiene sus armas cargadas y a los monstruos en el punto de mira. Esperemos tardar lo menos posible en ver la puntería y certeza de su disparo.