¿Preparado para surcar los mares de nuevo? Silent Hunter prepara nueva entrega, y eso significa que en poco tiempo tendremos entre nosotros un nuevo capítulo de una de las sagas de simulación más apreciadas. Seriedad, claustrofobia y realismo para el regreso más arriesgado de una marca de las que dan prestigio al catálogo de cualquier jugador.
Silent Hunter ha tenido entregas buenas –la cuarta-, malas –la segunda- e impresionantes –la tercera-, pero siempre ha sido una franquicia con un núcleo duro de aficionados que la seguirán con venerable respeto agradeciendo episodio tras episodio su apuesta por la diversión sin traicionar el realismo ni la simulación.
Siempre hemos destacado profundamente la sana intención por parte de Ubisoft Rumanía de abrazar la veracidad sin hacer de su videojuego algo aburrido, y la quinta entrega tiene visos de seguir la misma línea. Sin embargo las sagas evolucionan, y el salto que propone Silent Hunter V no sólo es revolucionario, sino que también conlleva sus riesgos.
Maniobra Loco Iván
Silent Hunter V supone el regreso de las series al Océano Atlántico y al Mar Mediterráneo, tras el respiro de ambientación que se tomó la franquicia con su anterior entrega. Así pues volvemos a ser un intrépido oficial alemán durante la Segunda Guerra Mundial con la poco popular tarea de hundir los buques aliados que surcan los mares.
Hasta aquí todo según los patrones de la saga, ¿verdad? Sin embargo el mayor reclamo del videojuego en su quinta parte es el de poder desplazarnos con total libertad por el interior del submarino. En entregas anteriores ya habíamos visto cuidadas recreaciones del sumergible, pero todas ellas muy estáticas y con la única posibilidad de rotar la cámara sobre un punto fijo. Silent Hunter V, en cambio, nos permite encarnar de la forma más real a un capitán, con una vista en primera persona que nos permitirá acceder a todas y cada una de las estancias del buque.
Esto, sin embargo, no se limita únicamente a facilitarnos inocuos paseos por los angostos pasillos y receptáculos del submarino, sino que también nos permitirá interactuar con la tripulación de forma directa, además de verles llevar a cabo las órdenes que les facilitemos o incluso experimentar el miedo y la tensión de la vida en una claustrofóbica lata de sardinas como esta.
¿En qué se traduce esto? Pues en que si lo deseamos podemos llevar a cabo la asignación de órdenes desde los fríos interfaces especificando la velocidad que queremos llevar o si queremos preparar los torpedos o, como otra alternativa, podemos recorrer el puente de mando y hablar directamente con el encargado de los motores para transmitirle de primera mano las ordenes.
La moral y la mejora de la tripulación volverá a ser un elemento de primordial importancia en el nuevo Silent Hunter. Cada orden que demos consumirá una ligera porción de la moral de nuestros hombres, y al agotarse por completo la barra que la mide nuestro equipo comenzará a no ser tan efectivo en sus acciones. Las opciones para rellenarlo pasan por llevar a cabo acciones que levanten el ánimo como torpedeos con éxito o la culminación de misiones. Por otra parte al acabar cada uno de los encargos obtendremos suculentos réditos en forma de experiencia para repartir en nuestros hombres y hacer que, por ejemplo, sean más eficaces con la puntería o saquen mejor partido de los motores.
Silent Hunter V llegará a las tiendas de todo el mundo en enero de 2010, casi dos años después de la puesta a la venta de su última entrega, Wolves of the Pacific. Será entonces cuando comprobaremos con nuestros propios ojos si todo este tiempo se ha traducido en un nuevo episodio que reproduzca una vez más la impecable hegemonía del único simulador de submarinos del mercado.