Un mejorado sistema de artesanía, la inclusión de la minería en la serie The Elder Scrolls, mayor realismo para la alquimia, alimentos que pueden cocinarse para obtener mejores resultados… Skyrim continúa sorprendiendo con cada nuevo avance que sus creadores nos presentan. ¿Dónde está el límite?
Parece mentira pero cada vez que acudimos a una nueva presentación del esperadísimo The Elder Scrolls: Skyrim salimos convencidos de que va a ser un auténtico juegazo, uno de esos títulos que quedarán para el recuerdo durante años. La razón es tan simple como el hecho de que después de tanto tiempo hablando de él, y de varios artículos en los que os hemos desgranado detalles como su nuevo sistema de combate, el genial árbol de habilidades o los combates contra los dragones, sus creadores continúan sorprendiéndonos con pequeños detalles o innovaciones que prometen dar vida a uno de los juegos de rol más completos, espectaculares y, sobre todo, rejugables de los últimos tiempos.
El nacimiento de un héroe
La presentación de Skyrim en la Gamescom se ha centrado principalmente en la creación de nuestro avatar y los primeros compases de la aventura, aunque sus creadores no han dudado en mostrarnos al detalle tanto el nuevo y mejorado sistema de menús, que resulta tremendamente intuitivo, como todo lo relacionado con la artesanía en el juego, que ha sufrido un notable cambio para mejor incluyendo más opciones en todos los frentes.
En lo que se refiere al editor, como es habitual en la serie primero se nos incita a escoger la raza a la que pertenecerá nuestro avatar entre las ya habituales –Imperiales, Nórdicos, Khajiit, Altos Elfos, Elfos del Bosque, Orcos, etc.-, para posteriormente personalizar su apariencia con un notable nivel de opciones, como es tradición. De este modo, podemos tener un personaje más o menos corpulento, con una estatura media o algo más grande de lo habitual; que presente cicatrices o marcas características en la cara, bello facial, diversos tipos de peinado e incluso ¡pinturas de guerra! Lo que no encontraremos será el típico menú que nos pida que escojamos la clase de guerrero que encarnaremos, puesto que sus creadores, como ya confirmaron hace tiempo, prefieren que ésta sea una decisión que se tome tras experimentar con todas las opciones que brinda el juego. ¿Desde el principio nos volcamos con el empleo de la magia? Pues simplemente así ya habremos creado un mago sin necesidad de confirmarlo en un menú.
Y ya que hablamos de menús, es importante destacar el magnífico trabajo que ha llevado a cabo Besthesda a la hora de crear la interfaz del juego. Un diseño tremendamente simple a nivel visual que sin embargo resulta tan intuitivo y claro, que cualquier usuario se moverá como pez en el agua por los menús sin que se haya perdido por el camino la complejidad típica de la serie. En este punto, nos gustaría centrarnos en el apartado inventario, al que accederemos tras pasar por un sencillo menú en forma de cruz en el que también encontramos el acceso al mapa, que en esta ocasión es completamente tridimensional, el apartado mágico de nuestro avatar y sus habilidades de combate.
Un gran inventario para una gran aventura
Más sencillo e intuitivo. Ésa era la premisa de Bethesda a la hora de crear el inventario de Skyrim, y no hay dudas de que lo han conseguido. Básicamente porque una vez hemos accedido a este apartado, nos encontraremos con una sencillita columna en la parte izquierda de la pantalla donde aparecen reflejadas las distintas categorías de objetos que podremos encontrar en el mismo. Así pues, podemos desplegar a través de ésta el acceso a las armas, el equipo defensivo, comida, miscelánea… y cada vez que pasemos el puntero sobre cualquier objeto, disfrutar en pantalla de una imagen visual en 3D del objeto junto a sus estadísticas y cómo afectaría a las de nuestro avatar en caso de ser usado/equipado.
Aparte, contamos con una categoría llamada Favoritos que nos permitirá incluir en su interior los objetos y armas más usadas para no tener que andar revisando el inventario constantemente. Pero las opciones no acaban aquí, puesto que también podemos equipar determinadas armas y hechizos a cada mano y así acceder a éstas inmediatamente sin andarnos con rodeos. Por tanto, nos encontramos ante un sistema mucho más intuito y efectivo que el visto hasta la fecha en la serie, y que responde a la perfección a las novedades jugables que Skyrim incluye, principalmente al hecho de poder usar en cada mano un arma o hechizo distinto.
La artesanía cobra protagonismo
Para el final hemos dejado otro de los aspectos que más nos han llamado la atención en Skyrim: su sistema de artesanía. Especialmente porque aunque sobre la base se mantienen prácticamente los mismos elementos de entregas anteriores, en esta ocasión todo tiene una apariencia y funcionamiento mucho más real y completo. Así, para empezar, en esta ocasión se ha incluido la profesión de minería para obtener minerales y piedras preciosas a través de este universo de fantasía.
Con estos elementos, podemos dirigirnos posteriormente a una forja para refinar los materiales y poder luego darles forma en los bancos de trabajo. Si lo que buscamos es mejorar el equipamiento que llevamos encima, deberemos entonces dirigirnos a otra mesa de trabajo para pulir los metales. ¿Queremos realizar encantamientos para potenciar también nuestro equipo? Pues entonces vayamos a las mesas esotéricas y combinemos los ingredientes mágicos.
Las opciones son tantas y tan variadas que hasta el sistema de alquimia, mediante el cual podemos crear pociones de todo tipo –Bethesda confirma que su número se ha incrementado notablemente-, ofrece ahora un nivel de interacción más realista al obligarnos a usar ingredientes y pociones reactivas para producir las mezclas adecuadas. Lógicamente, como ocurría en entregas anteriores, antes deberemos conocer los efectos de cada ingrediente, para lo cual tendremos que buscar recetas o probarlos directamente. Lo destacable es que esta parte del juego también ofrece una interfaz de usuario como la del inventario, esto es, vemos el tipo de objeto que se va a crear y sus estadísticas, lo que facilita muchísimo el trabajo. Además, en todo momento veremos a nuestro avatar realizando las acciones que se supone que está haciendo, así que si nos encaminamos a una forja lo veremos fundiendo el metal, del mismo modo que hará lo propio mezclando ingredientes en un cuenco con un mortero en la mesa alquímica.
Besthesda también le está dando una gran importancia a los alimentos, ya que ahora podremos cocinarlos en el fuego para obtener mejores resultados que ingiriéndolos por el método tradicional. También habrá una mayor variedad de venenos, y entre viaje y viaje –si optamos por los viajes rápidos hay que pagar- podremos recolectar todo tipo de insectos que se suman a las habituales plantas para potenciar la faceta alquímica del juego.
Para rizar el rizo, sus creadores nos confirmaron que se está cuidando tanto el mundo por el que nos moveremos, que llegaremos incluso a encontrarnos con poetas que cantarán nuestras hazañas. Igualmente, las misiones ofrecerán una mayor variedad de soluciones posibles, y el diseño de las mazmorras, como ya os adelantamos en artículos anteriores, ganará muchísimo en variedad e impacto, con entornos tan atractivos como un castillo hundido bajo el agua por el que tendremos que movernos cuidadosamente.
Por último, para alegría de los seguidores de The Elder Scrolls, Bethesda ha confirmado que los Elfos del Bosque contarán con la habilidad racial de aliarse con animales salvajes para que les ayuden. Igualmente, el resto de usuarios podrán contar con el apoyo de mascotas, que siempre estarán ahí para darnos alguna alegría.
Mejoras, mejoras y más mejoras es lo que nos vamos encontrando en este prometedor Skyrim por el que suspiramos desde hace ya bastante tiempo. Besthesda parece tener las cosas muy claras y todo lo mostrado hasta la fecha tiene una pinta impresionante. Sin duda, estamos ante el firme candidato a convertirse en uno de los mejores juegos del año y una de las experiencias de entretenimiento electrónico más espectaculares del momento.