Steel Battalion Heavy Armor: Impresiones jugables Gamescom

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Combinando con mucho acierto el control tradicional con mando y el sistema de control por movimientos Kinect, Steel Battalion prepara su regreso. Un título de acción sorprendente en el que la guerra se librará tanto en el exterior como en el interior de los destructivos tanques verticales que pilotaremos.

Realista. Intenso. Sorprendente. Son muchos los calificativos de esta índole que podemos dedicarle a Steel Battalion: Heavy Armor, y aún puede que nos quedáramos cortos. ¿La razón? El hecho de tratarse de un título que hace un uso intensivo y efectivo de Kinect sin perder por ello el nivel de complejidad y realismo del original. ¿El culpable? El dejar de lado eslóganes como “el mando eres tú” para combinar lo mejor del control tradicional de toda la vida con todas las ventajas que brinda Kinect. Y el resultado es, como decimos, una genuina muestra de lo muchísimo que se puede lograr uniendo ambas vías de entretenimiento.

El corazón de la bestia
“Gracias a la tecnología de Kinect hemos podido prescindir del colosal mando del original sin perder por ello su nivel de complejidad.” Así de rotundos se han mostrado los productores de este título desarrollado por From Software que, por su interfaz y la forma de interactuar con ella, recuerda irremediablemente a los mejores simuladores publicados en compatibles. No en vano, toda la acción se nos muestra desde la cabina del mecha que comandamos, permitiéndonos interactuar con prácticamente todos los botones, palancas y monitores que se encuentran en su interior. En este sentido, la naturalidad con la que se efectúan estos movimientos nos ha sorprendido muy gratamente, pese a que estábamos ante una demostración pre-alpha de lo que ofrecerá finalmente el juego.

Es importante reseñar en este punto que el juego no funciona sobre raíles como temían muchos usuarios al confirmarse que se estaba desarrollando en exclusiva para Kinect. Gracias al controlador de Xbox 360, podemos dirigir los movimientos de nuestro tanque vertical mientras apuntamos con facilidad a todo lo que se cruce en su camino. El empleo de Kinect se limita, por tanto, a funciones adicionales que tienen que ver con la interacción con todos los aparejos de la cabina. ¿Queremos observar con detenimiento qué peligros hay cerca de nuestra posición? Estiremos el brazo hacia arriba y bajemos el periscopio. ¿Nos apetece mirar con más detalle a través de la diminuta esclusa que tenemos ante nosotros? Echemos el cuerpo adelante y movamos la cabeza de un lado a otro. ¿No sabemos dónde se encuentran los objetivos principales de la misión? Miremos hacia el monitor y empecemos a teclear sus botones para conocer mejor el campo de batalla.

Las opciones son tantas que podemos incluso ponernos de pie para comprobar inmediatamente cómo nuestro comandante se levanta de su asiento, abre la escotilla y se asoma para ver personalmente el campo de batalla con sus prismáticos (o no, depende de nosotros). ¿Cuál es el problema? Que un tiro en la cabeza nos dejó claro que éste no es un juego para andarse con tonterías. Tal vez por ello junto a nosotros viajarán un grupo de soldados especializados en distintas tareas que actuarán como apoyo logístico durante el transcurso de las batallas. Esto se traduce en informes sobre el desarrollo de las escaramuzas por parte de nuestro especialista en reconocimiento, o avisos del navegante, que no dudará en recomendarnos formas de actuar.

Los estadounidenses tendrán que frenar una invasión a gran escala en un juego que combina la estética de la Segunda Guerra Mundial con la temática futurista.
Los estadounidenses tendrán que frenar una invasión a gran escala en un juego que combina la estética de la Segunda Guerra Mundial con la temática futurista.

Lo genial es que en todo momento podemos dirigir la mirada hacia éstos e interactuar con ellos, ya sea estrechándoles la mano si hemos conseguido superar un objetivo o golpeándoles si creemos que están haciéndolo mal. El realismo en este punto es tal que durante los combates, conforme veamos que nuestro mecha se va resquebrajando y perdiendo elementos defensivos por culpa del fuego enemigo, nuestros aliados pueden sufrir conatos de terror e intentar escapar de la cabina del tanque vertical. Será entonces cuando tendremos que tratar de detenerlos agarrándolos del cinturón mientras tiramos fuertemente hacia abajo. Durante la demostración, comprobamos como al detener la fuga de uno de estos soldados el comandante le propinó un par de puñetazos en la cara al insubordinado que reaccionó tranquilizándose, no sin antes devolverle un golpe. Pero aquí también tenemos libertad para decidir si les golpeamos o no tras su captura. En otro momento, el comandante fue piadoso y decidió creerse las palabras tranquilizadoras del soldado que, inmediatamente después, volvió a correr hacia la escotilla dejando con el culo al aire a sus compañeros.

No por nada, estos soldados no actuarán como meros adornos dentro de la cabina. Cada uno cumple una función determinada, así que si uno de éstos muere o se escapa, perderemos las bonificaciones que brindan. En este caso, al escaparse el responsable de la ametralladora perdimos la capacidad de emplear munición ilimitada de este tipo durante los combates. Claro, ¿quién va a recargar la munición si el que lo hacía se ha escaqueado? Por suerte, desde Capcom nos confirmaron que tendremos oportunidad de reclutar a nuevos soldados entre misión y misión.

Toda la acción se nos muestra desde el interior de esta cabina completamente interactiva que recuerda mucho a la vista en el simulador de PC Il Sturmovik: The Cliffs of Dover.
Toda la acción se nos muestra desde el interior de esta cabina completamente interactiva que recuerda mucho a la vista en el simulador de PC Il Sturmovik: The Cliffs of Dover.

No queremos terminar estas impresiones sin destacar el notable apartado técnico que atesora este nuevo Steel Battalion. Con una estética que combina elementos futuristas con un diseño para los soldados y vehículos de guerra muy propio de la Segunda Guerra Mundial, la batalla que se libra en las costas de una Nueva York arrasada por el conflicto nos mostró que la acción de Heavy Armor promete ser muy intensa. El hecho de disfrutar de ésta desde la cabina del mecha le confiere además un toque más claustrofóbico al juego, ya que verdaderamente se transmite la sensación de que nos encontramos en el interior de una devastadora máquina de combate. Pero a esto también ayuda el poder ver la expresión de nuestros aliados, que reaccionarán de forma realista a todo lo que ocurra a su alrededor.

Los distintos tipos de enemigos, la necesidad de usar un variado arsenal de armas de fuego y el simple hecho de sentir que estamos dentro de una destructiva mole de metal acorazado nos ha encantado, sinceramente. Aún sin una fecha de lanzamiento concreta, Steel Battalion: Heavy Armor para Kinect demuestra que con imaginación y buenas ideas hasta el juego más complejo puede estrenarse en Xbox 360 haciendo uso del sistema de control por movimientos de Microsoft.

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