Si querías un cambio de perspectiva en los juegos de puzles, Echochrome viene con un planteamiento realmente innovador para meterte dentro de un mundo donde todo dependerá del ángulo desde el que lo mires. La teoría de la relatividad llega con fuerza a PSP. ¿Cuál será tu mejor punto de vista?
Pocas cosas hay que no cambien dependiendo del punto de vista que adoptemos. M.C. Escher, el famoso artista holandés, ya nos lo demostró con sus numerosos trabajos. Ahora, y después de decenas de años, Japan Studio quiere seguir el camino que dejó. Será algo que intente a través de Echochrome, un título muy especial que cuenta con la inestimable colaboración de Jun Fujiki, diseñador japonés que nos va a dejar experimentar la materialización interactiva de su conocido como Sistema de Coordenadas OLE.
Explicar el concepto de un videojuego como Echochrome es algo complicado y, en realidad, casi tan difícil como exponer el modo en que vemos las cosas. No obstante, y para no perdernos ante la engañosa simpleza de este título, utilizaremos el mismo mensaje que ofrece la obra en su versión japonesa: "En este mundo, lo que ves se convierte en realidad". Así de sencillo y así de complejo. La vista nos engaña continuamente, aunque la diferencia es que aquí los efectos es posible usarlos en beneficio propio.
Cambia la realidad con un giro de cámara
El secreto está en modificar la perspectiva a nuestro antojo, de manera que el entorno cambie con cada ángulo hasta lograr que dos caminos se junten o que un agujero deje de existir al quedar oculto por un bloque que se encuentra delante de él. Son lo que se conocen como "ilusiones ópticas", las cuales consiguen que un determinado posicionamiento de cámara influya en el camino de nuestro maniquí, protagonista indiscutible de una obra que parece no querer desviar mucho nuestra atención de lo realmente importante.
La razón para pensar esto último reside en el sorprendente uso del blanco y el negro que hace Echochrome para representar unos entornos que, a la vez que se basan en las tres dimensiones, siguen un patrón de mecánicas puramente 2D cuando se trata de aplicar las "ilusiones ópticas". Todo al servicio de una jugabilidad tan básica como adictiva, centrada en la consecución de un objetivo consistente en llevar a nuestro maniquí hasta los destinos que significan el resto de personajes perdidos en cada fase.
Llegó la hora de modificar tu punto de vista
El movimiento del maniquí es automático y no se detendrá a menos que nos tomemos un descanso para reflexionar y mirar cómo podemos girar la cámara con tal de llegar a esa plataforma aparentemente inalcanzable. Es un planteamiento verdaderamente innovador, más aún si es capaz de hacernos reflexionar como el mejor de los juegos de un género, el del puzle, que recibe con cuentagotas apuestas tan transversales como este peculiar estimulador de la percepción espacial.
Adicionalmente, el título traerá un editor de niveles con el que experimentar de primera mano la sensación de crear mundos que sean capaces de engañar a la vista de amigos y familiares, puesto que estos personalizados escenarios también serán jugables. Parece un gran añadido para un videojuego que se presenta con pocas modalidades de juego pero con un acabado tan limpio y con una música tan apropiada (a base de violines y de cellos) que podría llegar a hacerse un buen hueco dentro del catálogo de la apreciada portátil de Sony.