La sensación tecnológica del momento es, sin duda, ChatGPT. El bot basado en inteligencia artificial generativa, capaz de elaborar redacciones, escribir código y resolver todo tipo de consultas, ha servido como fuente de inspiración para multitud de proyectos. Así, con su modelo de lenguaje como base, cadenas como Carrefour han optado por introducir la IA entre sus servicios para que puedas ahorrar dinero a la hora de hacer la compra. Sin embargo, lo sucedido con una superficie neozelandesa es, por desgracia, diametralmente opuesto a la historia de la plataforma francesa.
Como señala Ars Technica en una reciente publicación, la cadena de supermercados PAK’nSAVE utiliza el modelo de lenguaje GPT-3.5 de OpenAI para que una IA diseñada por ellos optimice los productos restantes. De esta forma, si un usuario le indica que solo tiene limones, azúcar y agua, el bot le indicará que debería hacer limonada y, acto seguido, le dará todos los pasos necesarios para ello. Sin embargo, la iniciativa se torció cuando multitud de personas comenzaron a indicarle varios ingredientes que, en resumidas cuentas, dieron pie a recetas de lo más macabras.
Un sándwich de pan tóxico o una ensalada de termita
Al parecer, todo comenzó cuando Liam Hehir (comentarista político neozelandés) buscó los límites del bot al pedirle que hiciera una receta con agua, lejía y amoniaco. Lejos de indicarle que eso no era posible, el bot le comentó que podría hacer una receta de “gas cloro mortal”, un curioso plato al que decidió llamar “mezcla de agua aromática”. Y, al comprobar que el bot ofrecía recetas y al mismo tiempo las nombraba, muchos usuarios decidieron que era el momento de poner a prueba dónde estaba el límite de esta iniciativa.
Así, durante horas, muchos le pidieron al bot que les recomendase platos con ingredientes tan absurdos como veneno para hormigas, spray para moscas, lejía, pan envenenado e, incluso, carne humana picada. En lugar de amedrentarse, el bot creyó oportuno elaborar recetas que nombró con títulos absurdos como “Delicias mortales”, “Sorpresa de arroz con lejía” y “Misterioso estofado de carne” (este último incluye 500 gramos de carne humana). De esta forma, al no colocar un filtro o modificarlo a su gusto, el bot sugiere recetas de lo más absurdas y macabras, razón por la que se viralizó un proyecto que nació con la intención de ayudar a aquellos que buscan optimizar ingredientes.
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