Análisis de Worms WMD. Gusanos Combativos

Análisis de Worms WMD. Gusanos Combativos
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Un plátano explosivo. Una oveja explosiva. Una alfombra explosiva. ¡En Worms WMD todo es explosivo! Clásico, pero también con novedades, Team 17 vuelve a la carga con un divertido videojuego que respeta la esencia de los originales llevándola a un nuevo nivel. Ya sea en solitario o junto a amigos en multijugador, aquí hay juego para rato. ¡Que no decaiga la fiesta! Análisis de Worms WMD.

Su sola mención ya es motivo de alegría para aquellos que en su día, hace casi veinte años, descubrieron Worms Armageddon. Para muchos el mejor videojuego de la serie; los hay incluso que creen directamente que es insuperable. Tiene mérito, claro, pero esta ha sido también una losa difícil de sobrellevar para el Team 17, que desde entonces no ha sabido dar con la tecla exacta que le permitiera repetir no el éxito, pues la franquicia siempre ha gozado de él, sino más bien las cotas de genialidad del clásico. Worms WMD, el juego que hoy nos ocupa, se acerca mucho a ese objetivo. Es divertido, tremendamente adictivo, original en el uso de ciertas armas y, además, luce genial gracias a su apuesta por los gráficos 2D dibujados a mano. ¡Como en los viejos tiempos!

Esa es la intención. Y se nota. Todo en este videojuego desprende el aroma de las entregas clásicas de la franquicia, despojándose de aquellos elementos más actuales que no terminaron de cuajar entre los aficionados como, por ejemplo, los gusanos con sus propias estadísticas de combate. Este es un Worms en el sentido más puro; se siente y se ve como los títulos de antaño, aunque es a su vez también un videojuego valiente que no teme innovar con nuevas opciones hasta ahora impensables como el uso de vehículos o, especialmente, la posibilidad de fabricar y mejorar las armas durante el transcurso de la partida. No es una opción baladí.


Un arsenal más loco que nunca

Crear una súper bomba anti búnkeres en mitad del combate para así derrotar a los canallas que, bajo la protección de una montaña, nos estaban machacando con ataques aéreos es toda una bendición. También una nueva forma de entender la guerra. Hay mucha más estrategia en la batallas; más opciones para sorprender a los rivales. Y lo mejor es que este proceso no interrumpe para nada el desarrollo de la partida. Ya sea en nuestro turno o, mejor aún, durante el de los enemigos, podemos estudiar las opciones a nuestro alcance y dar el paso adelante ordenando la fabricación de un nuevo tipo de arma o, por qué no, mejorando las ya existentes dotándolas de efectos adicionales tan locos como destructivos. Hay un pero.

Un apaño aquí, otro allá, ¡y ya tenemos un arma mejorada! Podéis hacer que una bomba provoque daño infernal, o que las ovejas también electrocuten. ¡Hay muchas opciones!
Un apaño aquí, otro allá, ¡y ya tenemos un arma mejorada! Podéis hacer que una bomba provoque daño infernal, o que las ovejas también electrocuten. ¡Hay muchas opciones!


Antes de nada tendremos que reunir materiales. Podemos hacerlo desmantelando las armas que creamos no vamos a utilizar o, también, recogiendo las cajas de suministros que de forma regular caerán sobre el campo de batalla. La cuestión es no quedarse quietos ni dejar de pensar en nuevas formas de acribillar a los enemigos. Ya no estáis limitados a las armas con las que comenzáis la partida así que… ¡sed imaginativos! La recompensa merece la pena, que no hay nada mejor que explorar el potencial destructivo de las más de 80 armas y objetos que Worms WMD pone a nuestro alcance. La mayoría ya las conocíamos de entregas anteriores pero ¡da igual! Hay tantas y son tan variadas que es difícil no morirse de risa usando las míticas súper ovejas, los plátanos explosivos, o los descomunales burros que caen del cielo aplastando a todo aquel que tenga la mala fortuna de cruzarse en su camino.

Gusanos Combativos


Las mejoras a las que podemos recurrir para personalizar las armas también merecen una mención aparte. Son increíblemente divertidas, otras incluso hasta originales por la forma en la que reinventan las herramientas de combate clásicas, y en todos los casos, funcionan bien en el contexto de la guerra. Creednos, nos gustaría hablaros de ellas, o del poder destructivo de nuevas armas como el ataque OMG, el regalo no deseado o la batería de teléfono problemático, pero ciertamente, lo mejor es que lo descubráis por vosotros mismos. Algunos efectos son tan sorpresivos que es imposible no reír.

Superar las misiones es fácil, hacerlo con la medalla de oro es otra historia

¿Qué pasa con los vehículos? La otra gran novedad de Worms WMD funciona bien, aunque tal vez no tanto como esperábamos. Claro que nos encanta machacar a bombazos a los rivales desde el interior de un tanque, o sobrevolar el campo de batalla a bordo de un helicóptero mientras lanzas una ráfaga de metralla; pero lo cierto es que los vehículos tampoco aportan gran cosa a la experiencia de juego. Obviamente son divertidos de manejar, más cuando se los acabas de quitar de las manos a los enemigos, y solo por eso agradecemos su presencia; pero tal vez su adición daba para algo más.

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En algunos escenarios encontraremos armas montadas con las que causaremos auténticos estragos. Hay desde torretas de ametralladora a rifles de precisión.
En algunos escenarios encontraremos armas montadas con las que causaremos auténticos estragos. Hay desde torretas de ametralladora a rifles de precisión.


Sensaciones muy distintas nos deja otra de las novedades del videojuego que es, curiosamente, también una de las más desconocidas. ¿Veis todos esos edificios? Pues no son solo decoración; ahora podéis adentrarnos en ellos para protegeros del fuego enemigo, adquiriendo así las batallas una nueva dimensión estratégica que nos encanta. Es una pasada, porque jugando bien tus cartas, puedes provocar mucho daño sin sufrir pérdidas en el intento. Aunque, claro, las armas personalizadas nacen con el fin de acabar con esta ventaja táctica. ¡Toma bomba de racimo con extra de dinamita!

Lo nuevo y lo viejo se compenetran así de forma ejemplar, creando un videojuego que hasta imita la física de las armas de antaño, obligándonos por supuesto a tener en cuenta la dirección y fuerza del viento antes abrir fuego. No es una revolución, tampoco un simple lavado de cara de Armageddon; es algo único, algo distinto pero con el sabor de lo ya conocido. Por eso estamos tan contentos con Worms WMD. Es un videojuego que sabe desafiar en su modo campaña con 30 misiones que incluyen varios desafíos adicionales que son los que dotan de chispa a la acción. Superar las misiones es fácil, hacerlo con la medalla de oro es otra historia. En este sentido, la inteligencia artificial de los enemigos no está mal: suelen reaccionar bien a nuestra ofensiva y se desenvuelven con soltura haciendo uso del variado arsenal de armas. Tienen fallos, claro, pero como entrenamiento para el multijugador, es más divertido de lo que imaginábamos.

Gusanos Combativos

Se agradece además la vuelta a las 2D, con un estilo artístico de gran calidad que luce impecable en lo que se refiere al diseño de escenarios. Son muy variados entre sí, también bonitos y originales en la línea de lo que esperas de un videojuego de la franquicia, pero más importante, aportan algo a la acción gracias a esa capa de profundidad extra que ofrece con el interior de los edificios. Lástima que los gusanos no luzcan tan bien; al menos no nos convence en la misma medida. Por no hablar de las ralentizaciones. Al menos en la versión de Xbox One, el videojuego llega a sufrir más de la cuenta, haciendo prácticamente injugable la partida. No es todo el rato, pero es un fallo que debe corregirse más pronto que tarde.

Se agradece la vuelta a las 2D, con un estilo artístico de calidad que luce impecable en lo que se refiere al diseño de escenarios

Para rematar la faena, Team17 nos da plenos poderes para crear la partida perfecta, no solo escogiendo mapa y condiciones de victoria, también decidiendo si queremos o no vehículos, el ratio de aparición de armas, y un montón de opciones más con las que es fácil personalizar la acción. Ideal para los más puristas que prefieran afrontar la guerra a la vieja usanza. En este punto, nos habría encantado toparnos con un editor de niveles que nos permitiera, literalmente, crear desde cero los campos de batalla. Lástima, porque habría dado mucho juego. También la presencia de más armas nuevas. Aunque es impresionante el total de ellas, más de ochenta, son muy pocas las realmente novedosas, así que los más veteranos pueden sentirse algo decepcionados.

Bueno

Sin sello
Gusanos Combativos

Worms WMD

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Es posible que no alcance la grandeza del mítico Worms Armageddon, aquel videojuego fue una revolución, pero el Team17 puede estar orgulloso de haber creado uno de los mejores capítulos de su ya veterana franquicia. Su arsenal de armas es completo y variado, pero no conformes con ello, también te permiten personalizarlo con gran libertad. Puedes ir a la guerra a bordo de un tanque, o en ¡un helicóptero!, e incluso protegerte de las bombas en el interior de un edificio. Con una sólida campaña en solitario y un divertido multijugador, Worms WMD te hará pasar grandes momentos. Justo como en los viejos tiempos.

Comprar Worms WMD
  • Un Worms clásico pero también con novedades
  • Fabricar y personalizar armas. Dota a la acción de un mayor toque estratégico
  • El diseño de escenarios. Adentrarse en los edificios es un gran paso adelante
  • Buena campaña en solitario, divertidísimo multijugador
  • A los vehículos no se les saca todo su partido
  • Es un Worms y quizá ya habrás jugado a alguna de sus numerosas entregas
  • Pocas novedades en el arsenal. La mayoría de armas ya las conocíamos.
Jugadores: 1-6
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 4-6 horas + multijugador
Ver requisitos del sistema
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