Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition es un buen port que supera con nota el desafío de adaptar sus controles a Nintendo Switch. Construir y gestionar tu propio parque de atracciones, superar retos y diseñar atracciones desde cero es muy divertido, tanto jugándolo en portátil como en sobremesa.
Roller Coaster Tycoon 3 apareció en PC en 2004 y supuso un refrescante cambio para la franquicia. Con esta entrega, las atracciones se jugaron en tres dimensiones y pudimos subirnos a ellas para ver si eran tan divertidas como nos imaginábamos. Tras una secuela y expansiones excesivamente continuistas, este tercer episodio fue muy acertado. Y lo bueno del trabajo bien hecho es que sabe perdurar en el tiempo. Jugar 16 años después a este título sigue siendo muy divertido. Lo estupendo de Roller Coaster Tycoon 3 es que tiene contenido de sobra tanto para jugar libremente como para superar reto tras reto. Puedes dedicarte a construir tu parque desde cero, experimentar, diseñarlo a tu gusto y crecer hasta el infinito. Puedes invertir horas y horas en diseñar a tu gusto una montaña rusa, los flujos y tránsitos de los visitantes a tu parque, gestionar las finanzas, preferir hacer un parque acuático, un zoo, uno infantil o todo a la vez.
Y cuando te canses de jugar sin presiones, tocará pasarte por sus campañas y superar sus muchísimos retos: llegar a una tasa de ocupación determinada, construir en tiempo récord, alcanzar la máxima satisfacción, etc, partiendo de bases de diseño ya iniciadas para que desates sobre ellas a gusto tu imaginación. Por todo ello, Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition es un título muy goloso y que funciona muy bien en Nintendo Switch. La primera vez que lo juegues te pasará lo que a todo el mundo: te empacharás de él, dedicándole horas y horas a probar todas las opciones que tiene. Una vez superado el enamoramiento inicial, se convierte en ese título perfecto para disfrutar entre juegos. ¿No tienes nada a qué jugar? Pues te montas un parque. ¿Que no estás especialmente? Pues te pasas por su modo campaña y sus más de veinte horas de desafíos y retos guiados. A mí es así cómo mejor me funcionan estos juegos, disfrutándolos con calma y teniéndolos siempre a punto para pasar el rato.
Conste que tenía mis dudas con Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition. Estoy ya demasiado acostumbrado a que los port que viajan de PC a Nintendo Switch lo hagan con un mal rendimiento, resolución regulera y un esquema de control desafortunado. Pero lo que se ha hecho con este juego es notable. Los primeros tutoriales son abrumadores. Quieren explicarte dónde está todo pero es imposible asimilar toda la información. Cuando pasa esto en un videojuego, siempre hago lo mismo: me los salto todos porque creo que el juego tiene que ser capaz de explicarse a sí mismo a través de la experiencia. Sorprendentemente, Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition lo consigue. Se usan dos ruedas para las opciones. Una general a la izquierda y otra de elementos particulares a la derecha. Nos movemos en ella con los sticks y gestionamos las opciones con los botones. La cámara de desplazamiento y de zoom se gestiona con los gatillos. Y aunque a veces cueste moverse por algún que otro menú, todo se gestiona y se asimila con mucha soltura. Es por ello que el único problema que tiene este port son los años que nos separan de su lanzamiento original. Desgraciadamente, el juego es muy feo a día de hoy, en especial si lo jugamos en sobremesa.
Horas y horas de diversión
Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition es un recopilatorio muy jugoso en cuanto a contenido. Al empezar podremos optar entre disfrutar el modo carrera o el modo cajón de arena. El primero de ellos se corresponde a la campaña. Esta edición trae las del juego original y las de las expansiones de contenido: "¡Empapados!" y "Wild!". Cada una contiene una generosa recopilación de escenarios, y cada uno de ellos pondrá a prueba una característica concreta del juego: equilibrar la emoción de tus atracciones, conseguir los mejores decorados, sorprender a visitantes VIP…. Además, el juego sabe animarte a ir completándolos todos. Al hacerlo, se van desbloqueando escenarios nuevos.
Lo normal es ir jugando primero a este modo para ir aprendiendo cómo va todo. Una vez que estemos familiarizados con detalles tan importantes cómo a qué precio ponemos los globos de nuestros chiringuitos, a cuántos mecánicos contratamos o cómo debemos interpretar los pensamientos de nuestros visitantes, será momento de pasar al modo cajón de arena. Aquí podremos dar rienda suelta a nuestros deseos con un presupuesto ilimitado. ¿El objetivo? Mantener siempre la satisfacción de nuestros clientes alta y obtener el mayor número de visitantes año a año.
Finalmente, contamos con un modo para expertos y en el que sí que se echa en falta el control con el teclado y el ratón: el diseñador de montañas rusas. La idea es que una vez que seas todo un profesional en la gestión de tu parque, que hayas montado un par de instalaciones ideales y que te hayas forrado, crees la atracción perfecta que luego podrás exportar a tus recintos feriales. Este modo de creación también nos permite dar a luz a nuestros propios visitantes y grupos, modificando incluso cuáles son sus atracciones favoritas, y también a edificios. El problema es que cuando acercamos la cámara y queremos ser precisos se empiezan a ver los problemillas de esta versión.
Ojalá un remake más profundo
Salvo porque no hay opciones táctiles para la gestión de los menús, hay que alabar el buen trabajo a la hora de adaptar los controles de ordenador a Switch. Es verdad que a veces la cámara nos juega alguna mala pasada y es difícil hacer las cosas rápido, pero sin teclado y sin ratón, es lo que hay. También hay que felicitar al equipo por el rendimiento del juego, su fluidez y sus escasos tiempos de carga. Sin embargo, hay un problema con la naturaleza del mismo proyecto, y es que se ve ya muy viejo. Mucho. El acabado gráfico de los visitantes, el mismo diseño del interfaz, la presentación de los mapas o el modelado de sus atracciones son muy de su época.
Es decir, el apartado técnico no es fino, no está actualizado, y se nota especialmente cuando usamos la cámara que nos permite acercarnos mucho a nuestras atracciones o montarnos en ellas. Este problema facilita que el juego vaya perfecto al movernos por sus opciones, pero estropea algo que considero esencial: que te dé un placer orgásmico contemplar el parque al que le has dedicado toda una tarde de trabajo. Eso no existe aquí porque estamos ante un juego que mantiene las decisiones gráficas de su época, y eso le pesa mucho.
Así que una cosa por la otra. Con esta Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition, el videojuego consigue algo que le viene genial: la portabilidad. Este título se disfruta muchísimo tirado en el sofá y echando partidas cortas de vez en cuando. Se maneja bien salvo cuando queremos hacer cosas extremadamente complejas, rinde fabulosamente y tiene una adaptación de sus controles notable. El problema es que se siente un juego muy desfasado en su aspecto gráfico; muchísimo, que hace que mirar lo que has hecho no sea tan gustoso como debería. Salvo por ello y por algunos líos que te harás con la cámara o en algún menú concreto, como port directo y traslación de PC a Switch, estamos ante un buen trabajo.
Sin cambiar la fórmula original, Roller Coaster Tycoon 3 Complete Edition consigue adaptarse a Nintendo Switch con mucha fortuna. Se juega muy bien tanto en portátil como en sobremesa. A sus gráficos y decisiones artísticas ya le pesan los años, pero lo compensa con mucho contenido, su profunda gestión y unos controles bien pensados.
- El juego se controla sorprendentemente bien
- Con muchísimo contenido para disfrutar, retos y un completo editor
- Sentirás que siempre hay algo nuevo que hacer que no sabía que se podía
- Gráficamente está muy desfasado
- Algunos problemas con la cámara o con menús muy concretos
- No hay control táctil
