Coincidiendo con el Summer of Arcade, Microsoft está poniendo en liza una serie de títulos bastante esperados dentro del territorio Indie. Charlie Murder es el segundo de estos juegos digitales en aterrizar en Xbox 360, título que nos ofrece acción y combates frenéticos a ritmo de punk-rock.
Los chicos de Ska Studios, responsables del llamativo The Dishwasher, firman un beat´em up bastante interesante, rebelde y divertido que lleva por título Charlie Murder. Dicha propuesta nos anima a convertirnos en una banda de punk-rock cuyos miembros se convierten en una especie de salvadores underground de la humanidad, teniendo que hacer frente a la invasión del mismísimo infierno. Puede parecer un argumento muy catastrofista y dramático (y más que trillado, por otra parte), pero ya os avisamos que si hay algo que brilla por su ausencia en este arcade de peleas es la tensión y el dramatismo. En lugar de eso, estamos ante un título muy divertido, cargado de humor negro y bastante enganchante, que además puede ser disfrutado por un máximo de cuatro jugadores a la vez.
En efecto, el modo cooperativo es uno de los principales atractivos que nos ofrece el título, al menos eso es lo que nos ha parecido tras jugar y disfrutar de él. Y es que desde la misma pantalla de inicio se nos insta a escoger a nuestro personaje entre cinco posibles candidatos y lanzarnos a la acción cooperativa tanto en la misma consola como online.
Esta modalidad se disfruta de veras y ofrece unas cotas de diversión bastante más elevadas que las que nos proporciona el juego individual, entre otras cosas porque el nivel de dificultad (bastante exigente en ciertas secciones) se suaviza sensiblemente.
Peleas y Rock and Rol (RPG)
Lo que marca la pauta y las diferencias principales entre esta producción y el resto de arcades de peleas existentes en la consola de Microsoft es su apuesta por la estética punk y rock and roll, así como los magníficos esbozos de RPG que se dan cita entre tanto golpe.
Por un lado salta a la vista la curiosa y trabajada estética que se ha tratado de imprimir al juego. Y lejos de resultar secundaria o un elemento puramente ornamental, lo cierto es que forma parte integral de la experiencia de juego. Charlie y el resto de los miembros de la banda que podemos controlar gozan de una personalidad arrolladora, gozando además de una gama de acciones y expresiones excepcional.
El abanico de movimientos que podemos llevar a cabo es ciertamente notable, pudiendo encadenar combinaciones de golpes ejemplares y, por supuesto, pertrechar (pulsando uno de los dos gatillos) acciones especiales. En función del personaje seleccionado gozamos de una serie de movimientos de ataque determinados y exclusivos, aunque las diferencias entre unos y otros tampoco es que sean muy relevantes. La interacción con los objetos que nos encontramos en los escenarios es muy meritoria, pudiendo hacer acopio de un alto número de armas improvisadas como los huesos que dejan caer los enemigos al ser derrotados, granadas, pistolas, barras de metal y un largo etcétera.
Y como podéis observar a poco que echéis un vistazo a las pantallas que acompañan a este análisis y como tanto gusta implementar en sus producciones a Ska Studios, cada batalla es una sucesión constante de sangre y gore.
Sin embargo existen ciertos puntos que alejan a Charlie Murder del convencionalismo típico experimentado habitualmente en este tipo de producciones. Y el más destacado tiene que ver con las pinceladas de RPG que se han integrado. De esta forma es posible ir mejorando diversas áreas de nuestro personaje a medida que ganamos experiencia, pudiendo personalizar dichas mejoras como más nos interese. Por otra parte también podemos gastar el dinero tan duramente ganado en el campo de batalla y adquirir diversos ítems adicionales (regeneradores de salud, armas, etc.). Y en muchos casos su utilización resulta fundamental para superar ciertas zonas, más concretamente los múltiples enfrentamientos contra jefes finales.
Y por último tenemos el tema de los tatuajes. Y es que más allá de meras marcas estéticas, dichos tatoos nos permiten adquirir nuevas habilidades especiales, por lo que es muy recomendable no pasar esto por alto.
No todo es luchar
Pero el desarrollo de Charlie Murder esconde más gracia y variedad de la que pudiera parecer en un primer momento. Y es que los desarrolladores han querido implementar ciertos minijuegos para dotar a la acción de la variedad suficiente, una idea que en la práctica nos ha parecido magnífica. De esta forma y sin querer arruinaros la sorpresa, ya veréis cómo en ciertos puntos tendréis que dejar de mover los puños para centraros en otras actividades muy diferentes, como por ejemplo interpretar alguna de las canciones de la propia banda en un minijuego musical de esos que tan de moda estuvieron hace unos años.
Y para rizar el rizo, los desarrolladores han implementado ciertas características muy curiosas relacionadas con los teléfonos móviles. Y es que la cruceta del mando nos permite tener acceso a nuestro teléfono para mandar mensajes o incluso leer códigos QR que están repartidos por los decorados, funciones que para nada son determinantes pero que aportan bastante gracia y singularidad a esta propuesta.
Como veis estamos ante un título bastante completo y que se sale de la norma establecida en este tipo de producciones, si bien es cierto que también posee un par de fallos importantes. El primero es el ya citado tema de la dificultad, la cual nos ha parecido un tanto desajustada si jugamos en solitario. Pero más importante aún es el tema de la duración, demasiado escasa. Aún así también es cierto que este problema viene dado en gran medida por el propio género beat´em up, así que pensamos que hay que ser algo indulgentes con él.
Pasando ya a repasar los aspectos técnicos, Charlie Murder es un título bien resuelto. Sin emplear un motor gráfico especialmente potente, más bien al contrario, los desarrolladores se las han ingeniado para dar vida a personajes muy bien animados y que aparecen por decenas en pantalla. Es cierto que no son los más detallados del mundo ni los mejor modelados, pero tampoco hace falta más teniendo en cuenta su curiosa apariencia.
Los decorados nos han parecido notables en su diseño pero no especialmente inspirados, con alguna que otra excepción que ya descubriréis cuando lleguéis a una zona concreta del juego.
La banda sonora se sitúa un peldaño por encima del apartado anterior, con una colección de temas tremendamente dinámicos y cañeros que se adaptan de fábula al desarrollo del juego, aportando un ritmo brutal. Es cierto que aquellos que no disfruten con el Death Metal pueden acabar con dolor de cabeza, pero aún así se trata de uno de los aspectos más cuidados del título.
Charlie Murder es un beat´em up muy interesante que, salvando su principal problema ya citado (su escasa duración), resulta bastante ameno y desternillante mientras dura. Eso sí, nuestra recomendación es que juguéis acompañados, cuanto más gente mejor, porque de lo contrario el juego pierde varios enteros.
Ska Studios da un paso al frente y nos presenta un gran arcade de peleas que se postula como uno de los mejores exponentes del género, quedando sólo por detrás de obras maestras de la especialidad como Castle Crashers. Su apuesta estética y variedad de su desarrollo son algunas de sus mejores cualidades, a lo que se añade una banda sonora espectacular y un modo cooperativo excelentes. Es cierto que si jugamos en solitario el juego pierde mucha gracia, pero para eso están los amigos.
