Xeyner / 12 de marzo de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

8,5 Excelente

Reinvención de la fantasía
Hay franquicias que han ido cambiando a lo largo de los años, siendo capaces de reinventarse y creando productos que han sabido contentar a unos y otros, gustar y disgustar a partes iguales, encontrando su hueco en la historia de los videojuegos. Pero si hay para mí una franquicia que ha trascendido por encima de las demás hasta convertirse en un icono personal y un referente a nivel visual, narrativo y musical, esa sin duda es Final Fantasy.

Hironobu Sakaguchi llevó de la mano y guió la saga durante más de 15 años de fantasías diferentes e inolvidables. El testigo pasó a unos y otros, desembocando finalmente en el aclamado Tetsuya Nomura (y posteriormente, Hajime Tabata), que apostó por dirigir el proyecto cuando era Final Fantasy Versus XIII, y que cobró mucha más importancia de la que cabía esperar.

¿Por qué tanta importancia a los directores? Bueno, por algo muy sencillo: Esto no es un Final Fantasy tradicional. Esto es un Final Fantasy reinventado desde la base por Tetsuya Nomura.


——— ANÁLISIS 

Las cosas han cambiado mucho desde que en 1987 apareciese el primer FF de la mano de Squaresoft. Y no, no solo el sistema de combate. Por aquel entonces Final Fantasy apareció para evitar que Squaresoft cayese en la quiebra, pero este juego tiene un enfoque completamente diferente. Orientado a llegar al mayor público posible, las bases "anticuadas" de la franquicia tenían que ser cambiadas. Reinventadas. Y es que poco queda de las primeras fantasías finales. Pasemos a la más llamativa.



— Jugabilidad

Si hay una diferencia que llama la atención con respecto a anteriores entregas, esta es sin duda su jugabilidad. Final Fantasy XV se despide completamente de los turnos que una vez hicieron grande a la saga, y apuesta por un sistema totalmente diferente. Aquí es donde entra Tetsuya Nomura, creador de la saga Kingdom Hearts, y cuya influencia destaca en este juego.

El combate pasa de ser estático y parado a ser en tiempo real y fluido, con una gran cantidad de movimiento y acciones posibles a realizar a cada segundo. Si bien comienza siendo algo básico aunque vistoso, conforme el jugador avanza en la historia y desbloquea nuevas habilidades y armas, pasa a ser mucho más resultón y llamativo. 

El sistema de magias e invocaciones recibe un rework completo, pareciéndose poco o nada a lo visto en anteriores entregas. Las invocaciones ya no son un recurso disponible en cualquier momento durante la batalla, pues solo aparecen ocasionalmente para salvarnos de "apuros". Por otra parte, el sistema de magias también sufre algunos cambios. Ahora necesitamos recolectar los elementos mágicos como recursos naturales, para posteriormente crearlos en el menú y equiparlos, con usos limitados. Además, la magia actúa en área, pudiendo dañar a nuestros compañeros.

Un servidor encuentra esto último un cambio más negativo que positivo. Desde luego, la reinvención de las invocaciones es curiosa: cobran más protagonismo del habitual y tienen su propio momento en la historia, sirviendo como dioses del pasado que cuentan con sus propias personalidades, motivaciones y deseos. Sin embargo, su utilización en combate no termina de cuajar, quedando algo corto este apartado.

Un gran acierto, considerado ya el cambio total de sistema, es sin duda la posibilidad de teletransportarse por el escenario. Da la posibilidad tanto de atacar enemigos como de huir de situaciones comprometidas, y es ese tipo de recursos que posteriormente puedes echar de menos en otros videojuegos dado la movilidad que proporciona.

Los compañeros cobran una importancia diferente también en este juego, ya que no pueden ser controlados por el jugador (al menos, no de la forma tradicional) y pasan a actuar y reaccionar bajo su propio juicio, provocando esto situaciones que pueden contentar y descontentar a partes (casi) iguales.

Resumiendo: ¿Merece la pena el cambio de sistema? 
Mi respuesta en este caso se acercaría más al no. Hablando desde un punto de vista totalmente subjetivo, el combate de las anteriores entregas tenía un componente táctico que era el emblema de la saga y que se termina echando de menos. Aún así, el sistema nuevo es mucho más vistoso y llamativo, asentando una importante base para el futuro de la franquicia. Sin duda, una revisión cerrando desperfectos y con las mejoras oportunas lo podrían convertir en una gran baza por la que apostar. Y es que, si hay algo que caracteriza a esta entrega, es que se queda a medias en más de un aspecto importante.

En lo relativo a la jugabilidad pero saliendo del combate, se opta por mundo abierto donde poder realizar misiones y donde el poder narrativo se dispersa como nunca antes había ocurrido en la saga. Como no quiero alargarlo más aún, seré breve: las secundarias son un coñazo. Pasemos a los gráficos.



— Gráficos

Es bien sabido que los problemas que atravesó el desarrollo de Final Fantasy XV no fueron pocos, siendo uno de los más notorios el cambio del motor gráfico. Pensado para la anterior generación de consolas, el juego tuvo que sufrir una revisión completa en este apartado, quedando en parte lastrado. 

Habrá disparidad de opiniones en lo referente al motor, pero personalmente considero que sigue luciendo impresionante. Llamativo, con una iluminación muy conseguida y con la bandera de haber sido creado exclusivamente para este juego. Tecnológicamente no es lo más puntero del mercado, pero resulta vistoso y para nada desfasado. 

Las animaciones conseguidas bordan lo absurdo, pudiendo notarse un grandísimo trabajo detrás y una gran implicación por parte del equipo técnico, habiendo mimo prácticamente por cada gesto que se pueda concebir por parte de los personajes. Las cinemáticas, como viene siendo habitual en la franquicia, rayan lo sobresaliente consiguiendo lucir pulidas hasta el mínimo detalle. 

Artísticamente, es un juego que se aproxima más a los cánones occidentales de lo que habían hecho sus predecesores. Esto ciertamente le abre las puertas a un mayor número de ventas fuera de Japón, y no encaja del todo mal en la obra al haber sido bien adaptado. Sin embargo, le hace perder cierto encanto, al menos en la opinión de un servidor. 



— Sonido

Si el apartado musical de la saga Final Fantasy tiene un nombre propio, ese sin duda es Nobuo Uematsu. 

Compositor de los primeros 10 Final Fantasy numerados, todas y cada una de sus obras musicales tienen un encanto muy particular y le hacen ser querido por todos sus seguidores. Se trata sin duda de un referente muy difícil ya no de superar, sino de igualar. Para dicha tarea fue seleccionada nada más y nada menos que Yoko Shimomura, compositora (entre otras cosas) también de la saga Kingdom Hearts.

Pues bien, poco hay que decir en este apartado que no se haya dicho ya. Yoko Shimomura demuestra estar a la altura de la tarea, que no es poco, estando sin duda ante una de sus mejores obras. Como habitual oyente de ambos compositores, tengo que decir que el trabajo de Shimomura es sobresaliente, siendo capaz de igualar al maestro Uematsu, algo que no había conseguido ninguno de sus predecesores. 

En serio, merece la pena. Aún no queriendo jugar al juego, merece la pena escuchar la banda sonora.



— Innovación

Habiendo comentado los cambios más notorios en el apartado de jugabilidad, y sin ánimo de alargar innecesariamente el análisis, hay que destacar algo en concreto que persigue a este juego. Y es que intenta ser innovador, lo es, pero no termina de pulir sus innovaciones.

"Quien mucho abarca, poco aprieta". Considero que es una frase que podría definir bien tanto la intención como el resultado final conseguido. 

Los cambios que le venían encima a Final Fantasy XV desde su concepción no eran pocos. Contaban con un equipo totalmente dedicado y un presupuesto para nada modesto, y las ideas comenzaron a rodar por las mesas de Square Enix. Muchas de las innovaciones ideadas son sin duda un acierto. Detalles como el Regalia (y poder escuchar melodías de anteriores FF en su reproductor), las fotos de Prompto, la cocina de Ignis... Son ya cambios no globales, sino particulares, que hacen mucho a favor del conjunto.

Cuestiones como tener compañeros vivos, que realmente se sienten como tus amigos, con sus propias motivaciones y preocupaciones y no solo como IA asistida en combate. Eso se consigue gracias a buenas ideas como que te paren para conversar, para pedirte una foto, o para que mires un cartel.

El problema se transmite más en torno a bases jugables que no terminan de cuajar, ideas concebidas para un cambio desde la raíz y que si bien tienen buen origen, la ejecución no termina de ser la deseada. Pero eso daría para un artículo completo, y demasiado se ha alargado esto ya.



— Historia y ritmo

La historia de Noctis y su grupo no está escasa de polémica. Para empezar, es bien sabido que no es posible entender por completo el universo de la obra sin haber visto antes su universo expandido, donde se dan no solo detalles, sino información vital para la trama y el argumento.

El problema es que, aún obviando esto, la trama presentada en el juego también hace aguas. Y es una pena, porque hay momentos de una brillantez, pero otros muchos que terminan siendo tan insulsos, predecibles o poco interesantes que lastran el conjunto. 

El sistema concebido de mundo abierto tampoco ayuda al ritmo narrativo, pues se nos presenta una historia en la que supuestamente el tiempo apremia y debemos darnos prisa por continuar, pero esto se diluye cuando miramos nuestra lista de misiones secundarias y llena de encargos tan interesantes como ir a recoger cinco ranas rojas a un lago (sí, existe. Y sí, sé que no debí hacerla). El juego ni siquiera se toma tiempo para crear una base sólida, cayendo en el efecto de hacer que lo que ocurra a los personajes no nos importe tanto como debería.

Aún así, y como ha caracterizado siempre a la saga, hay momentos que quitan el habla. Cinemáticas que consiguen sacarte una sonrisa o incluso una lágrima, es algo que no tiene precio y que sigue manteniendo como buen juego de la franquicia.



Como breve conclusión, y dejándome mucho por el camino para no alargar más el análisis... ¿Merece la pena?
Creo que esto se puede aclarar de forma sencilla, y en este caso es tan simple como pensar en sus aspectos más importantes. ¿Te gusta el cambio al sistema de combate? ¿Te gusta que la historia esté llevada por cinemáticas? ¿Te llama la atención el mundo y no te importaría hacer secundarias? 
Es algo que creará disparidad sin duda tanto entre amantes de la franquicia como en nuevos jugadores. Una pena que se quede corto en aspectos importantes, ya que audiovisualmente es excelente y tenía potencial para mucho más. 
Personalmente y como amante de la que es mi saga favorita, lo he pasado bien con este juego y me llevo mejores recuerdos de lo que esperaba.

Setzer17 / 9 de marzo de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

10 Inolvidable

El FF que estabamos esperando
Este es el FFXV que queriamos desde un principio con gran optimizacion en pc y repleto de contenido y horas de diversion con una historia que ya se puede entender perfectamente.

Han escuchado a la comunidad y ha arreglado y añadido todo lo que la gente pedia tanto en historia como en jugabilidad y si estais interesados en comprarlo esta es la mejor version actual del juego.

Como fan aferrimo de la saga que ha jugado a todos los numerados hasta hoy recomiendo esta version de FFXV al 100% este gran juego.

Neyman / 7 de marzo de 2018 Jugabilidad: Gráficos: Sonido: Innovación:

6,5 Discreto

Un pez muy pequeño en un océano de gigantes.
Los FF han degenerado mucho desde la salida de Sakaguchi. El XIII no solo fue malo malo, sino que para colmo van y sacan 3 entregas y es irónico que las continuaciones fueron mejor que el original, que aun así también malillas. Y e aquí ese famoso FF que nunca llegaba. Tan grande y ambicioso y con tantos tropiezos y cambios para que, sin llegar a ser tan malo como aquel XIII que era bonito de ver y nada más, se convierta en el FF más "meh" que me he jugado hasta ahora.

La historia ésta tan grande, tan grande, ha resultado ser mucho más genérica de lo que me imaginaba para algo que venía con tanto hype detrás. No está mal escrita en sí, pero su argumento es muy aburrido, haciendo que tenga más intriga el tema del propio romance entre Noctis y Lunafreya que la propia trama del juego y hacia la mitad larga de la aventura pierde todo el interés gracias a una serie de giros que se cargan el desarrollo en muchos personajes relevantes para acabar en un final como poco, decepcionante. Los cuatro personajes protagonistas de esa especie de república emo de los machos son genéricos a no poder más y siempre te vas diciendo a ti mismo que hay secundarios por ahí que tienen más interés. Sin ir más lejos, Aranea: una mercenaria que se une a tu grupo en un pequeño tramo de la aventura le da más encanto al equipo en sus pequeños encuentros que los 4 principales en toda la aventura. Tienen algunos momentos buenos, al fin y al cabo no deja de ser un FF, pero incluso el XIII tenía un par de personajes buenos a pesar de los 3 que siempre deseabas que murieran lentamente. A lo que voy es que FFXV tiene pocos protagonistas, y sin el encanto propio de muchos de la saga.

A nivel jugable el abordaje al mundo abierto ha sido correcto y probablemente habría mejorado de no enlentecer y repetir tanto las cosas. El mundo abierto exige constantemente demasiado viaje y hay además muchas razones para ir parándose o retroceder alargando todavía más la experiencia sin aportar ninguna diversión en el proceso. Las misiones son demasiado genéricas de ve y mata/recoge esto y salvo la trama principal tienen una historia malísima que no va nunca más allá de una excusa de ir a hacer algo casi por que sí. Tiene algunas cosas interesantes, como la toma de fortalezas y las mazmorras. Aunque el resto se convertirá en eternos viajes en coche y chocobo, aderezados por muchos combates. Al final de todo cuando ya has terminado la historia puedes conseguir el coche volador, que llega quizás demasiado tarde ya.

El cambio del sistema de combate a acción el lugar de la estrategia por turnos no le ha ido bien al juego. Han querido ser originales y lo han logrado, pero matando las magias y técnicas en el camino y dejando unas mecánicas que no son las peores que he visto en un RPG, pero dejan mucho que desear. El combate ya de cabeza no te deja controlar a tus compañeros y al igual que ocurría en el XIII todo está muy simplificado haciendo que al final todo se reduzca a las mismas 4 acciones. Puedes cambiar de arma, pero todas funcionan igual y lo que cambia es el tema de las debilidades y lo rápido que pegan. Las magias están ahí pero han sido cambiadas por una mecánica de fabricar de 3 en 3 para luego lanzarlas como si fueran granadas. Hay pocas y de nuevo todas funcionan igual salvo por el efecto que causan. Y por último te lanzas y te cuelgas aquí y allá. Tienes también las acciones conjuntas con tus compañeros o "destrezas", pero no son más que cinemáticas con un cutre QTE de pulsar círculo, aunque no peores que las invocaciones que son puras cinemáticas y ahora se activan solo en momentos de crisis. Al final del día te das cuenta que lo único que haces es pegar, atacar y bloquear. 

Lo que sí se han esforzado mucho sin duda es en la inmersión, algo bastante extraño en un FF la verdad. Ahora tienes un vehículo que debes recordar dónde lo dejas, repostar con combustible, modificar y reparar. Debes comer y dormir mientras alquilas una habitación o montas un campamento. La noche es más oscura y peligrosa de lo que te tienen acostumbrado y procurarás evitarla. También tendrás todo el rato al pesado de Prompto dando la lata con las fotos todo el día. No llega a caer en las zarpas de los juegos SIM pero cuenta con muchos toques del género.

Visualmente no me ha impresionado tanto como me imaginaba. Lo que sí me ha llamado la atención es que pide mucho hardware para un juego que no llega a la calidad de otros más viejos como un Witcher 3 que incluso con el hairworks me da mejor rendimiento que el FF sin él. Hay ciertos problemas además de rendimiento  muy relacionados con las luces y partículas que pueden dar unos trompicones contundentes a la tasa de frames. En cuanto a los modelados y texturas se nota que hay un trabajo mucho más detallado en las secciones urbanas que en las naturales. Siendo la ciudad de Altissia la que cuenta con el acabado más bonito y mejor diseñado. La iluminación y los efectos de postprocesado no son tampoco de los mejores que he visto ni tampoco diría que es un juego con mucho trabajo en físicas. 

El apartado de sonido cuenta con una buena banda sonora de la que quizás abusan demasiado de los 2 temas más interesantes. Los efectos de sonido están bien aunque de nuevo no sorprenden. Las voces las he probado en japonés y en inglés y en ambos casos he quedado descontendo con algunos doblajes y no me ha convencido las voces escogidas para algunos personajes.

.... En fin. Es mejor que el XIII, aunque tampoco es que el listón estuviera muy alto que digamos. Tiene el problema de que es muy repetitivo, las misiones se hacen demasiado lentas y han fallado con el sistema de combate. No es un mal juego y de haber salido hace 7 años es muy probable que hubiera calado mucho más a pesar de la historia. Ahora mismo hasta el remaster del FFXII es mejor juego que éste. En un 2018 que nos ha dejado ya atrás The Witcher 3, Dragon Age Inquisiton, Mass Effect Andrómeda, Dragon's Dogma, la saga Souls o incluso los TES y Fallout, FFXV es un buen juego pero que no planta cara a los grandes de los últimos 6 años...................... Aunque por otro lado seguro que venderá bien por ser un FF! :D. Sino fijaos en el XIII! xD