Eric Chahi trabaja en un nuevo videojuego, From Dust, y su última beta ha pasado ya por la redacción de 3DJuegos. Probamos el espectacular e inclasificable videojuego, y quedamos cautivados por su increíble mezcla entre lo místico y lo terrenal.
Completamente indefinible. Eric Chahi vuelve a los videojuegos tras años de ausencia, y lo hace con From Dust un título sencillamente admirable tanto desde el punto de vista de su concepto como desde el de su ejecución. Nos convertimos en dioses y probamos la beta del nuevo título del creador de Another World para guiar los pasos de nuestra tribu en un mundo azotado por los fenómenos meteorológicos.
Polvo Somos...
Por lo que hemos podido ver de From Dust, el título es tremendamente directo, es decir, que prácticamente desde el primer instante se nos planta en mitad de la acción sin grandes pormenores. La introducción es muy breve, tanto que casi se nos presenta la situación con un escueto corte de vídeo en el que se nos explica la situación y rápidamente se nos pone en la etérea piel de una suerte de dios que guía los pasos de su tribu.
Y es que el videojuego es una suerte de nueva versión del clásico Lemmings, eso sí con los fuertes elementos diferenciadores que van a hacer del lanzamiento un título muy genuino. Las características comunes pasan por el hecho de que nosotros ayudamos a una tribu que debe cumplir una serie de objetivos, casi siempre relacionados con facilitar su camino de punta a punta de un mapa, en escenarios donde la naturaleza juega en nuestra contra.
No obstante con unas Impresiones desde la GamesCom 2010 y una reciente entrevista al genial Eric Chahi que puedes consultar desde las páginas de la revista, ya puedes hacerte una idea de los parámetros más básicos del juego sin necesidad de repetirlos. Las Impresiones Jugables, esto sí es importante, nos han dejado unas sensaciones muy positivas; con especial énfasis en una metodología de control de fácil acceso pero enormes posibilidades.
Por lo que hemos visto en los niveles disponibles en la beta el propio escenario es un enemigo feroz, y hemos visto tsunamis, cataratas de agua e incluso ríos de lava que nos pondrán las cosas muy difíciles. Lo que siempre tenemos que hacer es el trasladar a nuestros adoradores de un punto a otro; ellos se mueven de forma autónoma, y hacerlo será tan fácil como apretar el botón adecuado sobre el destino de un mapa que se percibe en perspectiva casi cenital como los grandes juegos del género de estrategia.
No obstante el componente estratégico del videojuego es reducido, y es que sencillamente deberemos trazar caminos luchando con los elementos desde nuestra posición de "ojo que todo lo ve". Así pues movimos la retícula por el escenario manipulándolo a nuestro gusto, cogiendo arena de aquí y depositándola allá o alterando el curso de las aguas recogiendo litros y litros de éstas y regando partes para que florezcan, secando otras para que pueda caminar nuestra tribu, etcétera.
El comienzo nos ha parecido francamente plácido, muy adecuado para hacernos con los controles, no obstante no pasan ni unos minutos antes de que las cosas se empiecen a poner feas. El primer gran reto será un gigantesco tsunami, que amenazará con arrasar nuestra aldea en sólo 5 minutos: A partir de ese mismo instante iniciaremos una carrera desesperada por alisar el terreno en la medida de lo posible para que nuestra tribu pueda enviar a una serie de chamanes a un punto de conocimiento para aprender una suerte de danza a modo de hechizo, que detendrá el curso de las aguas antes de que éste destruya por completo a nuestros adoradores.
Este nivel, uno de los últimos de la demo de hecho, tiene como mayor reto una fuerte corriente de agua generada por una enorme cascada. El tótem donde se esconde el conocimiento está, de hecho, al otro lado de esta gigantesca corriente de agua, y deberemos recoger toda la arena posible de su alrededor con nuestro hálito para desplazarla ya sea para construir una suerte de puente (poco recomendable porque la fuerza de la corriente lo echa abajo rápidamente) o para desplazar su cauce a la fuerza en la que es la opción más segura para lograr nuestros objetivos.
Teníamos enorme curiosidad por ver From Dust en movimiento, y lo cierto es que las expectativas se han cumplido sobradamente. El videojuego tiene un gancho enorme, y la propuesta aparentemente sencilla que ofrece cuenta con una profundidad impresionante gracias a las abundantes opciones que trae consigo el programa. Hay siempre montones de formas de llevar a cabo esta ancestral lucha del hombre contra los elementos, y las fantásticas físicas del agua, el viento, etcétera, ayudan a obtener una experiencia con el necesario grado de realismo para que sus rompecabezas funcionen. Un título, en suma, que no sólo es apasionante sobre el papel desde el punto de vista de su concepto, sino que cuenta con una ejecución brillante que parece garantizar un lanzamiento a la altura de las expectativas.