El juego de Remedy tiene previsto abandonar la plataforma de Microsoft en unas pocas semanas.
Remedy se ha hecho un hueco en el mundo de los videojuegos gracias a su buen hacer a la hora de desarrollar experiencias excelentes tanto en argumento como en jugabilidad. Marcas como Control, Alan Wake o Max Payne son buena prueba de esta afirmación, aunque esta lista no estaría completa sin la mención a Quantum Break. Un título lanzado allá por 2016 que no sólo explotaba las grandes ideas que hacen de Remedy un estudio destacable, sino que también las llevaba más allá con propuestas inverosímiles y tremendamente acertadas.
Si eres uno de los muchos fans de los juegos de Remedy y tienes este título en tu lista de pendientes, te recomendamos hacerle un hueco en los próximos días para pasártelo. En este sentido, se trata de uno de los 8 juegos que desaparecen pronto del catálogo de Xbox Game Pass y, aunque todavía no tenemos una fecha concreta para ver su retirada, Microsoft ya lo etiqueta como una aventura que dejará de estar disponible en su plataforma dentro de poco. Así que, con el objetivo de que le déis una oportunidad a esta experiencia, hoy redactamos este artículo para destacar todos los motivos por los que Quantum Break merece más importancia de la que tiene.
Jack Joyce y las manipulaciones del tiempo
El tiempo se ha roto, y esto tiene grandes implicaciones tanto en Jack Joyce, el héroe de la historia, como en algunos de los personajes recurrentes de Quantum Break. Pero, más allá de encasillar esta problemática como una característica meramente argumental, los chicos de Remedy han logrado implementarla en la jugabilidad sin perjudicar las mecánicas base de cualquier shooter. Lo que, en resumidas cuentas, nos proporciona un híbrido de disparos y fantasía de ciencia ficción que otorga más profundidad a las escenas de acción.
Y es que uno de los tantos puntos en los que brilla Quantum Break es por presentar combates de estilo shooter que destacan tanto por lo pulido de su sistema como por integrar habilidades de manipulación del tiempo. De este modo, Jack puede acceder a una variada lista de movimientos que no se limita únicamente a los disparos, la cobertura y las tácticas, sino que también incluye la posibilidad de crear un breve escudo que detiene proyectiles o el uso de supervelocidad, entre otras habilidades.
Es evidente que Remedy ha mimado la vertiente shooter de su obra, pero no es lo único que ofrece en cuanto a jugabilidad. Y es que, retomando el tema de la ruptura temporal y los efectos en su protagonista, Jack también se verá obligado a superar rompecabezas y secciones de plataformeo haciendo uso de las diferentes competencias adquiridas al inicio de la aventura. De este modo, los desarrolladores se encargan de completar una experiencia redonda que consta de las dosis necesarias de acción y resolución de puzles. Y, si bien es cierto que este campo requería de muchos recursos y esfuerzos por parte del equipo desarrollador, la historia también se observa como uno de los aspectos más memorables de la aventura. Al fin y al cabo, hablamos de Remedy.
Un juego que va de la mano con su propia serie
Tras presenciar un accidente en una máquina capaz de viajar hacia delante y hacia atrás en el tiempo, Jack ve cómo se desencadena un cataclismo de grandes proporciones que pone en riesgo el devenir del mundo. El incidente, que nos da la posibilidad de admirar escenarios espectaculares, es el causante de que el héroe y el villano de esta historia obtengan poderes capaces de alterar este fundamento natural, motivo por el que iremos descubriendo la historia ideada por Remedy a través de los ojos de ambos personajes.
Cualquiera pensaría que esta dinámica ya es suficiente para aportar algo de variedad a la historia, pero Remedy se niega a detenerse aquí y, para profundizar todavía más en el argumento de Quantum Break, combina los acontecimientos del título con una serie de televisión única para esta aventura. En lo técnico, debéis saber que el visionado de los capítulos de esta particular producción requieren de una conexión a Internet decente que permita ver en streaming sus episodios de 20 minutos cada uno o descargar el grueso de 75 GB que ocupan.
En cuanto a la experiencia, esta serie supone uno de los pasos más revolucionarios de Remedy en toda su trayectoria. El desarrollo de esta producción se presenta en cuatro capítulos que se intercalan entre los cinco actos de los que está compuesta la campaña de Quantum Break, pues se trata de los momentos que más cambian en función de las decisiones que tome el jugador. De este modo, los desarrolladores dedican un buen tiempo a la historia del título sin olvidar la importancia de la acción, tal y como os comentábamos en el apartado anterior.
En resumidas cuentas, la maestría de Remedy a la hora de desarrollar la jugabilidad y la narrativa de este título son prueba suficiente de que se trata de uno de los grandes trabajos del estudio. Puedes continuar ahondando en las características de la aventura en nuestro análisis de Quantum Break pero, si estas palabras han logrado encender la chispa de curiosidad en ti, te instamos a probarlo antes de que desaparezca próximamente de Xbox Game Pass. ¿Subimos la apuesta? La campaña dura unas 10 horas, así que se establece como una experiencia corta y satisfactoria de visita obligada para cualquier fan de la desarrolladora.
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