La cercanía del nuevo shooter de Treyarch dispara el número de jugadores de la anterior entrega firmada por ellos.
El efecto en cadena de los videojuegos suele tener repercusiones curiosas. Call of Duty: Black Ops 4 sale a la venta el 12 de octubre de este año en PC, PS4 y Xbox One, y su cercanía está provocando un efecto de amplificación inesperado en otros juegos de la saga Call of Duty.
Por ejemplo, ahora Activision ha anunciado sus resultados comerciales para el segundo trimestre de 2018, y ha revelado que, contra todo pronóstico, los videojuegos que más ingresos netos han generado (ya sea sumando ventas físicas, digitales y de contenido in-game), han sido Call of Duty: WWII (la entrega del año pasado), Destiny 2 y, además, el ya veterano Call of Duty: Black Ops 3.
La beta de Call of Duty: Black Ops 4 arranca este mismo fin de semana en su versión de PS4, algo que parece haber elevado las ganas de los aficionados por jugar a experiencias frenéticas de carácter competitivo. En junio, por ejemplo, el propio Black Ops 3 ha alcanzado su número máximo de usuarios jugándolo, con más de 15 millones de personas. Algo especialmente meritorio teniendo en cuenta que es un juego de 2015.
Activision ya ha expresado en más de una ocasión que confía en que este videojuego sea el más vendido de toda la serie y, de hecho, las reservas de Call of Duty: Black Ops 4 superaban en mayo las de Call of Duty: WWII.