Xbox Live Arcade, el servicio de distribución digital de Xbox 360, ya nos ha dejado una gran cantidad de clásicos de todas las formas y géneros. Y uno de los más llamativos y extraordinarios es Limbo, una aventura de puzles dotada de una ambientación muy especial que ahora llega a PS Vita conservando todas sus características principales intactas.
Los que seguimos de cerca y disfrutamos puntualmente de las novedades y lanzamientos que van llegando a XBLA conocemos muy bien Limbo. Esta auténtica joya desarrollada por Playdead consiguió atrapar a una gran cantidad de jugadores por su excepcional desarrollo, sobresaliente diseño de niveles y su magistral ambientación y estética. Dicho clásico apareció tiempo después tanto en PSN como en Steam, cosechando el mismo éxito… que estamos convencidos que va a volver a repetirse con esta gran conversión realizada para la portátil PS Vita.
Un niño en apuros
La historia que da pie a esta soberbia aventura de jugabilidad 2D rebosante de puzles es tan tibia como sugerente. Al comienzo de la misma nos encontramos con un niño que se despierta en mitad de un oscuro bosque, muchacho que debe dar con su querida hermana. Esta escueta trama sirve como pretexto para meternos en la piel de este niño (del cual sólo apreciamos su silueta), si bien es cierto que poco a poco el argumento va ampliándose ligeramente a medida que avanzamos. La forma de ir desvelándonos la trama está muy conseguida, ya que a lo largo de la aventura no hay ni una sola línea de texto o diálogo, siendo todo muy “natural”.
Sin embargo esta sencillez argumental está bien arropada por un desarrollo magnífico y totalmente cautivador, que atrapa al jugador desde el comienzo de la aventura y que consigue retenerle hasta la pantalla de créditos.
Siempre bajo un prisma 2D, debemos ir guiando a nuestro pequeño protagonista por una suerte de escenarios muy bien representados. Todos estos fondos, no obstante, presentan un sinfín de trampas, desafíos y, sobre todo, puzles, los cuales debemos ir superando progresivamente. La verdadera gracia de Limbo reside en lo bien diseñados que están todos estos rompecabezas, que requieren en muchas ocasiones de un gran esfuerzo mental para dar con la solución de algunos de ellos, especialmente en el último tercio de la aventura.
La interactuación con los diversos objetos que se encuentran en los fondos suele ser la clave para poder solucionar cada problema que encaramos. Escaleras, piedras, interruptores, ascensores y demás elementos que forman parte de ciertos escenarios pueden ser manipulados a nuestro gusto. Y ojo, que en muchos casos la física de todos ellos juega un papel vital. La resolución de la gran mayoría de estos enigmas es del todo gratificante, debido en muchos casos al excelente planteamiento y ejecución con que han sido ideados.
Y para aportar algo más de variedad al asunto, en ciertas ocasiones también es necesario superar diversas minisecciones plataformeras, las cuales en muchas ocasiones llevan consigo la muerte instantánea de nuestro personaje si fallamos en las mismas. De hecho la muerte forma parte de la propia dinámica de juego que ofrece Limbo, ya que caeremos fruto de múltiples trampas con relativa frecuencia. Pero lejos de resultar irritante, el hecho de reaparecer instantáneamente unos metros antes de dichos obstáculos mortales elimina cualquier atisbo de posible frustración.
Por el contrario, dar con la solución correcta de los puzles más complicados sí que puede suponer un inconveniente demasiado duro para ciertos usuarios: los menos pacientes o los que no estén acostumbrados a plantarse frente a este tipo de propuestas. Y es que Limbo no ofrece demasiadas concesiones en este sentido (pistas demasiado evidentes, superguías, etc.), por lo que puede hacerse algo “duro” en momentos puntuales.
Eso sí, el sistema de control es básico en grado sumo (no se han integrado controles táctiles, algo que nos parece un acierto). Dos botones permiten al muchacho tanto saltar como interactuar con los diversos objetos, por lo que estamos ante un título que, al menos en un principio, puede ser disfrutado por cualquier usuario. Y eso siempre es de agradecer.
Belleza monocromática
A poco que os hayáis fijado en las pantallas o vídeos que acompañan a este comentario, os habréis dado cuenta de que estamos ante una producción muy especial desde el punto de vista visual (y también sonoro).
Toda la aventura está planteada como si fuera un cuento, si bien dicho relato es más bien oscuro y adulto. Por mucho que avancéis y os detengáis a examinar los bellos y trabajados decorados, no encontraréis ni una brizna de color. Blanco y negro es la norma cromática seguida en Limbo, a lo que se añade un diseño de personajes muy singular y una inspirada recreación de todos los escenarios que visitamos. Esto, unido al empleo de ciertos efectos como brumas, filtros varios, etc. dan como resultado un título único, rebosante de “magia”, que pasará a la historia por su impresionante personalidad. Una fotocopia del original de Xbox 360, pero portátil.
Y algo similar sucede con el apartado sonoro. Ni un solo diálogo ha sido integrado en el juego, ya que Limbo es una obra minimalista en este sentido. Tan solo es posible apreciar efectos puntuales como las pisadas del protagonista por las distintas superficies, los sonidos que emiten las cuchillas y otros obstáculos que nos encontramos… y poco más. A esto se suma una banda sonora muy ambiental, capaz de dotar de un aura de misterio a todo lo que va sucediendo en pantalla. Todo es cuestión de gustos, por supuesto, pero a nosotros nos ha cautivado esta magnífica ambientación.
Limbo es otro súper clásico que llega a PS Vita por la puerta grande de su servicio digital PS Network. El título es un calco del original de Xbox 360 (y de las diferentes conversiones realizadas con posterioridad para otros formatos) en todos sus aspectos, así que todos aquellos que lo disfrutaran no encontrarán nada que no hayan experimentado ya, dado que esta versión no posee ninguna novedad reseñable. Pero si os lo perdisteis por alguna razón, no podéis dejar de disfrutar de esta inquietante y magnifica aventura 2D. Es pura magia.
Único, misterioso y absorbente. Limbo es una aventura 2D repleta de puzles que es imposible que te deje indiferente. Su estética está cuidada de manera casi enfermiza, el diseño de los rompecabezas es excelso y su ritmo pausado es cautivador. Cualquiera que no disfrutara del original debería probar esta magnífica conversión realizada para PS Vita, ya que es un calco. Alguno podría echar en cara a los desarrolladores la ausencia de novedades, pero en cualquier caso estamos hablando de un clásico.
