Como no podía ser menos, la consola Wii U también va a ser apoyada por unos cuantos juegos tipo party-game, género en el que Wii destacó de manera casi exagerada. Y aquí tenemos el primero de todos ellos, Game Party Champions.
Los juegos familiares de estilo "fiesta" (popularmente conocidos como party games) han sido uno de los géneros que más han prosperado en la presente generación de consolas. Y para no perder comba, Wii U va a recibir varios de estos títulos ya en su lanzamiento, siendo este diseñado por Phosphor Games el primero en llegar.
Minijuegos con historia
En Game Party Champions se han incluido cerca de una decena de pruebas diferentes, un número escaso a nuestro entender, eventos que funcionan a modo de minijuegos. Tiros a canasta en plan recreativos, tenis de mesa, air hockey, minigolf, béisbol o lanzamientos de balón emulando a los quarterbacks de fútbol americano son algunas de las disciplinas en las que podemos competir. Y en todos estos eventos el protagonista indiscutible es el GamePad, mando que se convierte en la estrella de este juego.
En función de cada prueba debemos sostener el mando de manera vertical u horizontal, teniendo que utilizar la pantalla táctil de múltiples formas ya sea para lanzar balones de basket o golpear a las pequeñas pelotas de golf. Y no sólo eso, ya que el detector de movimientos del mismo también se usa en gran medida, sirviéndonos en muchos casos para apuntar correctamente.
Como suele ser habitual en este tipo de desarrollos, algunas pruebas resultan más amenas que otras y, de igual forma, el control es más preciso y cómodo en ciertos eventos u otros. Así por ejemplo el sistema de control utilizado en la prueba de minigolf es bastante fiable, si bien el juego en sí termina resultando algo aburrido. Sin embargo el siempre socorrido Air Hockey es más entretenido, aunque en este caso el sistema de control es algo impreciso.
Lo que por desgracia es indudable es que ninguna de estas pruebas resulta divertida, al menos a medio / largo plazo, ya sea jugando en solitario o en compañía. Y parte de culpa de este hecho es que no terminan de funcionar correctamente ni la propuesta de todas ellas ni las funcionalidades del GamePad, hechos que repercuten de forma no muy positiva en la valoración final del título.
En solitario o en compañía
En cuanto a opciones de juego, el título nos ofrece tres principales, al margen de la posibilidad de poder contemplar los registros del resto de usuarios online en la pantalla de Récords correspondiente.
Nos ha llamado la atención el modo Historia, modalidad que no suele aparecer en este tipo de producciones. En ella debemos asumir el rol de un muchacho llamado Riley, joven que en compañía de su amigo Jace (pesado como él solo) debe ir desafiando a distintos personajes controlados por la CPU que se encuentran en varios salones recreativos. Y así, prueba tras prueba, podemos ir cambiando de unas salas recreativas a otros y, de paso, desbloquear nuevas pruebas que pueden ser disfrutadas posteriormente en el resto de modalidades.
Y es que el modo Fiesta es quizá el más atractivo, dado que en él pueden participar varios jugadores simultáneos y, con la ayuda de los Wiimotes, es posible molestar al jugador que se encuentra en plena faena. Y si lo que queremos es jugar rápidamente y sin complicaciones, lo suyo es ir directamente a Juego Libre y seleccionar aquellos minijuegos en los que deseamos competir.
Pasada generación
Este tipo de juegos ya sabéis que no necesitan de demasiadas virguerías técnicas para funcionar, eso es indudable. Pero tratándose de un título que ha sido lanzado para una consola nueva (con todo lo que eso conlleva), pensamos que se podría haber hecho más en este sentido.
Y es que en términos globales estamos ante un juego que más bien parece sacado de la generación anterior (PS2, Xbox y GameCube), y no precisamente de los más llamativos. Así tanto los fondos como los personajes son muy poligonales y básicos, mostrando unas texturas "de andar por casa" y animaciones mal acabadas.
El sonido, en cambio, nos ha sorprendido por un buen motivo. Y es que las voces están dobladas a nuestro idioma, hecho que los usuarios más pequeños de la casa seguro que agradecen. Los efectos y la banda sonora son más discretos, pero es plausbile el esfuerzo mostrado por Warner en este sentido.
Este primer intento por parte de Phosphor Games de ofrecer un título party a los usuarios de Wii U no ha sido muy satisfactorio. Y es que es difícil pasar por alto el irregular sistema de control de cada una de las pruebas, la escasez de variedad que muestran éstas y el bajo nivel técnico general. Esperamos que lleguen otros juegos similares de más nivel.
El primer party game para Wii U no ha alcanzado los niveles de calidad que nos hubiera gustado. Y no lo ha conseguido por la escasez de contenido que presenta y la poca inspiración que ostentan la gran mayoría de las pruebas. Esperamos que los próximos títulos de este género consigan elevar el listón.
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