Cientos de soldados muriendo por una causa común. Decenas de tanques, aviones y blindados enzarzados en una cruenta guerra sin fin. Y tú, el comandante, frente a un enorme mapa estratégico decidiendo el curso de los acontecimientos con la cabeza. ¿Te gustan los juegos militares? Wargame: AirLand Battle lleva la estrategia en tiempo real a un nuevo nivel con uno de esos títulos que por calidad, no deberíais perderos.
Espectacular en lo tecnológico y sorprendentemente complejo en lo jugable, al destacable Wargame: European Escalation de PC pocas pegas se le podían poner, como ya comprobamos hace poco más de un año. Sin embargo, los chicos de Eugen Systems han vuelto a poner el listón altísimo con la secuela de este imponente título de estrategia en tiempo real, que ha mejorado sustancialmente gracias a novedades tan interesantes como la inclusión de los aviones como una fuerza de combate más, o el nuevo y más complejo mapa estratégico que nos hará vivir la guerra de una forma completamente distinta a la que estábamos acostumbrados. Intenso, desafiante y con una jugabilidad a prueba de bombas, ¿estás listo para enfrentarte a tus enemigos en el campo de batalla?
Despliegue táctico
A simple vista da la impresión que Wargame: AirLand Battle se trata de una secuela muy continuista con poquísimas novedades en el frente. Concretamente, la inclusión de aviones y poco más. Y en cierto modo así es, pero con matices. Porque lo nuevo de los creadores de R.U.S.E. va un poquito más allá ampliando de forma notoria sus contenidos, a la par que corrige acertadamente algunos de los fallos más destacados de su antecesor. Y el resultado salta a la vista, no podía ser más espectacular; hasta el punto de haberse convertido en uno de los grandes juegos de estrategia del año. ¿Las razones?
Totalmente fiel a las bases jugables del original, el programa de Eugen Systems destaca de nuevo por la contundencia y realismo con el que recrea sus batallas, siguiendo un estilo jugable que en cierto modo recuerda al de clásicos de la talla de World in Conflict, pero con un mayor grado de complejidad. No por nada, con más de 750 unidades bajo nuestro mando, Wargame: AirLand Battle tiene en cuenta diversos factores como la orografía del entorno, o las especificaciones técnicas de los vehículos y armas a nuestra disposición, para determinar el alcance, daño y dispersión del fuego que se producirá al atacar a los enemigos. Rivales que, además, podrán ocultarse tras ciertos elementos del escenario (edificios, bosques, etc.) para cogernos desprevenidos gracias a las mejoras en la inteligencia artificial que incluye esta secuela.
Conviene recordar en este punto que el juego deja prácticamente de lado cualquier elemento relacionado con la gestión de recursos y la construcción de centros de mando para sumergirnos, directamente, en intensos duelos estratégicas que nos obligarán a combinar y dirigir acertadamente las tropas de combate bajo nuestro mando si queremos salir victoriosos de la guerra. Tarea nada sencilla teniendo en cuenta que una mala jugada puede terminar con gran parte de nuestras tropas envueltas en llamas, quedándonos sin los ansiados puntos de mando necesarios para solicitar refuerzos. Tropas a las que tampoco podremos convocar si perdemos las zonas de control claves en los enormes campos de batalla que dan vida a este complejo título de estrategia.
Juego que como decíamos incluye como gran novedad a las fuerzas aéreas, que desempeñarán un papel clave en muchas de las disputas en las que nos veremos envueltos. En este caso, con varias decenas de cazas y bombarderos que actuarán más como unidades de apoyo que como tropas de combate al uso, ya que su estancia en el campo de batalla estará limitada a unos pocos segundos: los que tarden en soltar su mortal carga de fuego sobre los enemigos antes de regresar a la base para reabastecerse. Elemento estratégico de gran utilidad que los jugadores más avispados sabrán aprovechar en las escaramuzas más complicadas. Pero eso sí, mucho ojo porque estas tropas no son invencibles. Al contrario.
Y es que una de las grandes virtudes de Wargame: AirLand Battle es que no existen estrategias de combate infalibles ni combinaciones de tropas invencibles. Dependiendo de cada jugador, del terreno de juego o del rival al que nos enfrentemos funcionarán mejor unas u otras estrategias de combate, y eso es algo que aumenta de forma considerable la emoción de unas batallas que en cualquier momento pueden cambiar radicalmente debido a una jugada maestra.
Guerra Política
Ambientado en una Guerra Fría ficticia en la que finalmente los ejércitos de la OTAN y el Pacto de Varsovia han llegado a las manos, otra de las novedades más interesantes de Wargame: AirLand Battle la encontramos en la inclusión de una campaña dinámica que nos va a permitir disfrutar del conflicto desde un punto de vista muy distinto. Concretamente el de un mapa estratégico al más puro estilo Total War, con turnos incluidos, en el que no solo nos limitaremos a mover tropas de un lado a otro mientras las enfrentamos a los enemigos en las habituales batallas en tiempo real. Aparte, también se juega mucho con todo el “encanto” inherente a este conflicto político-militar que enfrentó a Occidente contra la Unión Soviética, como pueden ser los sabotajes, el espionaje, la exploración del territorio enemigo mediante el empleo de satélites, e incluso los ataques tácticos nucleares.
Las opciones en este punto son más que aceptables, con un muy interesante grado de complejidad extra que le sienta francamente bien al juego. Lógicamente no son tan amplias como las vistas en otros títulos de corte similar, pero es innegable el gran acierto que supone la inclusión de este mapa estratégico en la serie Wargame.
Como punto negativo, una vez más, nos hubiera gustado encontrarnos con una mayor variedad de objetivos en el transcurso de esta campaña, que a nivel argumental tampoco resulta especialmente llamativa. En este caso, eso sí, nos ha encantado que uno de los conceptos clave en el desarrollo del conflicto sea el de la economía de guerra, el sufrir el menor número de bajas posible mientras se magnifican los daños en el bando contrario. Algo fundamental para sobrevivir a un conflicto que puede dilatarse muchísimo en el tiempo dependiendo de nuestra agudeza estratégica, si bien es verdad las batallas en esta campaña siempre tendrán una duración máxima de 20 minutos. Tiempo que deberemos aprovechar para obtener cierta cantidad de puntos –y que el enemigo no los obtenga- si queremos alzarnos con la victoria.
Pero como en el original, el punto fuerte de Wargame: AirLand Battle vuelve a ser su vertiente multijugador, que en esta ocasión permitirá incluso las batallas masivas 10 vs 10. Un auténtico festival de tiros, explosiones y geniales movimientos estratégicos que nos harán disfrutar como niños de las espectaculares contiendas que recrea el programa. Además con un elevado nivel de libertad, puesto que se nos da vía libre para que configuremos las partidas a nuestro gusto, incluyendo en este caso también el tipo de unidades con las que podremos saltar al campo de batalla. Lo que significa, lógicamente, que podemos dar forma a ejércitos centrados casi exclusivamente en la fuerza aérea, o al contrario; descartar este tipo de unidades en detrimento de otras.
Las opciones son francamente elevadas, más si decidimos cooperar con los aliados combinando distintos batallones especializados en unos u otros estilos de combate. Por lo tanto, no podemos más que quitarnos el sombrero ante el magnífico trabajo llevado a cabo por los chicos de Eugen Systems, que han creado uno de esos títulos de guerra con los que es muy difícil no pasarlo bien. Más si encima somos aficionados a los conflictos bélicos.
Un espectáculo sin igual
Solo hay que echar un vistazo a las imágenes o vídeos de Wargame: AirLand Battle para darse cuenta del impresionante trabajo que han llevado a cabo sus responsables, que han recreado con todo lujo de detalle lmás de 750 unidades de combate (frente a las 350 del original). Tropas que se moverán y reaccionarán al devenir de los acontecimientos de forma realista, con unos efectos de partículas, fuego e iluminación impresionantes. Además, los escenarios son más grandes y variados que en el original, si bien es verdad se nota cierta reutilización en algunos elementos visuales. Aun así, la región montañosa de Escandinavia en la que se desarrolla la acción da lugar a unas estampas francamente espectaculares. Y eso es algo que se agradece muchísimo.
Sobre todo cuando ves una ciudad desaparecer prácticamente del mapa a causa del fuego de la artillería –la infantería en estas situaciones es clave-, o contemplas cómo los campos de cultivos arden bajo el fuego de los aviones. Y lo mejor es que se nos da la oportunidad de disfrutar de este espectáculo audiovisual tanto desde una perspectiva aérea como a ras de suelo, donde no nos perderemos ni un solo detalle. En este sentido, a pesar de ciertos errores tecnológicos relacionados con unidades de infantería atravesando paredes y demás, el motor gráfico de Eugen Systems se muestra muy sólido, con un gran rendimiento visual incluso en equipos con años a sus espaldas.
Se agradecen también los retoques en la interfaz de usuario, que ahora podremos configurar libremente para adaptarla a nuestro gusto. Un detalle que sin duda satisfará a los jugadores más exigentes. Tampoco podemos obviar el gran trabajo llevado a cabo a nivel sonoro, con una buena banda sonora y unos efectos de sonido tan contundentes como realistas para recrear la dureza de este conflicto bélico. En este sentido, el juego cuenta con los textos traducidos al castellano.
Aunque aún se echa en falta una campaña para un solo jugador con más enjundia, Wargame: AirLand Battle es una gran secuela que toma lo mejor del título original para llevarlo a un nuevo nivel jugable, más desafiante y divertido si cabe. Hay ciertos errores en la inteligencia artificial de los enemigos y algún que otro desequilibrio entre las habilidades de algunas unidades de combate, pero en líneas generales, este es uno de esos juegos de estrategia que no deberíais dejar escapar. Y menos si lo vais a disfrutar en compañía de otros jugadores.
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