El monstruoso Cthulhu ha despertado de su milenario letargo transformando el mundo a su alrededor en un auténtico infierno. Pero no todo está perdido para la humanidad. Con cabeza, ingenio y un poderoso guante capaz de alterar el magnetismo de los objetos, el joven Dax se enfrentará a él en esta destacable aventura de puzles ambientada en el oscuro universo literario de H.P. Lovecraft.
Durante décadas nos ha aterrorizado en los relatos literarios de H.P. Lovecraft, donde nació hace casi un siglo. Un largo período de tiempo en el que también lo hemos visto representado en mayor o menor grado en películas, cómics e incluso algún que otro videojuego de terror. Pero hasta el día de hoy, el temible Cthulhu y sus hordas de criaturas infernales nunca habían aparecido en un videojuego de puzles, ni mucho menos en uno que tuviera una ambientación futurista. Una extraña combinación que sin embargo funciona francamente bien en Magrunner: Dark Pulse.
Un muy buen juego de puzles en primer persona que en lo jugable sigue a pies juntillas la senda iniciada por el genial Portal, cambiando los portales dimensionales de este por un poderoso guante capaz de alterar la polaridad magnética de ciertos objetos. Habilidad que muy pronto se expandirá con nuevas opciones de juego que nos harán disfrutar de un viaje a lo desconocido francamente desafiante y por momentos sorprendentemente ingenioso… aunque también frustrante y limitado en algunos aspectos. Lo que sin embargo no nos va a impedir disfrutar de un título que sin hacer demasiado ruido, ha logrado colocarse entre los juegos de puzles más interesantes y divertidos de los últimos meses.
Los polos opuestos se repelen
De la perfecta simetría y vistosidad de la instalación científicas en la que iniciamos nuestra aventura, al oscuro y caótico universo propio del dios Cthulhu en el que terminaremos cayendo. Sin duda alguna, la ambientación y el desarrollo argumental de Magrunner: Dark Pulse son uno de los aspectos que más llaman la atención de esta original aventura de puzles, en la que encarnaremos a un joven científico enfrascado en una competición televisiva en la que debe demostrar su habilidad e ingenio usando el guante Magtech. Una poderosa herramienta de trabajo que muy pronto se convertirá en su única opción de supervivencia frente a las criaturas infernales con las que se topará.
Y es que pasarán muy pocos minutos antes de que todo lo que parecía un entorno de trabajo perfectamente controlado se convierta en un auténtico infierno en el que el mínimo descuido supondrá nuestra muerte. Pero tranquilos, que a pesar de esta lúgubre premisa la obra de 3AM Games se mantiene en todo momento fiel a lo que esperaríamos de un buen juego de puzles. Y esto supone, huelga destacar, superar hasta 45 rompecabezas de dificultad creciente que nos obligarán en muchos casos a estrujarnos los sesos antes de dar con la solución que nos permita seguir avanzando en la aventura.
Como decíamos, la premisa en todos estos desafíos siempre será la misma, y no es otra más que la de jugar con ciertos elementos del entorno como plataformas móviles y cajas, variando su polaridad magnética de tal modo que reaccionen según nuestros deseos. Si comparten la misma polaridad, estos objetos se atraerán entre sí. Si son de polos opuestos, se repelerán. Así de sencillo, así de directo.
Pero no todo será tan simple como variar el magnetismo de estos objetos y ya está. Habrá que hacerlo con cabeza siguiendo ciertos patrones jugables que aprenderemos progresivamente, de tal modo que lo que antes consistía simplemente en mover plataformas de un lado para otro, terminará llevándonos a explorar concienzudamente cada palmo de terreno –y los escenarios son muy grandes, os lo garantizamos- con tal de dar con esa pista que dé sentido al caos que nos rodea. Lo que desgraciadamente no siempre es tan claro e intuitivo como cabría esperar de un título de estas características.
Y es que una de las mayores pegas con la que nos hemos encontrado es que el juego es capaz de sorprender con el ingenio y sorprendente diseño de muchos de sus rompecabezas, y a su vez, desesperar y frustrar de igual modo planteando otros desafíos a los que resulta difícil responder por medio de la lógica, al no quedar nunca claro qué se supone que debemos hacer para avanzar al siguiente nivel. En este sentido, a veces la respuesta es tan obvia que al superar dicho rompecabezas nos sentiremos algo tontos por no haberlo descubierto mucho antes; pero repetimos, en la mayoría de ocasiones estos problemas siempre están ligados a cierta falta de claridad que le resta un gran atractivo al conjunto final.
Una verdadera lástima teniendo en cuenta que el magnetismo es un recurso que da muchísimo más juego del que podría parecer a simple vista. Y es que aun a pesar de mantenerse prácticamente inalterables las opciones de juego a nuestra disposición, la creciente complejidad de los rompecabezas nos obligará a tener en cuenta muchísimos más factores de los que podríamos imaginar, incluyendo por el camino alguna que otra sección de plataformeo –que no siempre funcionan tan bien-, luchas contra enemigos usando, obviamente, el magnetismo y cajas explosivas; así como ciertas fases de exploración. Además, ya avanzada la partida, también recibiremos el apoyo del perro robótico Newton, con el que seremos capaces de crear libremente puntos magnéticos por todo el escenario, ampliándose así las opciones a nuestra disposición.
Por todo ello, Magrunner: Dark Pulse es un título de puzles que gusta, que atrapa y engancha por su eficaz fusión de géneros y, sobre todo, su ambientación. Sin embargo, conviene tener en cuenta que la historia no es tan buena como prometía, ni se ha aprovechado tanto como esperábamos la imaginería y el oscuro potencial que se oculta tras los mitos de Cthulhu y H.P. Lovecraft. Obviamente, el paso de la ciencia ficción a una aventura de terror es eficaz y lo suficientemente atractivo como para mantenernos pegados a la pantalla durante las seis u ocho horas que puede llevarnos completar el juego dependiendo de nuestra habilidad, pero aún así se echa en falta algo más.
Y lo mismo se puede decir del diseño de muchos de los rompecabezas con los que nos toparemos. Son buenos, en algunos casos incluso sorprendentes, pero están lejos del nivel de calidad e ingenio visto en otros referentes del género. En muchos casos debido a esa falta de claridad a la que hacíamos alusión. Eso sí. Mención aparte merece el diseño de los escenarios, que destacan por su grandilocuencia y vistosidad, aunque lo que más nos ha gustado es el paulatino cambio que estos sufrirán conforme avancemos en la partida, pasando de las zonas asépticas y pulcras propias de un laboratorio de investigación, al caótico y tétrico diseño del universo paralelo del que procede el temible Chtulhu.
Gracias a la apuesta por el Unreal Engine 3, el nivel de detalle alcanzado en estos entornos también resulta de lo más llamativo, aunque lógicamente no estamos ante el título más puntero de esta generación. Menos todavía si hablamos de su apartado sonoro, que está bastante lejos de lo que esperábamos tanto por falta de variedad en sus melodías, como por la discreta calidad de estas o su doblaje en inglés -los textos han sido traducidos al castellano-.
Original en su ambientación y muy interesante en lo jugable, Magrunner: Dark Pulse no se ha convertido en la aventura de puzles definitiva, pero sí en una de gran calidad que recompensará a los fieles seguidores del género con unos rompecabezas inteligentes y muy desafiantes. Hemos echado en falta algo más de ingenio en el diseño de estos puzles y que se hubiera dado mayor importancia a la historia, pero aun con esas, estamos ante una compra muy recomendable para cualquiera que disfrute con este tipo de aventuras.
- Original fusión de ciencia ficción con las historias de terror de Chtulhu.
- Puzles muy originales e ingeniosos...
- ... pero otros son demasiado rebuscados, faltos de claridad y carentes de toda lógica.
- La historia, pese a lo interesante que resulta, está muy desaprovechada.
