Uno de los clásicos de las plataformas de 16 bits, Castle of Illusion, reaparece en los formatos actuales con una reinterpretación bastante notable y en alta definición. Un viaje al pasado más glorioso de las plataformas tradicionales protagonizado por el icono más reconocible del universo Disney: el ratón Mickey.
Es un auténtico placer (al menos para los jugadores más veteranos) comprobar cómo las compañías están tratando de rejuvenecer a muchas de sus joyas clásicas. Y es que al margen de pertrechar mejores y peores trabajos en este sentido (hay de todo), la moda retro está en pleno auge, de eso no hay duda. Y por eso mismo en los últimos meses hemos podido disfrutar de un buen número de remakes de clásicos de los 80 y 90 como éste que nos ocupa, Castle of Illusion. Aparecido en la consola Mega Drive (y también Master System y Game Gear) a principios de los 90, esta aventura plataformera está considerada como una de las mejores de su época, título que acaba de ser trasladado a las consolas actuales y PC de forma bastante notable, aunque no perfecta.
La trama que precede a la aventura de Mickey es tan sencilla como era habitual en aquellos tiempos. En este caso nos toca liberar a nuestra amada Minnie de las garras de una bruja, y para ello debemos recorrer un castillo encantado y sus alrededores superando todo lo que nos venga encima. Y eso incluye saltos ajustados, enemigos muy curiosos y mucho más.
Pero antes de poder enfrentarnos a la tenebrosa bruja tenemos que recuperar siete Gemas Arcoiris que están custodiadas por ese mismo número de jefes finales…
Como ya os adelantamos anteriormente, nos encontramos ante un título que presenta una jugabilidad plataformera muy tradicional. Y eso se traduce en un avance realmente sencillo de explicar, ya que de lo único que debemos de preocuparnos es de ir liquidando (o esquivando) a los rivales que aparecen en pantalla saltando sobre ellos (o lanzándoles manzanas, piedras u otros objetos), superar los constantes retos plataformeros que nos proponen los niveles y, por fin, acabar con la resistencia del correspondiente enemigo final.
Sencillo, pero no fácil
Esta sencillez de su planteamiento no se traduce, sin embargo, en una aventura fácil de superar. Y eso que una de las principales novedades que han llevado a cabo los desarrolladores ha sido precisamente una labor de "relajación" de la dificultad, que era muy acusada (demasiado incluso para algunos jugadores) en su versión original.
De esta forma se han suavizado las secciones más complicadas, sobre todo aquellas que aparecían de inicio, algo que agradecerán los jugadores menos hábiles. Pero aún así recalcamos que no se trata de un juego fácil, ya que para derrotar a un par de enemigos finales y, especialmente, superar algunas de las secciones que se dan cita en las fases más avanzadas tendremos que demostrar toda nuestra pericia con el mando.
Y eso que el sistema de control es rematadamente simple. Tan sólo se emplean un par de botones para ejecutar casi todas las acciones que podemos desempeñar con Mickey (saltar, lanzar objetos, agarrarnos a ciertos elementos de los decorados y poco más). Y aunque en términos generales dicho manejo es bueno, es cierto que en algunas ocasiones nos juega malas pasadas por su retardo. Sí, existe un pequeño lapso de tiempo entre la orden que emitimos desde el mando a la hora de brincar y la ejecución de dicha acción, siendo éste precisamente el mayor problema que ostenta el título… junto con su exigua duración.
Sí, al tratarse de un título de plataformas con más de dos décadas de antigüedad a sus espaldas, se nota que le falta algo más de chicha y profundidad para lo que estamos acostumbrados a disfrutar en los juegos de plataformas actuales. Pero también es cierto que estamos ante un título de carácter descargable que aparece a un precio reducido, luego este problema no es tan importante en nuestra opinión.
Eso sí, los desarrolladores se han volcado con la reinterpretación de este clásico. Y eso se deja notar en ciertos aspectos, como la inclusión de un mundo 3D (al más puro estilo del hallado en el súper-hit Super Mario 64) que sirve como contenedor y distribuidor principal de cada uno de los niveles. No es que sea una innovación impactante, pero desde luego se agradece su inclusión.
Pero ésta no es la única novedad que se ha llevado a cabo con este remake. Casi todos los niveles dejan entrever una jugabilidad 3D en ciertas secciones, como en muchas de las contiendas en las que debemos superar al jefe final de turno. Este pequeño cambio en la jugabilidad nos ha parecido acertado, insuflando nuevos aires de modernidad a un planteamiento muy clásico. Puede que haya ciertos jugadores, los más puristas, a los que no termine de hacer gracia esta adición, pero insistimos en que aporta algo de frescura adicional al desarrollo.
Fantasía y color
Pero sin duda el cambio más importante tiene que ver con su transición a la alta definición… y a las 3D. Y creednos si os decimos que el aspecto gráfico que ostenta el título es sencillamente cautivador, siendo uno de sus principales baluartes.
La belleza de la inmensa mayoría de los fondos que visitamos es digna de elogio. Las ilusiones creadas por la bruja se transforman en fondos muy variados e imaginativos como bosques, torres del reloj y demás, decorados que muestran un colorido y un nivel de detalle excepcional. Y a esto se unen diseños muy apropiados para los rivales y el personaje central, Mickey, héroe que ha sido agraciado con excelentes animaciones. Castle of Illusion era uno de los juegos más vistosos de todo el catalogo de Mega Drive y esta conversión le ha hecho justicia en ese aspecto.
El sonido también retiene toda la magia del original, aunque en este caso todas las melodías han sido reinterpretadas y se escuchan con mayor nitidez, así como la aceptable gama de efectos sonoros que también incorpora el título.
Sin ser el mejor en su género, Castle of Illusion es un juego de plataformas que merece la pena ser disfrutado. Su duración es cuestionable y el sistema de control podría haber sido más preciso (pensamos que con un parche podría solucionarse este pequeño problema), pero aún así se trata de un título muy bien hecho, que ha sabido respetar la esencia y el desarrollo del original y añadir pequeñas mejoras jugables y sobre todo audiovisuales.
SEGA rescata uno de sus mayores clásicos de Mega Drive, Castle of Illusion, con una más que decente reedición de dicha aventura plataformera. Con un desarrollo simple pero variado y muy ameno, Mickey consigue transportarnos a un mundo de una belleza cautivadora y toda la magia Disney.
