Análisis de Dead Rising 3. Estado de Emergencia... Zombi

Análisis de Dead Rising 3. Estado de Emergencia... Zombi
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Xbox One está ya mostrando su poderosa baraja, y Dead Rising 3 es una de sus principales cartas. Capcom ofrece una vuelta de tuerca visual a esta saga de supervivencia, y comienza a mostrarnos de qué es capaz la máquina. Todo vale como arma contra los zombies en el hilarante viaje de un Nick que se enfrenta a la aventura de su vida. Descubre qué tal le sienta la Next-Gen a los "caminantes".

El catálogo de Xbox One en cuanto a sus títulos de lanzamiento está cargado de contenidos de lo más sugerente, sin embargo probablemente el producto más esperado de todos los que ofrece es el que nos ocupa: Dead Rising 3. Capcom ha escogido una de las mejores nuevas franquicias que nos ha ofrecido en la anterior generación de videoconsolas, y la ha hecho evolucionar visualmente pero manteniendo el espíritu gamberro y divertido de las dos primeras entregas.

Tenemos con él uno de los grandes titulares de este comienzo de generación, puesto que el poderío gráfico de Xbox One permite a la compañía nipona el contar con nuevos métodos para divertirnos. La aventura de Nick contra los no-muertos no reinventa la rueda precisamente y tiene algunos puntos flacos, pero es un entretenimiento logrado, divertido y capaz de mantener nuestro interés con su ágil propuesta que mezcla acción sandbox con zombies y un sentido del humor a prueba de bombas.

Nick of the Dead

La historia de Dead Rising 3 no es la de una epidemia zombie, y sólo es parcialmente la de un grupo de supervivientes... Sobre todas las cosas es una parte de la vida del mecánico Nick Ramos, un joven afincado en la ciudad de Los Perdidos, que tiene la desgracia de vivir en primera persona una infección de muertos vivientes y que hace todo lo posible por subsistir en unas condiciones insoportables. No se nos explica cómo comienza todo, pero por los diálogos que presenciaremos da la sensación de que todavía estamos en los primeras fechas de la plaga, a pesar de que la ciudad entera está poblada por miles (literalmente) de estas peligrosísimas criaturas.

El protagonista no es el tipo más carismático del mundo, y tanto en su físico como en su personalidad está a bastante distancia del icónico periodista Frank West del original, algo que provoca que en ocasiones parezca más la marioneta del resto de personajes a los que va ayudando que un héroe con ideas propias. No obstante las situaciones que protagoniza se siguen con interés, principalmente debido a que la troupé de secundarios vuelven a tener ese carácter absurdo e histérico que tan bien ha venido dibujando Capcom en entregas precedentes. Y es que en nuestro camino vamos a ir conociendo a muchos "actores de reparto" de todo tipo de perfil, pero siempre se caracterizan por tener un aspecto muy cuidado y una personalidad bien trazada cuando tienen un rol importante.

Así pues la experiencia del nuevo Dead Rising vuelve a ser la de contar ante nosotros con un mundo abierto para poder hacer lo que queramos en él, más grande y completo que nunca, por cierto, y tenemos a modo de guía una serie de misiones que podemos ir cumpliendo si lo deseamos y que son las que de veras hacen avanzar la historia y dan sentido a la verdadera carnicería que vamos a protagonizar. Los no-muertos moran las calles como almas en pena, pero casi nunca es necesario matarlos para acabar las misiones. Eso se traduce en que podemos acabar el juego con una cifra récord de muertes de zombies o, por el contrario, hacerlo sólo con unos pocos en nuestro contador.

Supervivientes, psicópatas, zombies... ¡El apocalipsis! Dead Rising tiene lista su tercera entrega, y con ella abre el fuego Xbox One.
Supervivientes, psicópatas, zombies... ¡El apocalipsis! Dead Rising tiene lista su tercera entrega, y con ella abre el fuego Xbox One.

De este modo las misiones son bastante rutinarias, y casi siempre es más interesante todo lo que podemos hacer por el camino que el propio encargo en sí. La mayoría tratan sobre recuperar un objeto para alguien o escoltar a un determinado personaje desde el punto A al B, sin embargo la cantidad de alternativas y de vías para alcanzar nuestros objetivos dan sentido a la experiencia sandbox que propone el programa. Las cinemáticas, por si fuera poco, están cuidadísimas, con un estilo fantástico y con un tratamiento de los rostros de los personajes fantástico. Lástima que todo ese mimo cosmético que exhiben no se haya visto acompañado de algo más de contenido narrativo.

Hay algún golpe de efecto más o menos interesante que ayuda a dar algo de fuelle a una experiencia que en sus primeros compases es bastante desalentadora desde el punto de vista argumental, sin embargo quien haya venido aquí por el guión obviamente no va a quedar muy satisfecho puesto que se limita a hacer los deberes. Eso no es óbice para que haya concesiones al fan en forma de guiños a entregas anteriores, incluso el retorno de un determinado insecto de efecto devastador sobre los zombies, y un fuerte sentido del humor ya característico de la franquicia que está más presente por la frecuencia de las situaciones absurdas que por la presencia de gags premeditados.

El combate cuerpo a cuerpo es fundamental para salir adelante. Eso sí, las armas se acaban estropeando con el uso así que hay que andar con ojo.
El combate cuerpo a cuerpo es fundamental para salir adelante. Eso sí, las armas se acaban estropeando con el uso así que hay que andar con ojo.

Los Perdidos: Estado de Emergencia

Dead Rising sólo tiene unos minutos de cortesía para explicarnos cómo funciona la experiencia de juego, los primeros y también los peores, y acto seguido nos deja con todo su generoso mundo abierto. Si tenemos que definir a Los Perdidos por algo es por su amplitud de contenidos, puesto que si bien es sensiblemente más grande que lo que hemos visto en episodios precedentes, no es el clásico mapa de tamaño descomunal. De hecho si por algo se caracteriza la ciudad es por su intensidad, regalándonos por fin algo que los amantes de este género venían reclamando desde hacía tiempo, y es el ofrecer por fin la posibilidad de explorar los interiores‚ de los edificios con propuestas relevantes. Hay tiendas, hay casas, hay... hay todo lo que podemos imaginar de una ciudad, y lo bueno es que casi siempre conviene entrar a echar un vistazo.

Unas cosas, lógicamente, son más interesantes que otras, pero el que tenga afán coleccionista y guste de completar las experiencias al 100% tendrá horas y horas para dar con todas las sorpresas que esconde el mapeado y que abarcan actividades y descubrimientos de muy distinta índole. Lo que más veremos, seguramente, será a los [b]supervivientes, personas que nos cruzaremos en nuestro camino y a las que podemos ayudar si queremos. Casi siempre están sitiados por decenas de muertos vivientes en una posición desde la que tratan de defenderse, habrá un tiempo limitado para salvarlos y de no conseguir eliminar a sus amenazas acabarán muriendo sin demasiada influencia para el transcurrir de la historia, aunque sí debemos dejar claro que hay varios finales para ésta.

Algo más de sustancia tienen otros civiles con los que nos cruzaremos y que nos pedirán ayuda con algún que otro cometido. Por ejemplo en el primer capítulo hay una joven oriental que pinta señales de advertencia en paredes como guía para otros, si damos con ella y nos interesa ayudarla tendremos que buscarle más botes de color para completar su tarea. Cuando lo haga se unirá a nosotros acompañándonos en todo lo que hagamos, y podrá equiparse con las armas que le demos para defenderse, puesto que como todos ellos en el juego pueden morir en cualquier momento. Como puede verse su misión es más compleja que la de los supervivientes comunes, pero la recompensa también es mayor puesto que siempre está bien tener compañía ante las dificultades que vamos a pasar. Este tipo de encargos secundarios, más profundos, se nos facilitan por teléfono a través de un misterioso interlocutor que nos estará brindando constantemente objetivos de carácter alternativo.

La posibilidad de construir armas y vehículos con planos y los elementos que encontremos es muy interesante, y genera creaciones divertidas y absurdas.
La posibilidad de construir armas y vehículos con planos y los elementos que encontremos es muy interesante, y genera creaciones divertidas y absurdas.

¿Más cosas? Por supuesto. También hay abundantes desbloqueables como figuritas de Frank West para coleccionar o, por ejemplo, los mucho más útiles planos. Con éstos podemos liberar el poder constructivo del mecánico protagonista, y fabricar cosas de lo más útil. Mezclar objetos para construir otros será una opción muy interesante para crear tanto armas de lo más divertido (y eficaz) como vehículos, es aquí donde tenemos algunos momentos muy graciosos de la campaña por las ideas absurdas que se ponen en marcha y la aparente total incompatibilidad de todos los elementos que se combinan para elaborarlas. El inventario se gestiona abriéndolo en tiempo real con el botón RB, y desplazándonos cómodamente por él con el stick derecho y pudiendo contar con un número de objetos que comienza por cuatro pero que va aumentando si deseamos proyectar puntos de mejora de personaje en esta habilidad concreta. Y es que hay un sistema de niveles y experiencia que nos premia por cada cosa que hacemos, y que nos permite ir liberando poco a poco incrementos para la salud, la mecánica, el poder con armas de fuego o cuerpo a cuerpo, la agilidad y el ya mencionado inventario de Nick.

Por otra parte Dead Rising 3 incluye un cooperativo de carácter on-line que nos permite disfrutar junto a otra persona, que ejercerá el papel de Dick, de los mismos entretenimientos de la campaña una vez superado el prólogo. El juego está dividido en capítulos, que podemos volver a probar siempre que queramos manteniendo nuestro progreso, y vuelve a apostar por poner un límite de tiempo a todo lo que sucede en algo que ha venido siendo sello de la serie, aunque de una forma mucho más generosa en esta ocasión. La reducción de la urgencia limita también la dificultad, que alcanzaba extremos deliciosamente disparatados en el primer videojuego y que se moderaba algo en el segundo. Dead Rising 3 es un título mucho más agradable de jugar en el sentido literal de la palabra, y es que ya no nos pone con ese sentido de la tensión máximo como hacía en el pasado y, por si fuera poco, la presencia de checkpoints y auto-guardado nos permite también bajar la guardia en algunos momentos. De hecho para los que echan en falta la experiencia de desafío brutal de, por ejemplo, el original, existe el denominado como Modo Pesadilla en el que el tiempo que tenemos antes de que se acabe es más reducido, los zombies multiplican su ferocidad y, además, sólo podemos guardar en las zonas seguras.

Las cinemáticas son muy impactantes desde el punto de vista estético. Surgen a menudo durante la campaña y nos presentan a secundarios muy interesantes.
Las cinemáticas son muy impactantes desde el punto de vista estético. Surgen a menudo durante la campaña y nos presentan a secundarios muy interesantes.

Holocausto Zombie -La Acción-

La exploración tiene una fuerza de enorme importancia en el videojuego que nos ocupa, puesto que como buen título de supervivencia que es nos propone muchas cosas relacionadas con gestionar adecuadamente una salud no regenerativa que deberemos mimar para no morir en el intento. Hasta tal punto es así, y teniendo en cuenta el escaso interés que presentan las misiones principales, que acabaremos sintiendo más atracción por explorar su mundo que por andar cumpliendo objeitvos. Sin embargo con toda la fuerza que tiene esto, los combates también tienen una relevancia capital y son realmente divertidos ya los llevemos a cabo cuerpo a cuerpo, con armas de fuego, de contacto o en vehículos, cuya presencia es mucho más variada y frecuente que en entregas anteriores para lidiar también con las distancias más largas que vamos a recorrer. Xbox One supone más capacidad de procesamiento que las máquinas de la anterior generación, lo que se traduce en que si ya en el pasado veíamos cantidades asombrosas de muertos vivientes en pantalla en esta ocasión los números son verdaderamente disparatados.

La escasez de armas y el hecho de que se desgasten con su uso hace que tengamos que tener mucho cuidado gestionándolas, así que el tratar el arsenal con cuidado va a ser nuestro primer deber en el programa. Prácticamente todo lo que encontramos puede ser utilizado a nuestro favor, y la presencia de los objetos responde a una lógica. Eso quiere decir que en un restaurante de comida rápida podremos dar con comida para restituir nuestra salud, y platos, sillas o incluso la caja registradora con lo que golpear a nuestros enemigos. Al igual que en el pasado las opciones son las del golpe normal, el golpe fuerte o el disparo a distancia, lo que se traduce en hilarantes combates en los que un cono de obra, una papelera o incluso un peluche pueden ser útiles objetos contundentes o armas arrojadizas en función de lo que requiera la situación. Lógicamente no es lo mismo utilizar un botellín de agua para golpear a un zombie que hacerlo con un hacha de guerra, que además lo mutilará de forma muy lograda, así que hay que tener mucho cuidado con cómo empleamos las más valiosas que, casi siempre, son las de fuego.

Dado el gran tamaño del mapa, los vehículos son más necesarios que nunca. Pilotarlos es sencillo, pero cuidado con los zombies... ¡Se agarran como lapas!
Dado el gran tamaño del mapa, los vehículos son más necesarios que nunca. Pilotarlos es sencillo, pero cuidado con los zombies... ¡Se agarran como lapas!

Como ya hemos dicho matar a los no-muertos no es, ni mucho menos, una obligación, pero es tan sencillo y divertido que cuesta mucho no hacer una parada de vez en cuando para destrozarlos y después seguir nuestro camino. Si no nos entretenemos es difícil que suframos muchos daños puesto que los "caminantes" son muy lentos y torpes, pero las enormes cantidades en las que aparecen y la facilidad que tienen para rodearnos pueden provocar más de un momento de angustia. Alcanzaremos números de muertes estratosféricos, principalmente gracias a los atropellos, puesto que pasaremos con los vehículos literalmente por encima de centenares de ellos, pero tanto los coches, motos, camiones tienen un desgaste al igual que el del arsenal, lo que supone que si no tenemos cuidado acabarán estallando en el peor momento.

Así pues los grandes protagonistas, como no podía ser de otro modo, son los muertos vivientes, sin embargo también hay enemigos de otros perfiles. Los humanos que moran la ciudad se pueden dividir en dos grandes categorías, los supervivientes que tratan de salir adelante por un lado y los que no tienen escrúpulos y que nos pondrán las cosas muy difíciles. Por temor a crear innecesarios spoilers no podemos dar mucha información, pero sí podemos adelantar que hay grupos organizados de peligrosos enemigos y que también vuelven los psicópatas con aviesas intenciones y ganas de ponernos a prueba con duros combates. Siempre van armados, así que la forma de combatir con este perfil de adversarios ofrece una forma muy distinta de enfrentarnos a lo que ofrece el programa.

Dentro de esta gran categoría están también los jefes finales, que abundan y que los hay tanto para ejercer de cierre de capítulo como haciendo las veces de misiones de carácter secundario con suculentas ventajas que ofrecer. Los primeros son innegociables para hacer avanzar la trama, y los segundos aparecen situados en el útil mapa in-game con encargos que, una vez más, recibimos a través del teléfono. Todos, en cambio, tienen en común el hecho de que son pruebas más o menos duras, infinitamente más sencillas que en la primera entrega, y que sencillamente requieren de echar un vistazo al "modus operandi" del adversario en cuestión para actuar en consecuencia. No están resueltas con mucho ingenio y más allá del llamativo aspecto de los propios adversarios no ofrecen nada memorable.

Casi todo lo que pasa en Dead Rising 3 tiene lugar a plena luz del día y en entornos abiertos, pero también hay sitio para la angustia.
Casi todo lo que pasa en Dead Rising 3 tiene lugar a plena luz del día y en entornos abiertos, pero también hay sitio para la angustia.

Caminantes Desatados -Gráficos y Sonido-

A nivel visual se esperaba que Dead Rising 3 fuera uno de los grandes exponentes para demostrar los primeros golpes de efecto gráficos del nuevo hardware de Microsoft, y lo cierto es que el resultado es bueno pero también está algo lejos de lo que esperábamos de un salto generacional. Desde luego no será el exponente visual de la máquina, en primer lugar porque no es el título más potente en este sentido ya dentro de su catálogo inicial de lanzamiento, honor que seguramente corresponda a Ryse: Son of Rome, y en segundo porque con el tiempo las posibilidades técnicas de sus entrañas irán siendo exprimidas. Eso sí, el programa es vistoso y mejora de forma lógica y notoria lo visto en sus antecesores a pesar de que, como se anunció en su momento, no alcanza un estándar 1080p para su resolución y que hace gala de algunos problemas.

Desde la óptica artística el título presenta un aspecto estupendo, con el espíritu urbano de una ciudad californiana, ficticia, perfectamente conseguido, y con un sin fin de modelados distintos para los zombis que, como ya explicaron sus responsables, se generan aleatoriamente con ánimo de que no haya en pantalla dos iguales. Los mismos logros son extensibles a la ejecución puramente gráfica, con unos modelados extraordinarios para todos y cada uno de los personajes, muy efectivos incluso en el caso de los secundarios, y con texturas, carga poligonal y todos los elementos esperables de la Next-Gen muy trabajados. Podemos hablar con él de un videojuego muy sólido, aunque también de uno al que quizá le ha faltado un empujón más para considerarlo como sobresaliente dentro de toda la amalgama de lo que esperamos sea un fecundo catálogo en cuanto a experiencias visuales (y jugables) en el próximo ciclo de máquinas.

El cooperativo es una opción estupenda para disfrutar del videojuego de Capcom. Hacer locuras solo es muy divertido, pero acompañado mucho más.
El cooperativo es una opción estupenda para disfrutar del videojuego de Capcom. Hacer locuras solo es muy divertido, pero acompañado mucho más.

En lo puramente tecnológico lo primero que llama la atención es la capacidad del videojuego para mostrar en pantalla las verdaderamente ingentes cantidades de zombies que planta ante nuestros ojos. Lo hace, además, sin mostrar bajadas demasiado perceptibles en la tasa de imágenes por segundo salvo en momentos muy puntuales, con efectos muy teatrales y logrados como los de los desmembramientos y con unas animaciones espectaculares y de gran realismo, con mención especial para las salvajes ejecuciones. También hay que decir que el programa cuenta con una iluminación formidable tanto si hablamos de la luz natural de las calles como de la artificial en interiores o en las zonas más oscuras. Eso sí, no todo raya a esa gran altura, y hay algunos problemas como bugs de moderada importancia, aunque nada que no se salga de lo que estimamos como lógico en un sandbox, además de un popping ocasional pero aparatoso y dientes de sierra patentes.

En cuanto a si el juego saca partido de las posibilidades on-line o de periféricos de Xbox One hay que hacer un par de consideraciones. El título cuenta con soporte SmartGlass, y utiliza Kinect para manejarnos por los menús, y también para que podamos dar instrucciones a los supervivientes que nos acompañan o hacer ruido para llamar la atención de los zombies. El tema está en que todo el procedimiento es algo confuso, y que a menudo no se recogen bien nuestras instrucciones, además de que, por ejemplo en el caso de moverse por interfaces, el lógico retardo en la identificación de nuestra orden por parte del dispositivo hace que sea mucho más cómodo, fácil y rápido el hacerlo con el mando. Por otra parte, y hablando del multijugador, hay posibilidad por fortuna de personalizar la experiencia. Así unirse a la sesión de otros es posible, pero también lo es el ser el anfitrión con la posibilidad de buscar definir a los distintos perfiles de usuarios que queremos albergar como los que tienen ánimo de tomárselo con calma y recolectar todos los coleccionables por un lado, los que buscan superar el modo historia a toda prisa por otro, además de los casuales y los expertos. También podemos escoger que no se nos moleste y que no se pueda dar entrada a otro aficionado en nuestra partida optando por el modo Un Jugador.

A nivel visual Dead Rising 3 es un videojuego muy logrado. Cuenta con un modelado de personajes impresionante, y con unos escenarios muy logrados.
A nivel visual Dead Rising 3 es un videojuego muy logrado. Cuenta con un modelado de personajes impresionante, y con unos escenarios muy logrados.

Con ánimo de cerrar ya todo lo que tiene que ver con lo audiovisual debemos hacerlo hablando del sonido, el otro punto fuerte de una propuesta con los valores de producción tan altos como los que pone en escena Capcom en esta ocasión. La banda sonora es fantástica, aunque apenas hace acto de presencia y cuando lo hace es sólo para crear efectos dramáticos, y los FX también cuentan con la calidad que esperábamos de ellos. El título, además, llega a nuestro país traducido y doblado a nuestro idioma con muy buen nivel.

Muy Bueno

Sin sello
Estado de Emergencia... Zombi

Dead Rising 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Dead Rising 3 dista de ser una revolución jugable, y definitivamente le falta interés en las misiones principales, pero el renovado hardware de Xbox One le permite poner en pantalla unos números de zombies que sin duda ayudan a sobrecoger. Por lo demás se mantienen las señas de identidad de la serie, con un componente sandbox más acusado y con un sentido del humor que nos brindará muchos momentos absurdos. Horas y horas de diversión para una de las primeras citas de importancia en la consola de Microsoft.

Comprar Dead Rising 3
  • Literalmente centenares de zombies en pantalla.
  • Tan divertido como siempre, y cargado de situaciones absurdas.
  • Abre su propuesta sandbox aún más, y está lleno de cosas que hacer.
  • Jugablemente no supone una evolución importante.
  • Muchas de las misiones no aportan gran cosa.
  • A nivel técnico presenta algunos problemas y no impresiona.
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 15-25 horas (mínimo)
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