Análisis de RiME. Lo pequeño se hace grande

Análisis de RiME. Lo pequeño se hace grande
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No ha sido fácil, pero ya está entre nosotros. En este análisis de RiME te contamos si todas las tribulaciones de Tequila Works para sacar adelante una de las aventuras más ambiciosas del software español han llegado a buen puerto. Eso sí, ya te podemos adelantar que los creadores de Deadlight tienen muchos motivos para estar orgullosos. Hay mucha grandeza en esta aventura en la que lo pequeño se hace grande.

Me cuesta ocultarlo. Ha seguido con sincera preocupación el desarrollo de RiME y las tribulaciones que ha tenido el proyecto para salir adelante tras el indescifrable affaire que llevó al estudio a desvincularse de Sony y a anunciar que el título sería, finalmente, multiplataforma. Todo lo que sea que un mayor número de personas puedan disfrutar de un título que, desde el horizonte, pintaba tan prometedor como el que nos ocupa, sonaba a muy buena noticia; sin embargo había algo de misterioso en el hecho de que ya no contaran con el apoyo de la marca PlayStation a sus espaldas cuando parecía haber tanto potencial… Y más cuando se había promocionado tanto su exclusividad para PS4 en el marco del apoyo de la compañía nipona a los lanzamientos indie.

Los dimes y diretes de la maniobra no los conocemos todavía, quizá nunca lo hagamos, pero lo que de veras me importa a mí en particular es el resultado. Soy consciente de que toda la maniobra hizo peligrar la integridad del producto y me cuentan que el desarrollo al completo se puso en entredicho al menos en una ocasión. Lo único que es cierto es que ya tenemos la versión final del videojuego, y que los esfuerzos han merecido la pena. RiME es un muy buen videojuego, y una demostración más del buen trabajo que se está haciendo en España con algunas propuestas de software tan arriesgadas, valientes y únicas como esta.

Porque cuando llevas cierto tiempo en esto de los videojuegos agradeces muy mucho algo tan genuino como lo que han propuesto en Tequila Works, una serie de conceptos que te saquen de la rutina. Ya me gustó mucho su más que notable Deadlight, sin embargo había ahí conceptos algo menos arriesgados que aquí, como la apuesta por un tema que es un seguro de vida como los zombies, o la inclinación hacia determinadas mecánicas de acción. No obstante, ya por aquel entonces en el lejano año 2012, se veían muchas cosas especiales en su propuesta y RiME no hace sino confirmar el potencial que hay en sus oficinas.

Vídeo Análisis


Sólo con el Corazón se Puede ver Bien

La historia de RiME es muy sencilla pero es emotiva, guarda algún que otro giro y tiene el suficiente misterio y peso como para que crea necesario el no hablar en absoluto de ella. Parece casi obligatorio que comience un análisis contando un poco la historia del videojuego, del mismo modo que cuando en una crítica literaria o cinematográfica se dan unas pinceladas sobre de qué va el asunto. Sin embargo, hay obras en estas tres artes que escapan de esos convencionalismos y que no se pueden contar: no sólo para preservar su integridad, sino porque de alguna manera las escribes tú mismo.

La torre oculta todos los secretos argumentales de RiME. Descubrirlos va a ser el principal reto y el motor de la experiencia del videojuego.
La torre oculta todos los secretos argumentales de RiME. Descubrirlos va a ser el principal reto y el motor de la experiencia del videojuego.


Y esto de "escribir uno mismo" se ha convertido casi en axioma de los mundos abiertos y, como es una categoría en la que podríamos incluir parcialmente a RiME, sería lógico pensar que hablamos de la misma manera de ser dueños de nuestro destino que en un Far Cry o en un Grand Theft Auto. En absoluto. En el videojuego de Tequila Works somos nosotros los que definimos lo que se nos cuenta porque, al terminar la aventura, tendremos ante los ojos una serie de hechos expuestos de una manera muy interesante, y seremos nosotros mismos quienes atemos los cabos para tratar de darle sentido y lógica a lo que hemos visto. Mis conclusiones serán muy distintas a las tuyas, así que en función de lo que sintonices con la aventura, lo que empatices con su protagonista y me atrevo a decir que incluso también en base a tus propias vivencias, creerás que el videojuego te ha contado una u otra historia.

Lo pequeño se hace grande


La fórmula narrativa que emplea el juego es fantástica

Lo único que es objetivo es que la fórmula narrativa que emplea el producto es fantástica, y que en este sentido el equipo ha demostrado tener un enorme talento. Es muy fácil contarte algo con voces, con diálogos, con escritos, con notas de audio o, incluso, con una voz en off. No hay absolutamente nada de ello en un título que exhibe una maestría digna de admiración a la hora de ser un relato que habla de emociones y sentimientos sin usar una sola palabra en las entre seis y ocho horas que nos llevará superar su campaña. Lo que se nos cuenta es sencillo, eso está claro, pero definitivamente es efectivo y encaja perfectamente con el estilo de aventura que hemos protagonizado.

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La ambientación está muy cuidada. Tequila Works ha creado una potente paleta de escenarios variados para no dejar de sorprendernos.
La ambientación está muy cuidada. Tequila Works ha creado una potente paleta de escenarios variados para no dejar de sorprendernos.


Desde que despertamos en una playa sin saber quiénes somos, de dónde venimos o a dónde vamos, hasta que terminamos el videojuego y entendemos el sentido que tenía nuestro viaje, todo se estructura de una forma muy clara. Hay cuatro capítulos que van proporcionando gotas de su universo aquí y allá para darnos algunas pistas sobre lo que está por venir, y la obra se cierra con un breve epílogo que es realmente revelador y que abre una cascada de emociones en apenas unos minutos, que es algo parecido al grifo de un torrente de sentimientos que Tequila Works ha contenido hasta entonces.

En esos cuatro niveles disfrutamos de estructuras muy claramente definidas. Los dos primeros son planteados como si de minimundos abiertos se tratara, con todas las claves de este género en cuanto a diferentes vías, coleccionables y objetivos que podemos resolver en el orden que queramos. Se trata de paisajes naturales de un tamaño moderado que podemos recorrer con libertad, y que a pesar de que tienen nuestras metas como algo que únicamente se sobreentiende, sí ofrece pistas muy claras sobre cómo llegar hasta ellas. Al equipo comandado por Raúl Rubio le ha preocupado mucho que el jugador tuviera un producto dotado de un buen ritmo, y desde luego lo ha conseguido. Si queremos desentendernos de la ¿línea? principal hay coleccionables y desbloqueables que pueden prolongar algo más la vida útil del juego si es que deseamos dar con la totalidad de ellos.

La cadencia no se rompe en la segunda mitad del título, sin embargo los niveles van cerrándose más y más y, aunque no esté relacionado con la merma de la libertad, la inspiración también se reduce ligeramente. No es que los capítulos tercero y cuarto sean malos, todo lo contrario, pero palidecen ante la brillantez no sólo estética sino también jugable de los que componen su espectacular arranque.

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Puestas de Sol Contra la Tristeza

Ritmo, ritmo, ritmo… Siendo conscientes como han sido de que el problema de muchos mundos abierto es el de mantener al jugador pegado a la pantalla y absorto por el devenir de los acontecimientos, en Tequila Works han querido luchar en la medida de lo posible por entorpecer lo menos posible el progreso del aficionado. Su esquema es el de exploración, puzles y plataformas, pero ninguna de las tres patas de la mesa sobre la que se construye su RiME es demasiado compleja. Si compás, tempo y velocidad han sido las tres palabras clave a la hora de crear la aventura, veo claramente que dificultad, complicación o enrevesado han sido los tres conceptos a evitar.

Lo pequeño se hace grande


Esto provoca que el reto que presenta RiME sea minúsculo. En primer lugar porque no hay combates, una decisión que veo acertada y muy claramente vinculada al hecho de que el protagonista sea un niño y, e incluso en una aventura de fantasía tan alejada de lo cotidiano como es esta, hay que mantener ciertas raíces fuertemente acomodadas en la realidad y la lógica. La segunda porque, así, el único reto al que nos enfrentamos son los puzles. Hemos visto videojuegos recientes como The Witness apostando también por el mundo abierto y los rompecabezas, sin embargo siendo el título de Jonathan Blow maravilloso como sin duda es, también podía ser algo frustrante debido a su endiablada dificultad. En Tequila Works han querido evitar esto en la medida de lo posible, así que han ideado una serie de ingeniosas pruebas mentales que son realmente originales y únicas, pero a las que ha faltado un pequeño empujón en términos de dificultad.

La mayoría de los puzles se asientan sobre muy buenas ideas, y a menudo son singulares. No obstante su dificultad es muy escasa. Si alguno se nos resiste recomendamos ojear el entorno. Estará pasando desapercibido para tus ojos algún detalle clave.
La mayoría de los puzles se asientan sobre muy buenas ideas, y a menudo son singulares. No obstante su dificultad es muy escasa. Si alguno se nos resiste recomendamos ojear el entorno. Estará pasando desapercibido para tus ojos algún detalle clave.


Los puzles entroncan claramente con la historia que se nos quiere contar

Hemos leído muchas cosas sobre parecidos entre este título y muchos otros en la faceta estética o incluso en ciertos aspectos conceptuales. No obstante, en lo que no admite comparación alguna es en sus extraordinarios rompecabezas, no sólo muy ingeniosos sino también con un espíritu que entronca claramente con la historia que se nos quiere contar. El conjunto tiene una lógica muy cuidada, tanto en el sentido de que encaja en la narrativa del título como por el hecho de que es tan razonable que no hacen falta pistas o tutoriales para sacarlos adelante. El factor de que todo se midiera por la razón y no se perdiera ni un minuto con explicaciones ha sido una preocupación para el estudio, así que me gusta mucho que desde el primer rompecabezas hasta el último ni siquiera el jugador menos experimentado vaya a echar en falta más razonamiento que el que pueda depararle su propio cerebro. Ya os advierto, si os atascáis en alguno la solución más sencilla siempre es la adecuada. Si no conseguís avanzar es que, sencillamente, estáis mirando en la dirección equivocada.

En el mundo de RiME encontraremos aliados y amenazas, descubrir de qué pie cojea cada uno es clave puesto que algunos pueden ser muy útiles.
En el mundo de RiME encontraremos aliados y amenazas, descubrir de qué pie cojea cada uno es clave puesto que algunos pueden ser muy útiles.


Eso sí, que el juego sea sencillo o que nunca se trate de poner trabas a nuestro avance no significa que no vayamos a morir. Hay enemigos en el mundo de RiME; y la propia isla, como queriendo sacudirse ante un invitado extraño al que no desea por ahí, me ha hecho morir algunas veces durante el transcurso de la partida. Como se está poniendo de moda en los últimos tiempos en determinado perfil de lanzamientos, el mejor mecanismo para solventar estas situaciones será al comienzo el de la huida. Aunque según vaya progresando la aventura y vayamos entendiendo los misterios del lugar en el que nos encontramos empezaremos a poder usar alguna improvisada arma de carácter místico, y que viene al hilo de esa contraposición constante entre luz y oscuridad en la que se basa el juego.

También encontramos algunas secciones de plataformas, abundantes, pero todas ellas se resuelven con la sencillez que caracterizan este tipo de dinámicas en los últimos tiempos. Se trata más de observar hacia dónde podemos movernos que de tener un mínimo de destreza en nuestras acciones.

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La Cólquida

En la misma medida en la que el protagonista de lo narrativo de RiME es su niño protagonista, también lo es la isla que recorremos. El hecho de que la campaña se dividida en porciones bien diferenciadas ha permitido al estudio crear identidades muy distintas para cada una de ellas, lo que funciona claramente en beneficio del propio título. A pesar de que es fácil ver paralelismos estéticos o incluso conceptuales en juegos como The Witness o Journey, lo cierto es que el trabajo de Tequila Works es suficientemente icónico como para demostrar haber encontrado su propia identidad.

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La clave de lo hermoso e impactante que es RiME es lo bien que conjugan todas las partes

La ejecución gráfica no es demasiado impresionante. Acostumbrados como estamos a estéticas fotorrealistas, lo cierto es que no he encontrado lugar para el asombro en el remate de los personajes a nivel de ropajes, texturas o incluso movimientos, con unas animaciones para estos últimos que son más que aceptables pero que no sorprenden. Lo mismo podemos decir de los lugares que recorremos, ya sean naturales o estructuras artificiales. El estilo escogido por el equipo de artistas hace que no haya espacio para florituras: todo está bien, hace los deberes y funciona correctamente; pero no esperes ver los poros en la piel del niño protagonista o un cabello delicado y creado filamento a filamento. Esto no trata sobre eso.

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Bucear, como navegar en cualquiera de los tipos de escenarios que recorreremos, es sencillo y cómodo. Un placer, no sólo para la vista y los sentidos...
Bucear, como navegar en cualquiera de los tipos de escenarios que recorreremos, es sencillo y cómodo. Un placer, no sólo para la vista y los sentidos...


Y es que, precisamente, la clave de lo hermoso e impactante que es RiME es lo bien que conjugan todas las partes y la inconmensurable dirección artística de la que hacen gala los trabajos de este estudio madrileño. Ya demostraron enorme carácter cuando firmaron el sobrecogedor Deadlight: una obra que empezaba a coquetear con un uso de las luces y las sombras mucho más drástico que el de esta ocasión, pero que dejaba ver a las claras lo mucho que es relevante esa temática en sus trabajos. La inspiración de clásicos de la pintura como Sorolla o Chirico es mágica y funciona perfectamente, dotando al juego de referencias e inspiraciones pero también de una personalidad incuestionable

Cuando la isla se nos muestra a plena luz del día con sus colores rotundos, vibrantes y saturados casi hasta lo irreal, hay pocas cosas más hermosas que este lanzamiento. Pasear por su mundo de marcado aroma mediterráneo es una maravilla que casi nos hace desear que no se marche el sol dentro del cuidado ciclo de día/noche que incluyen esos primeros compases del título. Después, como si en Tequila Works sintieran que ya han cautivado nuestra atención y ya pueden permitirse explorar otros horizontes, también se presentan lugares cerrados, juegos de luz y muchas cosas más. No tan hermosas, pero igualmente efectivas para el tipo de historia que se nos está contando.

Lamentablemente afea algo el conjunto el hecho de que la tasa de imágenes por segundo en consolas no sea nada constante. Hay repetidos problemas con la fluidez, con unas caídas en los frame-rates algo desagradables en los momentos más insospechados. Aunque, como siempre en estos casos, matizamos que esperamos una sucesión de parches que acaben solucionando este tipo de incidencias.


Lo que funciona como un absoluto reloj suizo es la banda sonora de David García, tan melancólica y emocional como parece requerir un juego de estas características. Estupendas partituras que se adaptan perfectamente a los distintos momentos que viviremos en la isla, y con algunos momentos sobrecogedores que son capaces de ponernos la piel de gallina. La música acaba siendo la voz de su mudo protagonista, pero también del lugar temible, aterrador y a la vez hermoso que vamos a recorrer.

Excelente

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Lo pequeño se hace grande
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Tequila Works se ratifica como un estudio a tener en cuenta con este espectacular RiME. Un videojuego muy hermoso en lo formal, pero que también emplea el ingenio de sus diseñadores para crear una experiencia con una fuerte personalidad. Sí, te puede recordar a otros productos del mercado en tráilers o imágenes, pero creéme si te digo que cuando lo juegas encuentras que es un producto muy único. ¿Qué le ha faltado? Algo más de desafío y mantener el genial pulso del arranque. Incluso así, ¿qué tenemos? Una aventura extraordinaria, emotiva y con alma. Se dice pronto.

Comprar RiME
  • Artísticamente es un videojuego realmente hermoso
  • Una de las bandas sonoras del año
  • Hay ideas realmente buenas para algunos de los puzles y desafíos
  • El diseño de los niveles y la identidad propia de cada uno de ellos
  • El juego empieza con muchísima fuerza, pero va perdiendo fuelle
  • El único desafío son los rompecabezas, pero su dificultad es minúscula
  • Las versiones de consola tienen problemas para mantener el frame-rate
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 6-8 horas
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