Análisis de NAtURAL DOCtRINE. La táctica por bandera

Análisis de NAtURAL DOCtRINE. La táctica por bandera
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Los juegos de rol tácticos no abundan últimamente, y menos aún los que consiguen llegar hasta nuestro territorio desde las fronteras japonesas, país de origen de la inmensa mayoría de estas producciones. Por eso nos complace recibir títulos como éste, aunque no sea de lo mejor del género.

Es algo que todos los que llevamos en esto un tiempo sabemos de antemano. Las producciones que cuentan con el sello de la compañía nipona Kadokawa Games no suelen ser convencionales. Y como era de esperar Natural Doctrine no supone ninguna excepción, juego que llega de manera exclusiva a las consolas de Sony. Este título se engloba dentro del terreno de los juegos de rol japoneses de claro enfoque táctico, como Fire Emblem, Tactics Ogre y demás producciones, las cuales apenas llegan con cuentagotas hasta nuestras tierras. Debido a su talante y a diversas características, se trata de un título que está destinado a satisfacer a un grupo muy selecto de jugadores.

Olvidaos de la sencillez y la vertiente casual. Aquellos que demandan juegos serios, complejos en todos los sentidos y adultos pueden encontrar en Natural Doctrine un título capaz de satisfacerles, ya que su dinámica de juego es realmente complicada, difícil de asimilar y repleta de posibilidades, sobre todo en lo que concierne a las batallas.

De hecho la aventura no se anda por las ramas a la hora de presentar su argumento, que a nosotros nos ha parecido más una excusa que una historia plasmada con esmero. De esta forma debemos acompañar a Jeff, a dos bellas chicas (Anca y Vasilisa) y a otros personajes más en su búsqueda de recursos para tratar de que su mundo y, también, su ciudad no caigan en su lucha contra otras especies y razas de monstruos y criaturas. La trama va avanzando de manera muy lenta y sosegada, algo que a pesar de que suele ser norma en el género, en este caso nos ha parecido más acusado de lo habitual.

Táctica de combate

Como todo fiel representante del género, las guerras entre nuestros protagonistas y los adversario son las que conforman la parte más destacada de la jugabilidad. Y de largo.

En este caso se deja notar la firma de sus creadores, puesto que han ideado un sistema bastante complejo que cuesta asimilar, al menos de manera global. Una vez nos vemos situados en el campo de batalla, dicho mapeado se divide en una especie de zonas delimitadas por cuadrados, lugar donde es posible guiar a nuestros personajes con libertad. Por otra parte se ha impuesto un sistema de turnos, como suele ser habitual en este tipo de títulos, el cual resulta muy sesudo y denso. Y gran parte de culpa de esto la tiene la colocación de los personajes que se dan cita en cada guerra, que pueden alargarse durante bastante tiempo, sobre todo si en ella intervienen muchos personajes.

La situación de cada uno de los tipos que se dan cita en el campo de batalla es clave, dado que en función de ello se pueden llevar a cabo diferentes situaciones. Por ejemplo, es posible resguardarnos detrás de ciertos elementos de los fondos para evitar que nos alcancen los enemigos equipados con armas de largo alcance, aunque por contra esto puede limitar parte de nuestra capacidad de maniobra. Pero lo más importante de todo tiene que ver con los combos, ya que es posible atacar a un adversario con varios de nuestros aliados, lo cual abre un buen surtido de nuevas acciones a realizar. Y por eso mismo es fundamental conocer al detalle tanto el orden de movimiento de nuestros protagonistas como el de los rivales, así como sus aptitudes. Un ejercicio de memoria y repetición que es de vital importancia para no acabar abatidos.

El sistema de combates es muy denso y sesudo, siendo necesario estudiar cada una de nuestras decisiones y estar al tanto de los rivales.
El sistema de combates es muy denso y sesudo, siendo necesario estudiar cada una de nuestras decisiones y estar al tanto de los rivales.

Precisamente la dificultad que ostenta esta aventura es otro de sus puntos más llamativos. Aunque es posible graduarla, aún así se trata de un título muy exigente en cualquiera de sus niveles de dificultad, y nos anima a combatir contra rivales más potentes que los miembros de nuestro equipo. Por esto mismo frecuentemente es necesario "grindear" o combatir de manera innecesaria para ir adquiriendo más experiencia y mejorar nuestras aptitudes. Y esto es algo que no demasiados jugadores estarán dispuestos a asumir, aunque también es cierto que no es algo extraño dentro de este tipo de propuestas.

Los combates ocupan buena parte de la jugabilidad, la cual como ya supondréis resulta muy exigente, táctica y desafiante. Pero también hay hueco para desplazarnos de un lugar a otro de los fondos a través de un mapeado global, seguir la evolución y el estado de nuestros aliados y equiparles como más nos apetezca o contemplar alguna que otra secuencia de vídeo, así como explorar los fondos, aunque éstos no dan mucho de sí. Y a esto se une la interactuación con otros personajes, diálogos que tienen lugar en inglés con subtítulos en ese idioma... otra traba más para ciertos usuarios.

Como aspectos más positivos, el título posee la función Cross Save entre todas las plataformas, lo cual seguramente satisfará a algunos usuarios. Y por otro lado, a la campaña principal (muy extensa, por cierto) se unen un modo cooperativo que funciona correctamente y un curioso modo competitivo basado en el uso de cartas. Nada especialmente destacado pero que aporta más empaque al conjunto.

El acabado de los personajes es demasiado simple, y los decorados siguen esa misma pauta. Parece un título de PS2.
El acabado de los personajes es demasiado simple, y los decorados siguen esa misma pauta. Parece un título de PS2.

El apartado gráfico es el que podéis advertir en las imágenes, sin aditivos. La versión para PS4, que es la que hemos probado, ostenta una calidad gráfica que está mucho más cerca de lo contemplado en juegos del género de la época de PS2 (pero en HD) que de la pasada generación de consolas. Pero también es cierto que este tipo de juegos no destacan nunca por su apariencia técnica. En fin, que tanto personajes como escenarios se muestran funcionales y poco más, y los efectos especiales apenas tienen relevancia.

El sonido está un escalón por encima, aunque tampoco es que sea excepcional, ni mucho menos. Las melodías resultan adecuadas pero acaban cansando, pero por fortuna los efectos de sonido están bien acabados y los diálogos hablados poseen un nivel más que aceptable.

Esta aventura táctica, compleja y muy exigente puede satisfacer a los usuarios más expertos y hábiles, aquellos que demandan JRPGs de calidad de corte táctico con mayor vehemencia. El resto lo encontrarán demasiado confuso, difícil e intrincado.

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Sin sello
La táctica por bandera

NAtURAL DOCtRINE

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Kadokawa Games nos presenta un juego de rol táctico y desafiante como pocas veces hemos experimentado en título alguno, y menos de PS4. Su desarrollo repleto de combates cerebrales y extensos atraerán a un grupo selecto de usuarios, pero sus defectos (complejidad general, lentitud en su desarrollo, textos sin traducir, etc.) echarán atrás al resto.

Comprar NAtURAL DOCtRINE
  • El sistema de batallas es realmente complejo y puede resultar apasionante.
  • ¿Queréis desafío? Pues aquí tenéis uno imponente.
  • Su modo cooperativo y opción Cross Save aportan interés.
  • Su mecánica de juego demasiado lenta y densa.
  • Gráficamente no es gran cosa, muy básico.
  • Su dificultad a veces alcanza niveles que roza lo frustrante.
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: 25-30 horas (mínimo)
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