Análisis de Styx Master of Shadows. Infiltración Sigilosa

Análisis de Styx Master of Shadows. Infiltración Sigilosa
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Olvídate de los grandes héroes y antihéroes encapuchados del sigilo y ponte en la piel de Styx, un goblin sin ningún problema moral en rebanar el cuello a sus víctimas. Todo para conseguir su preciado objetivo: el corazón del Árbol del Mundo.

Antes de que empezara la generación, muchos analistas y compañías aseguraron que cada vez veríamos menos juegos de presupuesto medio, debido al riesgo que supone lanzar un título al mercado. Nos alegramos de que se equivocaran, porque a día de hoy seguimos recibiendo propuestas tan interesantes como este Styx: Master of Shadows que, sin ser la gran sorpresa del sigilo que muchos esperábamos en él, sí tiene unas bases sólidas y clásicas que nos devuelven a otra época.

Donde sí intenta diferenciarse la nueva obra de de Cyanide es en su presentación: dejamos de ser un maestro ladrón, hasta dejamos de ser humano, para meternos bajo la verde piel de un goblin, que sobrevive a duras penas en una ciudad flotante que guarda celosamente su fuente de poder: el Árbol del Mundo, una fuente milenaria del elemento más codiciado: el ámbar. Esta sustancia es la principal energía de la ciudad y hasta es consumida por el hombre casi como una droga.

Es un planteamiento interesante, aunque al principio cuesta entrar en él, dándole una ligera vuelta de tuerca a los manidos mundos de elfos (también hay en este mundo), humanos y demás criaturas. Se adereza además con algún giro argumental que logra despertar nuestro interés a medida que vamos progresando, aunque sin ningún alarde. En el fondo, lo que aquí importa es el sigilo, justo el apartado donde las luces y las sombras son más intensas.

Ladrón verde

Como juego de sigilo en tercera persona, Styx se desenvuelve bastante bien. Llevar al goblin por los distintos escenarios nos hace sentir esa sensación de dominio y poder sobre nuestro entorno, al no ser detectado por nuestros enemigos y acabar con ellos desde la sombra. Utiliza la mecánica de zonas oscuras e iluminadas para jugar con los conos de visión de los enemigos y nos devuelve (como las últimas obras de sigilo han hecho sabiamente), a la planificación estratégica de nuestro recorrido y la ocultación metódica de cadáveres.

Ocultarse es la mejor forma de estudiar el escenario antes de dar un paso en falso.

No importarían tanto la falta de habilidades o de animaciones a la hora de interactuar con el escenario, si no fuera por los errores que comete en el proceso. El peor pecado que un juego de sigilo puede cometer es que seas descubierto por culpa de fallos en el control, en el movimiento del personaje o por una situación absurda; es decir, cualquier cosa menos un error tuyo. Y Styx te lo hace pagar en ocasiones haciéndote regresar a un punto de control de esos que nos hacen recordar décadas pasadas.

Dentro de estos fallos en el control, el más grave es el de los elementos plataformeros. Nuestro trasgo puede saltar de cornisa en cornisa o agarrarse a unos determinados objetos en las paredes, pero en el proceso nunca tienes la seguridad de hacerlo correctamente. En acciones comunes como descolgarte, mirar hacia abajo o saltar a otra zona, no sólo corres el peligro de que te detecten por hacerlo en el momento equivocado, sino también por fallar estrepitosamente debido a su pobre ejecución.

Los exteriores son los escenarios que más lucen en Styx, pero también los más difíciles debido a la falta de oscuridad.
Los exteriores son los escenarios que más lucen en Styx, pero también los más difíciles debido a la falta de oscuridad.

Pero no todo son sombras. Master of Shadows es capaz de tener sus momentos, gracias, por ejemplo, a sus enrevesados escenarios. Una maestría de niveles en muchas ocasiones que nos hacen andar con mil ojos para encontrar ese atajo que nos facilitará el paso de zonas peligrosas sin tener que hacer tanto uso de nuestra daga. La forma de afrontar cada situación es lo más agradecido de todo el juego. Buscar las sombras, la altura o utilizar algunas de las habilidades de nuestro personaje como la invisibilidad temporal, que nos oculta completamente a los ojos de los guardias, o crear un clon que nos ayude a abrir puertas o distraer a los guardas. Estos clones son uno de los puntos más originales del juego, ya que podemos llevarlos a donde queramos para que se cuelen por los huecos de las puertas o incluso potenciarlos para que agarren a los guardas o los distraigan.

Infiltración Sigilosa
Puedes luchar cuando te detectan, pero nuestra recomendación es jugar en difícil, donde se cargará el punto de control directamente cuando ocurra.
Puedes luchar cuando te detectan, pero nuestra recomendación es jugar en difícil, donde se cargará el punto de control directamente cuando ocurra.

La habilidades son escasas, y las que puedes ir desbloqueando a lo largo de la partida con los Puntos de Habilidad vienen prácticamente de serie en la mayoría de los juegos de sigilo modernos, pero algunas de ellas son originales, desde la clonación anteriormente mencionada hasta algo tan simple como coger un puñado de arena y lanzarlo a una antorcha, son realmente útiles. Todas las habilidades de Styx se activan gracias al poder del ámbar, y para recargarlo tendremos que conseguir pociones repartidas por el escenario o bien robárselas a los guardas antes de acabar con ellos.

Técnicamente, Styx no te sorprenderá. Se comporta francamente bien gracias a algunos juegos de luces ingeniosos y esa divina dicotomía de claroscuros que presentan los juegos de infiltración, pero está más cerca (mucho más) de la calidad que esperarías de la anterior generación que la de esta. Si eso no te importa mucho, encontrarás un título bien construido, sobre todo sus niveles, que afecta más en la jugabilidad por el hecho de esa falta de animaciones que quitan espectacularidad al conjunto.

Si Styx: Master of Shadows fuera un título tradicional, sería difícilmente recomendable hacerse con él de lanzamiento (incluso para los aficionados al sigilo que disfrutamos de prácticamente todo el género), pero Cyanide es consciente de la propuesta que tiene entre manos y sobre todo de su competencia, por lo que nos encontramos con un producto de precio muy reducido (poco más de veinte euros) desde el día de su puesta a la venta, lo cual lo puede hacer interesante para los aficionados tanto por su propuesta como por su duración.

Interesante

Sin sello
Infiltración Sigilosa

Styx: Master of Shadows

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Es difícil recomendar este título a cualquier jugador, relegando su interés a los más adeptos al género de la infiltración. Dentro de su rango, no es tan maestro de las sombras como su nombre parece indicar, pero hace su trabajo limpiamente. Su mayor fortaleza es sin duda ofrecer un sigilo tradicional, de esos de pararse y estudiar patrones de movimiento y explorar bien el escenario, pero se descubre al salir a la luz, con una pobre ejecución técnico y de control en sus elementos plataformeros.

  • La planificación metódica de nuestra ruta sin ser visto, un clásico que siempre funciona.
  • La habilidad como crear clones y controlarlos.
  • Caminos alternativos para llegar a nuestro objetivo.
  • Los niveles, grandes y magistralmente construidos.
  • Técnicamente pobre, en especial las animaciones.
  • Los elementos plataformeros nos harán fallar una y otra vez.
  • Inteligencia artificial básica.
  • Escasas habilidades y muy obvias en su mayoría.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 12-15 horas
Ver requisitos del sistema
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