Análisis de Star Wars El Poder de la Fuerza

Análisis de Star Wars El Poder de la Fuerza
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Star Wars debuta en la Next-Gen y lo hace con El Poder de la Fuerza, un videojuego destinado a explotar las bondades de los nuevos motores físicos para hacernos sentir como un verdadero Sith. ¿Está el título a la altura de lo que la saga galáctica merece? Descúbrelo con nosotros.

El cariño que en LucasArts sienten por todo lo que tiene que ver con su franquicia estrella, La Guerra de las Galaxias, se nota en el mimo con el que tratan a todos los videojuegos que las películas han inspirado. Los ha habido buenos, malos y regulares; pero sus valores artísticos, su intención de narrar historias y su deseo de ofertar experiencias jugables memorables, por lo general, siempre han quedado fuera de toda duda.

Desde la impresionante brillantez rolera de Caballeros de la Antigua República, hasta la frenética acción de los Jedi Knights, la saga se ha acercado desde multiples perspectivas al universo de George Lucas; sin olvidarnos también de otros géneros como el inmersivo shooter de Republic Commando o la estrategia ligera de Empire at War.

El Poder de la Fuerza, lamentablemente, no llega a las cotas de calidad de estos imprescindibles legados sobre la lucha galáctica entre el bien y el mal, y tampoco supone poner el pie en nuevos territorios. Sin embargo lo nuevo de Star Wars es un entretenimiento francamente bueno, con una historia muy bien contada, un apartado jugable robusto aunque algo repetitivo y, en definitiva, con una propuesta que hará las delicias de los fans de la saga cinematográfica y que también contentará a los que se acerquen a ésta por primera vez.

Bienvenido al Lado Oscuro
De forma muy hábil Star Wars comienza con un nivel a modo de prólogo en el que encarnamos a Darth Vader en Kashyyyk. Esta primera fase no sólo sirve como formidable introducción al tono del videojuego, sino que además nos da la oportunidad de saborear todos los poderes de la fuerza antes de que nos los arrebaten.

Esta técnica jugable de dejarnos pasar unos minutos con el control de un personaje al máximo de sus habilidades se está convirtiendo en algo habitual en los videojuegos recientes, y en esta ocasión se enmarca en una inteligente decisión argumental. En El Poder de la Fuerza encarnaremos a un jóven aprendiz del propio Vader, y será éste quien nos encuentre en el poblado cuando sólo somos un bebé.

Una gigantesca elipsis narrativa nos traslada a continuación a un momento mucho más avanzado, cuando el protagonista ya es adulto, se llama Starkiller, y controla una Fuerza que en los primeros años de su vida no era más que un diamante todavía por pulir encerrado en su pequeño cuerpo.

Lo confuso del bien y el mal en nuestro personaje será una constante en el videojuego. En la recta final de la campaña la historia cambiará de forma dramática en función de nuestra decisión.
Lo confuso del bien y el mal en nuestro personaje será una constante en el videojuego. En la recta final de la campaña la historia cambiará de forma dramática en función de nuestra decisión.

El Poder de la Fuerza viene a llenar un importante e interesantísimo vacío que, hasta ahora, había entre los episodios tercero y cuarto de la saga cinematográfica. No daremos demasiados detalles pues LucasArts se ha cuidado mucho de no dar mucha información sobre la historia, y no seremos nosotros quienes echemos a perder el secretismo.

Apenas daremos unos pequeños apuntes, como el hecho de que estaremos directamente bajo las órdenes del mismísimo Vader, que conoceremos a algunos personajes clásicos de la saga, que visitaremos lugares emblemáticos, y que en todo momento se percibe una acertada aureola de ambigüedad en la historia, que casa con el argumento como anillo al dedo.

El título cuenta con la única presencia de la campaña individual entre sus modos jugables. Ésta puede ser afrontada desde tres niveles de dificultad diferentes, siendo el más recomendable el medio. El máximo puede dar la equivocada sensación de adecuado en los primeros minutos de juego, pero ya en el enfrentamiento con el General Jedi Kota –uno de los primeros jefes finales- se revela como un mero escalado de resistencia de nuestros enemigos, lo que deriva en que algunas batallas contra esta clase de jefes puedan prolongarse de forma insufrible durante casi una hora.

Precisamente uno de los principales problemas de El Poder de la Fuerza se deriva de su equivocada sensación del escalado de la dificultad a través de los niveles. Está claro que sin una resistencia por parte del enemigo no hay reto, y sin éste no hay diversión; pero conforme vamos progresando en la aventura y nos vamos haciendo más fuertes, los rivales progresan igualmente en sus habilidades, bloqueando ataques imposibles, resistiendo los envites de la tradicionalmente inexpugnable Fuerza, y transmitiéndonos una sensación de que nosotros somos menos poderosos de lo que esperábamos, y sobre todo de que nuestro progreso no acaba de estar todo lo bien medido que debería.

El Avance de la Fuerza
El título que nos ocupa hace un formidable uso del pad, para distribuir un gran número de controles con una eficiencia que logra que la jugabilidad progrese de forma adecuada e intuitiva. Como es lógico en un título de acción en tercera persona de estas características la palanca izquierda queda para desplazar al personaje, mientras que la derecha mueve la cámara.

Sin grandes aspavientos la historia de El Poder de la Fuerza está muy bien contada. Las cinemáticas son de gran calidad, y pese a que acabamos sabiendo del protagonista menos de lo que nos gustaría el resultado es bastante redondo.
Sin grandes aspavientos la historia de El Poder de la Fuerza está muy bien contada. Las cinemáticas son de gran calidad, y pese a que acabamos sabiendo del protagonista menos de lo que nos gustaría el resultado es bastante redondo.

Los ataques cuerpo a cuerpo se solventan con un control que sirve, básicamente, para manejar la espada láser, mientras que uno de los gatillos se ocupa de los bloqueos. Ésta espada no corta a nuestros enemigos como hemos visto en las películas o en otros videojuegos de la franquicia, y es que parece que la calificación de edad +12 del lanzamiento ha requerido que el de los combates sea un apartado muy “light” en cuanto a violencia.

Más profundo y cuidado es todo lo que hace referencia a nuestro manejo de la Fuerza, el auténtico y genuino protagonista del título. Uno de los mayores aciertos del videojuego es el de presentarnos los poderes progresivamente, y darnos la oportunidad de mejorarlos en las vertientes que más se adecuen a nuestra forma de luchar.

Es esta evolución la que encontramos en el apartado del menú Mejoras de Fuerza, que a su vez se reparte en las ramificaciones Poderes de la Fuerza, Talentos de la Fuerza y Combos de Fuerza. Cada una de estas subdivisiones cuenta con una serie de disciplinas en las que podemos progresar así, por ejemplo, entre los casi treinta Combos de la Fuerza se cuentan la Patada Sith, el Salto con Tajo o la Electrocución Aérea; por su parte los Poderes son seis: el Rayo, Agarre, Lanzamiento, Escudo y la capacidad de Repeler. Por otro lado los Talentos son nueve, y mejoran a nuestro personaje en aspectos fundamentales como su fortaleza, su vitalidad o su resistencia. El sable, por último, también podrá ser mejorado, en esta ocasión engarzándolo con cristales de color y de energía, para mejorar su efectividad en combate.

La experiencia con la que avanzamos en las ramas de habilidades se obtiene con los combates, y cada vez que subimos un nivel se nos informa en pantalla, reflejando además el número de puntos que obtenemos para cada categoría. Lógicamente cada habilidad que desbloqueemos no costará lo mismo, y las más poderosas requerirán de varios puntos para ser desbloqueadas.

Que nadie espere gran profundidad de este apartado, pues todo el procedimiento es sencillo y de gran fluidez. Es un mero acompañamiento para el espectáculo de acción, y no sólo se progresa dentro de éste mediante la subida de nivel, sino que algunos lugares ocultos nos depararán grandes cantidades de experiencia.

Libera Tu Fuerza, Mi Aprendiz
El manejo de todos los poderes es igual de cómodo que su progresión dentro de éstos. Con un botón emplearemos el Empujón, que será tan útil para echar abajo ciertas estructuras como para liberarnos de la incómoda presencia de enemigos cercanos, mandándolos lejos con nuestra Fuerza.

Al matar a los enemigos restauramos nuestra salud, mientras que al combatir obtendremos experiencia.
Al matar a los enemigos restauramos nuestra salud, mientras que al combatir obtendremos experiencia.

El botón superior del mando, por su parte, queda equipado para diferentes disciplinas. En el primer nivel, por ejemplo, será el clásico estrangulamiento de Darth Vader con el que levantaremos en el aire a nuestros enemigos mientras se asfixian, en una maniobra extraordinariamente espectacular. Al comienzo de nuestro camino como Starkiller será un control sin función alguna, pero ya en los primeros niveles podremos desbloquear una descarga de rayos con la que ocuparlo.

Hay también otras habilidades aunque su utilidad es ciertamente irregular como, por ejemplo, la de arremeter, mediante la cual nos desplazamos a toda velocidad durante un breve espacio. Sin embargo hemos dejado para el final la más importante de todas, y es la de El Agarre, el verdadero potencial tecnológico y jugable de El Poder de la Fuerza.

Una vez que hemos apuntado el objeto o personaje que queremos mover, apretamos el gatillo derecho, control por defecto para el agarre, y clavamos los pies en el suelo para, empleando las palancas, mover elementos en el aire. En los combates esta técnica se revela de gran utilidad, y es que lanzar objetos contra nuestros enemigos, o incluso a nuestros propios rivales, es una de las mejores y más mortíferas estrategias.

Como es lógico no podemos estar todo el tiempo haciendo uso de estos poderes, ya que su consumo de energía es constante. La única forma de recuperar esta energía es esperar unos segundos, y la barra que la mide volverá a restablecerse de forma automática.

Por otra parte el componente acrobático se zanja con el botón de salto que, pulsado dos veces, multiplica la altura. Sin embargo su uso es muy limitado pues todo lo que hace referencia a las piruetas y plataformas está ciertamente poco poblado. Hay algunas partes del videojuego donde hay que saltar de una parte a otra con cierta habilidad, pero su uso generalmente se limita a aumentar las posibilidades de los combates y a evitar caer en esporádicas zanjas o brechas.

La Sala de Entrenamiento estará disponible en cualquier momento de la partida, y será muy útil para practicar las nuevas disciplinas que vayamos desbloqueando.
La Sala de Entrenamiento estará disponible en cualquier momento de la partida, y será muy útil para practicar las nuevas disciplinas que vayamos desbloqueando.

Muy pocas pegas, por lo tanto, en lo que se refiere al control. La única realmente notoria es que será habitual que el sistema de autoapuntado del blanco al que dirigir los poderes no goza de gran precisión, especialmente cuando hay múltiples objetivos cerca. Es entonces cuando hubiéramos deseado un procedimiento más ágil para rotar entre los puntos a los que apuntar.

Star Wars Light & Magic –Apartado Visual-
El Poder de la Fuerza es, definitivamente, un videojuego muy digno de la Next-Gen en su faceta gráfica. En primer lugar cabe destacar el formidable diseño artístico, que crea unos escenarios impresionantes que beben de las películas para llevarlas todavía más lejos, apoyados por una imaginería visual excelente.

El modelado de personajes también presenta un resultado estupendo, pues todos están muy cuidados, y por lo general sus animaciones gozan de un buen nivel. Las texturas, sombras, dientes de sierra y demás aspectos tecnológicos cuentan también con un acabado más que aceptable, con apenas algún defecto de clipping que destacar.

El videojuego, por otra parte, contaba con la gran baza publicitaria de emplear Euphoria y DDM como motores de física para dotar a todos los objetos de unas propiedades verosímiles y realistas. El resultado logrado es muy interesante, y encaja a la perfección con el corte del videojuego.

Lo cierto es que los objetos que podemos manipular son de un número escaso dentro de los escenarios, algo despoblados, de El Poder de la Fuerza. Sin embargo esta fascinante dupla de engines nos depara momentos impredecibles y divertidísimos, como el derribar a un grupo de soldados arrojándoles un bidón como si fueran bolos, ver como los enemigos se agarran los unos a los otros para tratar de mantener el equilibrio, o sentirnos realmente poderosos moviendo por el aire objetos masivos como incluso naves Tie.

Sin embargo hay algo que enturbia ligeramente este fantástico dispendio tecnológico, y es una tasa de imágenes por segundo más errática de lo que cabía esperar tanto en Xbox 360 como en PlayStation 3. Cuando probamos la demo ya nos dio la sensación de que un mayor trabajo en este sentido era deseable, y la versión final cuenta con los mismos problemas.

Estas caídas en el frame rate, además, no parecen responder necesariamente al hecho de que la pantalla esté poblada de enemigos u objetos, y en ocasiones sufre severos congelados de unas centésimas de segundo incluso cuando caminamos en solitario por un pasillo. No es que sea especialmente notorio, pero es ciertamente molesto, y hace bajar algunos enteros a la puntuación tecnológica del título.

El Poder de la Fuerza cuenta en su campaña individual con momentos realmente espectaculares. Mención especial a la lucha final, momento ineludible para cualquier aficionado a la saga.
El Poder de la Fuerza cuenta en su campaña individual con momentos realmente espectaculares. Mención especial a la lucha final, momento ineludible para cualquier aficionado a la saga.

El sonido es casi con toda seguridad el apartado más brillante de El Poder de la Fuerza, y esto se debe básicamente al atemporal score musical de John Williams. El videojuego utiliza multitud de las inigualables partituras de las películas, y las amplía con nuevos arreglos y temas de corte muy similar. El de los efectos sonoros también presenta el acabado esperado de un videojuego de LucasArts, con explosiones feroces y colisiones estruendosas.

El apartado del doblaje es el único lunar del título en este aspecto. Volvemos a tener en un juego de consolas al equipo de localización de Gears of War, Kane & Lynch y compañía, lo que quiere decir que el videojuego está enteramente traducido en textos y voces pero que tenemos que volver a oír a Marcus Fenix y al resto del pelotón Alfa. Por si fuera poco no sólo muchas de las voces no encajan con el aspecto físico de los personajes, sino que a menudo la desincronización entre lo que oímos y el movimiento de los labios es tan evidente que no se puede pasar por alto.

Instinto Sith –Conclusiones-
El Poder de la Fuerza es un notable título que cumple sobradamente las expectativas en el sentido de ofrecer un entretenimiento muy interesante basado en el siempre explotable universo Star Wars. Sin embargo que nadie espere encontrar aquí el videojuego definitivo de la saga, pues a pesar de que el título brilla en determinados aspectos –el argumento, el uso de los poderes de la Fuerza, etcétera-, se resiente de una jugabilidad algo más repetitiva de lo que cabía esperar.

Emplear la Fuerza es realmente divertido y, como hemos señalado, siempre depara situaciones impredecibles. Sin embargo el videojuego no nos emplaza a utilizar la imaginación para superar los combates tanto como cabría esperar, y el uso de los poderes acaba deviniendo en algo rutinario y reiterativo a corto plazo. La inteligencia artificial tampoco es particularmente desafiante, y esa puede ser otra de las claves de esa cierta sensación de monotonía.

Lamentablemente los mapas acusan un diseño excesivamente encajonado, que nos empuja a caminar a través de interminables pasillos que unen arenas más grandes en un proceder altamente repetitivo. Da la sensación de que con el impecable apartado artístico del videojuego y los formidables escenarios, éstos podrían haber dado mucho más de si como teatro para una faceta jugable más pulida. Sin embargo en todo momento estamos encorsetados por estrechos corredores e incluso por barreras invisibles que nos separan de, por ejemplo, inoportunas caídas al vacío.

La cámara de acción es un desenfadado añadido que nos permite seguir el vuelo de un enemigo al que hayamos lanzado en el aire.
La cámara de acción es un desenfadado añadido que nos permite seguir el vuelo de un enemigo al que hayamos lanzado en el aire.

Son estos aspectos negativos los que privan a El Poder de la Fuerza de ser el videojuego sobresaliente que tenía potencial para ser. No obstante sigue siendo un entretenimiento ligero y ameno para el aficionado, tanto si es conocedor de La Guerra de las Galaxias como si no.

Por último, y en términos de duración, destacaremos que el videojuego se compone de nueve niveles y tiene una duración más que razonable, que rondará las 9-10 horas si lo superamos en el nivel de dificultad Medio, y que puede ampliarse a casi el doble si lo intentamos en el desquiciante Difícil.

Bueno

Sin sello

Star Wars: El Poder de la Fuerza

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

A pesar de ser algo repetitivo, El Poder de la Fuerza es un título de acción en tercera persona realmente interesante. Los defectos de IA y la reiterativa forma de solventar los combates son aspectos que no nos deben distraer del hecho de que estamos ante un videojuego llamativo, ambicioso y en el que la acción no da ni un respiro.

Comprar Star Wars: El Poder de la Fuerza
Jugadores: 1
Idioma: Textos en castellano y manual en castellano
Duración:
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