Aventura, acción, plataformas, fuerte narrativa y un toque "metroidvania". Seguro que los ingredientes te interesan. Ahora lo que hace falta es que estén bien combinados y que el resultado tenga buen sabor. En el caso de Red Goddess: Inner World lo cierto es que el resultado ha sabido agridulce, pero aún así puede ser una buena alternativa si eres un incondicional de este tipo de propuestas. Os lo descubrimos.
Cualquiera de vosotros habrá vivido esta situación alguna vez. Te sientas, enciendes la consola, miras la "store" a ver si hay algo interesante y descubres un videojuego del que no se había hablado mucho pero que de cierto modo te atrae. Lo descargas, empiezas a jugarlo y de repente hay ciertas cosas que empiezan a echarte para atrás, así como ciertos conceptos jugables que no terminan de convencerte.
Pero esta es la vida del jugador, así que decides darle una oportunidad, y tras una hora más o menos descubres que habrías hecho muy mal en arrepentirte tan pronto de tu adquisición. Algo así ocurre con Red Goddess: Inner World. Desde luego no es el juego "indie" del año, ni tampoco lo va a ser del verano, pero cuenta con atributos que lo convierten en un lanzamiento a tener en cuenta, sobre todo si eres un incondicional de las aventuras plataformeras con esencia "metroidvania".
Está desarrollado por los españoles de Yanim Studio, y lo que más apreciamos es sin duda la base sobre la que se construye. Nos ha gustado. Sin embargo, y como explicaremos, ciertas parcelas tanto técnicas como de jugabilidad aportan la sensación de que al proyecto le quedaban aún unos pocos meses más de trabajo. Una pena que no le ha permitido llegar más lejos. Aún así es un videojuego interesante que por unos 15 euros nos ofrece un acercamiento genuino al género, algo así como un plataformas muy narrativo con elementos de Super Metroid e influencias -reconocidas por la propia compañía- del estilo de Outland. Un juego que no es perfecto ni mucho menos, pero logra distanciarse de sus semejantes, que no es poco decir dada la cantidad de títulos aparecidos.
Un "metroidvania" muy personal
La premisa narrativa sobre la que se levanta Red Goddess es uno de sus aspectos más importantes. Lo que más llama la atención en este sentido es que existe un narrador que aparece de forma intermitente en la aventura, que no sabemos quién es, pero que está ahí, contándonos el viaje de Divine, nuestro protagonista. Y esto también goza de su atractivo, ya que el juego es en realidad un viaje al subconsciente de este personaje, el cual tiene como objetivo tratar de evitar que su mente y espíritu sean destruidos.
En definitiva, una aventura muy metafísica que nos lleva a un planeta de auténtica fantasía que nos ayudará a conocer el trasfondo de nuestro héroe. Llamativo planteamiento en un guión que como mayor punto negativo tiene que está totalmente en inglés (tanto voces como subtítulos). Un inconveniente que se suma al hecho de que hay momentos que no calibran bien el peso de la trama, su equilibrio jugable-narrativo, tornando lentas ciertas partes del programa.
En cualquier caso, no son elementos suficientes como para echar por tierra el trabajo realizado, sobre todo en lo relativo a las mecánicas de juego. Nos encontramos básicamente ante una aventura de acción plataformera que se nutre de una fuerte componente de exploración al estilo metroidvania. De hecho, tenemos a nuestra disposición un elemento crucial: un mapa que podemos consultar mediante la presión del panel táctil del DualShock 4. ¿Nuestro objetivo? Tan simple, pero a la vez tan desafiante, como encontrar los cristales que nos dan acceso a nuevas zonas en el mapeado, que por cierto no es poco extenso.
Lo interesante del juego es que no podremos conseguir ciertos cristales hasta que no adquiramos algún nuevo poder. La habilidad para levantar plataformas, para romper rocas o para derrotar a enemigos a puño limpio nos permite llegar a sitios que antes eran imposibles. Por eso se trata de un diseño "metroidvania", uno que sinceramente está muy bien elaborado. Tenemos pequeños puzles y no faltan los combates ni tampoco las trampas, requiriéndose cierta habilidad para superar los peligros propuestos.
Es un videojuego interesante que por unos 15 euros nos ofrece un acercamiento genuino al género, algo así como un plataformas muy narrativo con elementos de Super Metroid
Por desgracia, no todo funciona de forma satisfactoria a este respecto. El control del personaje se torna un tanto inestable tanto en los saltos como en los combates, con una respuesta a los mandos que podría haberse pulido un poco más. Se trata de pequeños detalles pero que sumados generan episodios de frustración, esos que -como decíamos al principio del artículo- constituyen la clave para que el videojuego no haya llegado más lejos. Se puede acabar conviviendo con ello si es que estás muy interesado en su estilo jugable, pero no cabe duda de que es mejorable.
La sensación de progresión es otro aspecto a mencionar. Podemos recolectar dinero para mejorar nuestro nivel de vida y energía, que está muy bien. Luego es posible ir adquiriendo nuevos poderes e incluso subir el grado de experiencia del personaje. El hecho de ver el mapa completarse a medida que lo descubrimos es otro aspecto reseñable. Es decir, existe satisfacción por esta parte, la cual va a la par de descubrir nuevos entornos desde el punto de vista gráfico.
Visualmente es un título que al principio se torna extraño ya que le falta algo de nitidez de diseño en ciertas partes, pero después tenemos momentos que nos deslumbran con una paleta de colores muy bien estudiada, así como escenarios realmente bellos que se apoyan en el uso del Unreal Engine 4. La música, eso sí, no está muy presente, un escalón por debajo pero sin llegar a desfallecer. Se trata de un tono muy ambiental que se dedica a acompañarnos en este viaje que, en cierto modo, podríamos considerar como fuertemente sensorial.
Así que nos alegramos de que nuestros primeros momentos con el juego, realmente desconcertantes y negativos, se subsanaran parcialmente poco después. Puede que cueste conectar con su propuesta al principio, pero una vez entendida la premisa jugable todo se torna más atractivo al jugador. Si sois amantes del estilo "metroidvania" y no podéis dejar pasar ni uno de los exponentes que aparecen sobre esta variante, puede que Red Goddess os resulte curioso. Siempre por supuesto que valoréis todo lo que hemos dicho. Ya sabéis… No es un juego que puedas recomendar a todo el mundo.
Típico caso de videojuego que parte de una base interesante pero que no se ha sabido explotar de forma conveniente. Red Goddess cuenta con buenas ideas en su construcción, como un diseño "metroidvania" realmente llamativo, una estructura de juego notable y una narrativa muy presente. Sin embargo, ciertas inconsistencias en el control, un acabado mejorable y por tanto la necesidad de un mayor esfuerzo en términos de diseño han impedido que pueda llegar más lejos. Aún así, puede gustar a los amantes de la exploración plataformera con toques de acción al estilo Super Metroid.
- Sensación de progresión. Encontrar cristales se vuelve una tarea adictiva
- El diseño metroidvania está bien elaborado. Obliga a volver sobre nuestros pasos
- La narrativa, aunque en inglés y algo pesada, está muy elaborada
- El acabado es mejorable
- Inconsistencia en los controles
- Las secciones plataformeras y de combate no terminan de ser del todo satisfactorias
