World of Final Fantasy. No muchas veces el título de un juego resume tan bien la esencia de un videojuego. Square Enix ha conseguido reunir en un disco mágico lo mejor de esta licencia. Tiene nostalgia, sentimientos, alegría, belleza… Si te gusta Final Fantasy, te gustará este videojuego. Te explicamos el porqué en este análisis.
Imagínate que varios grandes directores se unen para hacer la misma película, o que cantantes consagrados juntan sus voces para un nuevo disco. En estos casos, no solemos tener término medio. O nos parece una genialidad… o nos parece un desastre. World of Final Fantasy surgió como algo así, una especie de remezcla de perspectivas sobre la licencia. Un videojuego en que los mayores creativos de la compañía combinaban su talento. Pero tranquilos, podéis respirar. El experimento ha salido bien, muy bien.
Y sorprende, es imposible negarlo. Mientras jugaba, veía el pesimismo de Tetsuya Nomura alternándose con la alegría por vivir de Yasuhisa Izumisawa. A una escena de pena lastimosa le sigue otra repleta de colorines y una belleza magistral. Una tragicomedia, como al final han acabado siendo la mayor parte de Final Fantasy, y oye, eso está muy bien. No me lo esperaba para nada.
De hecho, a medida que pasaban las horas, mi interés crecía. Había jugado la preview hace unas semanas y mis sensaciones eran buenas, pero no tanto como ahora. Tiene reto, es muy largo y aunque resulta recomendable para nuevos jugadores, es una auténtica oda de fantasía para los fans de toda la vida. A ninguno de ellos se le van a caer los anillos por jugarlo. ¡Qué demonios! Diría que es más Final Fantasy que muchos de los juegos de la franquicia que hemos visto en los últimos años.
Talento concentrado
Hay magia en la forma en que se ha hecho todo esto realidad. ¿Cómo meter en el mismo pack los diseños de Nomura e Izumisawa sin que todo salte por los aires? Con una solución salomónica: algo tan sencillo como apretar un botón. Lann y Reynn son los gemelos protagonistas, y pueden alterar su forma en cualquier instante. En una, parecen salidos de Kingdom Hearts. En otra, se vuelven diminutos, al estilo chibi.
No es un mero truco visual. Tiene implicaciones jugables. Las estadísticas varían, así como las posibilidades combativas. Por cierto, es importante hablar de esto. El sistema de batalla es una ligera variante del Active Time Battle de toda la vida, con una barra lateral que nos muestra lo que nos queda para realizar la siguiente acción. Es fácil de entender, muy intuitivo. Se acompaña de accesos directos para atacar, defendernos o usar un objeto… pero qué queréis que os diga. Casi que me olvidé de ello cuando me enteré de que se puede luchar desde el menú clásico, ese de color azul tan característico, que es como sentirse en casa.
Diría que es más Final Fantasy que muchos de los juegos de la franquicia que hemos visto en los últimos años
No obstante, si tengo que quedarme con algo es con esa sensación de angustia cuando tu barra de vida está tiritando y le toca atacar a un jefe. Rezas porque falle o escoja alguna otra cosa que no sea fulminarte. Pero eso es al final lo que más me ha gustado: la tensión en los enfrentamientos. Cómo llegas justito de nivel y clamas al cielo cuando te matan. También el terrible dolor que sientes si se te ha olvidado guardar partida desde hace una hora.
Así pues, mi camino por World of Final Fantasy fue a base de bofetadas. La más fuerte que me llevé es porque -sin preámbulos- es un Final Fantasy clásico, como los antiguos. Su estructura está basada en poblados, mazmorras y un viaje a través de escenarios variados y estéticamente maravillosos. Hay tiendas para reabastecernos. Hay personajes con los que conversar. Hay "quests" para expandir un poquito más la excelente duración, que anda sobre las 35-40 horas.
Si esta no es suficiente nostalgia, aparecen personajes de todos los tiempos y épocas de Final Fantasy, desde el guerrero de la luz hasta la más reciente Lightning. Es una absoluta gozada, ya que en algunos casos se nos presentan misiones relacionadas con ellos. La sorpresa ha sido mayúscula, pero es que esto no se queda aquí.
Mi apaleamiento no tardó en llegar. Me enteré de que se podían capturar las criaturas contra las que luchabas, y que se deben usar sus habilidades para seguir avanzando. Encima puedes hacer formaciones con ellas y multiplicar las posibilidades de victoria. Tácticamente es un juego muy completo, con un árbol de habilidades no sólo para los dos personajes principales, sino para cada una de las criaturas que reclutamos. Es un poco tedioso estar pendiente de todos, de usar los puntos de habilidad cada vez que los obtienes. Aunque sí, tenéis razón, esto tiene su vertiente positiva: indica complejidad.
Lo que no está de más es criticar la narrativa. No es mala, pero se encuentra algo lejos de lo que estamos acostumbrados. Es normal. Concentrar tantos personajes al final da lugar a un teatrillo en el que algunos de ellos sólo aparecen prácticamente para decir "hola" y "adiós". Aún así, yo me lo esperaba, y lo he disfrutado. Es mejor que no vayas con demasiadas pretensiones en este sentido.
Otro aspecto es que no todo el juego se encuentra al mismo nivel, con combates que no logran mantener el mismo equilibrio en dificultad. Supongo que es un poco el precio a pagar por tanta genialidad reunida. No podía ser redondo. Sin embargo, ha conectado tanto conmigo que me parece injusto acabar este análisis así... Porque me he emocionado con los paisajes, porque me he divertido con los diseños, porque técnicamente va como la seda, porque hasta la batalla más intrascendente (de esas que haces para "levear") me ha resultado interesante por una u otra razón. Porque soy un purista y me permiten poner las voces en japonés (subtítulos en castellano). Porque no me ha importado soportar unos tiempos de carga algo elevados para comprobar lo que venía después.
He sufrido una auténtica paliza por ir con prejuicios, por pensar que esto era sólo World of Final Fantasy, y no un Final Fantasy como la copa de un pino. Pero los golpes son bien merecidos. Lo bueno es que ahora vosotros iréis sabiendo que este es un gran videojuego, que tiene magia, que es un ejercicio de fan service estupendo. Las únicas palizas que os darán es en los combates del juego (espero). Ir con cuidado, llevad siempre encima unas cuantas pociones y, ya sabéis, que no se os olvide guardar partida.
Si eres fan de Final Fantasy no sé qué haces todavía aquí. Hay un magnífico videojuego que te está esperando. La nostalgia que contiene, la belleza que evoca, la pasión visible en sus autores… Es un juego que va de corazón a corazón, un mundo de sensaciones sobre todo el universo de la serie, una auténtica carta de amor para los seguidores. Y si no lo eres, seguramente te conviertas a uno de ellos, porque este juego es más Final Fantasy de lo que te imaginas.
Comprar World of Final Fantasy- Es más Final Fantasy de lo que podrías imaginar
- Nostálgico, con guiños, mágico… Un fan service total
- La captura de criaturas y sus posibilidades tácticas en batallas
- Visual y musicalmente es un videojuego precioso
- Su duración es magnífica, 40 horas, pero pueden ser muchas más
- A nivel narrativo no tiene una historia a la altura de la saga
- El juego no logra mantener el mismo equilibrio en dificultad durante toda la aventura
