Análisis de FlatOut 4 Total Insanity. Locura sin sentido

Análisis de FlatOut 4 Total Insanity. Locura sin sentido
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Está bien eso de hacer el loco de vez en cuando, de estrellar tu coche contra otros en carreras tan irreales como divertidas. Sin embargo, lo de divertido es un calificativo demasiado generoso para Flatout 4: Total Insanity. Más bien, lo suyo es una locura sin mucho sentido.

Si os ponéis a buscar frases de personajes célebres acerca de la indiferencia, daréis con una realidad incómoda: es el peor de los males. Flatout 4: Total Insanity pasará sin pena ni gloria en el género de la conducción, y lo que seguramente más duela, en el subgénero del "apártate que voy a destrozarte con mi tartana motorizada".

Lejos quedaron los mejores días de esta licencia, los cuales acabaron cuando los finlandeses de Bugbear Entertainment decidieron bajarse del coche para probar nuevos circuitos. Cogió el volante Team6 con un Flatout 3 esperpéntico… Ahora toman asiento los franceses de Kylotonn, no excesivamente conocidos más allá de haber producido los pasables WRC5 y WRC6, lo cual tampoco nos invitaba a esperar un milagro.

No hay muchos referentes dentro de la disciplina de las carreras de destrucción, y tal vez eso salve un poco el asunto, pero como juego de velocidad aburre muy pronto y le falta carisma. Corre siempre a medio gas, con una ejecución de serie B, convirtiéndose en una alternativa de juego accesoria, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de cosas que luchan hoy en día por nuestro tiempo.


Coches de choque
Flatout 4: Total Insanity no quiere proponer algo fresco o sorprendente, sino que trata de rebuscar en el pasado… y no de la mejor manera. El modo carrera es su principal aliciente: 24 copas con un respetable número de pruebas y circuitos, normalmente relacionados con llegar los primeros a meta.

Podemos personalizar nuestro coche con varios diseños, así como mejorarlo a medida que ganamos dinero.
Podemos personalizar nuestro coche con varios diseños, así como mejorarlo a medida que ganamos dinero.


La mitad del juego es un "autos-locos" con 12 competidores por carrera, cifra adecuada para asegurar que te encuentres con alguien a quien embestir (o que te embista). Aquí es donde te das un portazo con el mayor punto flaco del juego: su control y físicas. Da al traste con todo lo demás. Los coches parecen flotar sobre el terreno, la respuesta es muy débil y por ello se causa el temido efecto de parecer que llevas una barca, en lugar de un coche.

El manejo no es intuitivo ni previsible, llevando a frustraciones que se manifiestan en salidas del circuito, vuelcos y trompos que es difícil evitar. Los impactos también están mal tratados, no existiendo una correspondencia entre la fuerza del impacto y la reacción tanto visual como jugable. El videojuego presume de utilizar la tecnología PhysX del fabricante Nvidia, pero los resultados no son como para hacerlo.

Locura sin sentido


Corre siempre a medio gas, con una ejecución de serie B

No niego que las carreras puedan hacerse entretenidas por momentos, como cuando usas el nitro y todo sale lo suficientemente bien como para que adelantes a unos cuantos rivales del tirón. Está muy bien eso de que tu capacidad de acelerar se incremente a medida que impactas con los rivales: es un buen incentivo. La música, con ritmos rockeros, animan el resultado, y los gráficos no están mal. Se agradece que muchas cosas en el escenario se partan por la mitad a nuestro paso, que hagas cosas como abrir un portón de un golpetazo, atajes o descubras un camino oculto. Sin embargo, todo se rompe como si fuese de cartón, y eso te deja con una sensación agridulce.

Lo peor viene inexorablemente cuando compruebas que no te lo estás pasando bien, que no hay una progresión lógica ni equilibrada. Es más sencillo mejorar el penoso bólido que te pillas al principio del juego antes que comprar algo mejor… y puedes tirarte así bastante tiempo. Flatout 4: Total Insanity no es tan deslumbrante como para ir detrás de él de esta forma. Hace repetir pruebas, y de tanto repetir uno al final acaba harto…

El videojuego tiene sus momentos, pero a nivel de físicas le ha faltado dedicación.
El videojuego tiene sus momentos, pero a nivel de físicas le ha faltado dedicación.


La otra mitad del juego viene por parte del modo Flatout, un total de 42 pruebas bastante variadas. Es un poco Jackass en este sentido: hacer el burro con tu bólido en arenas donde sólo debe quedar uno o planteamientos como hacer saltar al piloto a través del salpicadero para impactar con unos bolos o caer en unos hoyos de golf. No estaría mal si no fuese por una alarmante falta de cuidado, otra vez, en el aspecto de físicas. No funciona bien.

Funciona mejor el multijugador online, que permite tanto carreras como combates todos contra todos en arenas, bajo varias submodalidades. Ocho jugadores simultáneos y partidas que, desgraciadamente, es bastante difícil encontrar. No hay muchos usuarios con el juego actualmente, lo cual dificulta la conexión. En cualquier caso, cuando funciona, lo hace bien, sin complicaciones.

Regular

Sin sello
Locura sin sentido

FlatOut 4: Total Insanity

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Flatout 4: Total Insanity trata de correr junto a los primeros títulos de la licencia, cogiendo su rebufo… pero descubre que al poco de salir, ya se han escapado. El videojuego de los galos de Kylotonn se acaba convirtiendo en una locura motorizada sin sentido de la diversión, que aburre a las pocas carreras y que no cuenta con una calidad acorde a lo que el género necesita.

Comprar FlatOut 4: Total Insanity
  • Buena cantidad de circuitos, vehículos y modalidades de juego
  • Consigue cumplir en el aspecto audiovisual, especialmente en temas musicales
  • Mal diseño de control y físicas
  • La monotonía no tarda en llegar
  • Enfoque regular en términos de progresión
Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: Incalculable
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...