Irreverente como pocos y de gatillo fácil, el loco de Masacre asalta a tiro limpio los circuitos de PlayStation 4 y Xbox One con una adaptación a la nueva generación de ese curioso hack'n slash gamberro, que en su momento ya jugamos en las plataformas del pasado ciclo. ¿El resultado? Básicamente el mismo que entonces, pues no hay cambios ni en la base jugable ni casi tampoco en lo visual.
Por el carisma de su protagonista y el loco sentido del humor que impregna la obra Deadpool lo tenía todo para convertirse en uno de los grandes juegos de acción hack'n slash de la pasada generación; pero no lo hizo. Ni lo logra tampoco con el reciente estreno de su versión para Xbox One y PlayStation 4, que para ser sinceros se muestra prácticamente idéntica al original. No hay novedades en lo jugable, ni tampoco grandes diferencias visuales, ni mucho menos más contenidos que te inviten a explorar el oscuro y caótico universo Marvel en el que se ambienta el juego, obra de un equipo con cierta reputación como High Moon Studios, del que tras ver su trabajo en la serie Transformers esperábamos mucho más.
¿Qué le pasa para que nos mostremos así de duros? Pues ni más ni menos que al margen de su disparatado sentido del humor, que lo tiene y a raudales, estamos ante un juego de acción simple y repetitivo que sí, entretiene lo suyo, pero nunca va más allá de eso. Es demasiado plano en su acción, con pocas variables a la hora de enfrentar a unos enemigos que para más inri también son extremadamente repetitivos. Así que aunque te puedes reír, y lo harás, un personaje como Masacre merecía algo más que este festival de tiros y golpes de espada sin ton ni son que, eso sí, también tiene algunas virtudes relacionadas en su mayoría con la forma de contar la historia.
El antihéroe que rompió la cuarta pared
Lo mejor de este proyecto lo encontramos por en el guión, el cual precisamente ha sido ejecutado por uno de los autores de esta serie de cómics nacida a principios de los 90 de manos de Rob Liefeld y Fabian Nicieza, Daniel Way. Para resumirlo, lo mejor de Masacre es Masacre, un auténtico antihéroe que cumple misiones a su manera: riéndose del personal y rompiendo la conocida como "cuarta barrera" (dirigiéndose en muchas ocasiones al propio jugador).
Las continuas bromas siempre en referencia a la cultura pop esbozarán una irremediable sonrisa en los usuarios. Los desarrolladores se ríen de los eventos "quick time", de los tutoriales y de hasta cuando nos perdemos en un nivel. El hecho de no tomarse en serio es loable, pero no si la jugabilidad es tan repetitiva, imprecisa y carente de originalidad.
Básicamente, Masacre es un "beat 'em up" genérico, muy apoyado en la idea de repartir mamporros a diestro y siniestro, disparar en alguna ocasión y practicar algo de plataformeo en el poco tiempo que resta. Un esquema que pesará sobre el jugador a la escasa media hora de partida, contemplando cómo la situación no mejora con la llegada de los 8 niveles en que se divide la campaña para un jugador (no tiene cooperativo ni multijugador). Y eso que existe un modo adicional para explorar escenarios ya recorridos en busca de ciertos retos, con opción de subir nuestros tiempos a los rankings online.
En este sentido, el título de Xbox One y PlayStation 4 viene acompañado de todos los DLC que se estrenaron con el original, y que incluyen nuevos desafíos a los que hacer frente, amén de dos trajes adicionales para Masacre (el de Uncanny X-Force y D-Pooly), Pero ni con esas, la experiencia de juego rondará en torno a las 6-8 horas. Que sabe a poco poco.
¡La hora de los palos!
No se puede decir que el sistema combativo sea lo peor del juego, pero sí que resulta impreciso y falto de innovación, problemas idénticos al resto de mecánicas de juego. La ensalada de espadazos -con combos y hasta contraataques- se convierte así en una bomba para la jugabilidad, deteriorada por la monotonía de avanzar por escenarios y acabar con los mismos esbirros una y otra vez. Se pueden combinar dos botones de ataque, y gozamos de la oportunidad de teletransportarnos para esquivar ofensivas, pero el conjunto deja la sensación de que se podría haber hecho mucho más.
Lo mejor del juego lo encontramos en su guión creado por uno de los autores de la serie de cómics
Por lo menos los jefes finales cumplen, y existe un buen puñado de mejoras para adquirir combos y técnicas más espectaculares. En particular, tendremos acceso a armas de fuego, haciendo uso de ellas mediante una perspectiva sobre el hombro. Apuntar y disparar se convierte así en otra de las dinámicas más importantes (se deja al usuario escoger si liarse a espadazos o balazos en cada momento), pero no en la más satisfactoria. Otra vez, la imprecisión reina, entorpeciendo el ritmo de la aventura.
Pero si hay algo que verdaderamente cause frustración, esas son las partes plataformeras. La falta de respuesta es aquí aún más prominente, con unos movimientos que se sienten demasiado imprecisos, bruscos. Sinceramente, lo mejor de la obra son sus secciones menos habituales, como los disparos desde la torreta de un helicóptero, un homenaje a las plataformas del mítico Castlevania, o la reconstrucción en 8 bits de las mazmorras de Zelda. Todo lo demás será más o menos interesante por el humor representado mediante Lobezno, Cable, Muerte y compañía; pero no a través de las claves jugables.
Masacre sólo para fans
No esperábamos de Masacre un gran alarde audiovisual; tampoco lo hemos recibido. Es un título muy discreto en este sentido, cuya mayor bondad reside en hacer un buen uso de las técnicas gráficas para representar un estilo cómic muy remarcado. Pero si pensabais que esta nueva versión iba a sacar provecho a PlayStation 4 y Xbox One… nada de nada. El juego luce prácticamente idéntico al original. Sí, es más estable en su tasa de imágenes por segundo y tiene más resolución, pero nada más. Así que estamos en las mismas. Deadpool es demasiado discreto técnicamente hablando. No sorprende ni destaca en lo más mínimo al margen de las animaciones de un personaje protagonista que, cómo no, es el protagonista absoluto de su juego.
Lo peor de todo el conjunto es la repetición de enemigos y el poco esfuerzo puesto en crear escenarios con más personalidad y detalle. Aunque no todo es negativo. La tasa de imágenes es constante -salvo puntuales excepciones- y contamos con la voz de un habitual del sector: Nolan North. Él ha sido el responsable de dar voz a Nathan Drake y Desmond Miles. Como era de esperar, ha cumplido y con creces al prestar sus cuerdas vocales a Masacre, aunque no ha conseguido amortiguar el resultado obtenido en el apartado musical, plano y sin carisma.
Dado que la voz de Nolan se ha convertido en uno de los reclamos más positivos del producto, es casi lógico que no se haya doblado al español, pero tendremos subtítulos, los cuales logran captar la esencia de lo que se dice (que no era fácil). Factor este último fundamental para sacar partido del único aspecto que debería apreciar el futuro jugador de Masacre: su humor. Los que busquen algo más, probablemente se vean decepcionados, a no ser que sean acérrimos fans del no tan popular, pero sí carismático, personaje de la Marvel.
A veces el humor puede con todo, pero desgraciadamente este no es uno de esos casos. Aunque tenga muy buenas intenciones, con un personaje carismático, obsceno y loco de remate, el plano jugable no acompaña en un hack 'n slash monótono y carente de ideas más allá de las brillantes referencias a otros videojuegos y elementos de la cultura pop. No se toma en serio, y eso es algo digno de mención, pero desgraciadamente la calidad no acompaña, dejando el título relegado a formar parte de las estanterías de los más acérrimos fans.
Comprar Masacre- Gran sentido del humor. La acción es tan disparatada que es difícil no reír
- Los combates contra supervillanos
- Acción demasiado simple y repetitiva
- Diseño de niveles muy soso. Ni son originales ni tampoco divertidos de explorar
- Poca variedad de enemigos. Al final siempre es lo mismo
- Secciones de plataformeo muy discretas. El control de Masacre no es fluído
