Con la película de Angry Birds de fondo, Rovio ha querido aprovechar la oportunidad de traernos una nueva propuesta de su serie más conocida. Y como te contamos en este análisis, Angry Birds Action! nos propone nuevas ideas pero la misma solidez y diversión de siempre.
Tenemos bastante claro que el 13 de este mes va a producirse una ola de expectación desproporcionada generada por el estreno de Angry Birds: La Película. Este largometraje de animación se ha convertido en uno de los reclamos más importantes del año y por eso mismo sus creadores, Rovio, no han querido perder la oportunidad de desarrollar un juego para móviles inspirado en dicho film. Angry Birds Action! es precisamente eso, un videojuego basado en la película que nos trae una jugabilidad algo cambiada en relación a lo vivido en anteriores ediciones de esta franquicia.
Por compararlo con algún concepto, lo cierto es que la mecánica de juego nos ha recordado mucho a la que solemos disfrutar en los clásicos juegos de pinball. Una idea no especialmente original pero que nos ha hecho pasar buenos ratos en la isla tropical más alocada del mundo.
En lugar de tener que acabar con las construcciones creadas por los cerditos verdes como suele ser la costumbre en esta saga, en esta ocasión nuestra propuesta en las decenas de niveles que debemos ir superando en esta aventura es ir recopilando (o destruyendo) una cantidad de objetos determinada que están repartidos por los escenarios ya sean huevos, cajas de bombas o golosinas, por citar unos ejemplos.
Nuestra tarea consiste en usar a Red (aunque más tarde desbloqueamos a otros personajes), el pájaro rojo más conocido del universo, para que se desplace corriendo hacia dichos objetos, siguiendo un patrón similar al que normalmente tendría una bola. Efectivamente, una vez impulsamos al protagonista desde la zona inferior de la pantalla, éste sale corriendo y va rebotando por los diferentes objetos que forman parte del escenario mientras dura su impulso. Y debemos calcular bien dichos rebotes para ir recogiendo los objetos de postín y alcanzando las puntuaciones más elevadas mientras destrozamos todo lo que encontramos a nuestro paso.
Diversión arcade
Esta oferta lúdica tan sencilla da lugar a un grado de diversión notable. Y más si tenemos en cuenta que a medida que avanzamos vamos disfrutando de nuevos elementos de juego que van añadiendo más dinamismo y capacidad de entretenimiento a la propuesta básica.
Para empezar, Chuck y Bomb también son controlables, personajes que gozan de sus propias habilidades, como por ejemplo la capacidad para explotar de éste último. También es posible ir recogiendo diferentes objetos y potenciadores que nos permiten, por ejemplo, convertirnos en pelotas de playa para ganar más inercia cuando rebotamos con los objetos. Y por supuesto, los cerdos verdes también aparecen y tratan de molestarnos todo lo que pueden, enviando muchas veces obstáculos al escenario en el que nos hallamos.
El control es realmente sencillo, algo habitual en esta saga, y debemos afirmar que a pesar de tratarse de un free to play y todo lo que eso conlleva (una curva de dificultad que acaba siendo muy pronunciada, tiempos de espera para poder seguir jugando sin pagar, etc.), lo cierto es que no transmite una sensación de frustración al jugador en ningún momento por presentar elementos pay to win demasiado evidentes.
Además gráficamente es un juego muy agradecido, con un gran modelado de personajes, cierto grado de espectacularidad cuando la cámara se acerca a nuestro personaje durante algunas acciones trascedentes y escenarios muy coloridos. Como curiosidad, el título nos permitirá desbloquear una escena inédita en la película y nos habilitará nuevos niveles mediante el reconocimiento de voz del micrófono, una técnica de marketing que nos ha llamado la atención.
Una vez más Rovio da rienda suelta a su gallina de los huevos de oro y nos trae un juego inspirado en el inminente largometraje de animación Angry Birds La Película, dejándonos un título que plantea una jugabilidad similar a la disfrutada en los pinball de toda la vida pero aderezada por los personajes tan famosos. Diversión sana y atrayente que apenas sufre por su planteamiento free to play.
- El planteamiento pinball ha sido bien concebido
- Los diferentes objetos que podemos recoger añaden frescura
- Gráficamente es un juego muy elaborado y lleno de vida
- No es un saca cuartos como otros free to play
- La curva de dificultad no es la más “justa” del mundo
- Si no queremos gastar dinero, tendremos que esperar con frecuencia
