Ponte al mando de los ejércitos, domina los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, y demuestra tu valía como estratega en este espectacular videojuego obra de los autores de la serie Wargame. Nos apartamos momentáneamente de la lucha para contaros en el análisis de Steel Division: Normandy 44 por qué no debéis dejar escapar este videojuego.
Caen las bombas y mueren tus camaradas. Es un absoluto caos. Las divisiones de infantería se mueven de aquí para allá, la artillería pesada arrasa con todo, los tanques malamente sobreviven a las emboscadas que el enemigo ha tendido en las calles de una gran ciudad y mientras... ¡gritas!, comandas a tus tropas, perdido en un maremágnum de muerte y destrucción que cuesta describir con palabras. ¡Hay que verlo!, hay que sentirlo para entender la grandeza de Steel Division: Normandy 44, el nuevo videojuego de estrategia desarrollado por los autores de RUSE y la serie Wargame, en la que este proyecto se inspira claramente. Gestiona grandes ejércitos, hazte dueño del campo de batalla en un título ambientado en la Segunda Guerra Mundial cuya acción es pausada, lenta, hasta que deja de serlo, se desata el infierno, y debes reaccionar con presteza, liderando al ejército con mano de hierro y una precisión envidiable pues los fallos, aquí, salen caros.
Es la guerra con mayúsculas. Un conflicto brutal, despiadado, en el que solo sobreviven aquellos capaces de administrar con inteligencia sus recursos. Las tropas son limitadas, también la munición es a veces un bien muy preciado, por lo que no te queda otra más que sacar el máximo provecho de todas ellas. Ante ti se dibujan kilómetros y kilómetros de trincheras, bosques, llanuras y ciudades de una Normandía por las que debe luchar con una fiereza inusitada si no quieres sufrir una derrota aplastante. Conquista enclaves estratégicos, defiéndelos estoicamente, y deja al enemigo sin capacidad de respuesta en un emocionante juego de estrategia donde cada palmo de terreno ganado supone una pequeña gran victoria. ¡Domina el territorio!, cambia el curso de la guerra, con ataques quirúrgicos, precisos, que obliguen a replegarse al ejército contrario. Es algo extraordinario, una genuina experiencia bélica, que el equipo de Eugen Systems ha retratado con un grado de fidelidad asombroso.
Y llovió fuego del cielo
Sin opción de construir bases ni recolectar materias primas; tan solo guerra, combate, táctica. Así es Steel Division Normandy, un videojuego que exige un nivel de concentración altísimo para escapar con vida de sus cruentas batallas. A tu alcance tienes más de 400 tropas distintas a las que liderar, cada una de ellas con sus propias características que debes conocer al detalle para maximizar su eficacia en combate. Hay de todo. Infantería, fuerzas especiales, exploradores, unidades antitanque... y también carros blindados, aviones, jeeps y ¡lo mejor!, la artillería pesada, con la que puedes provocar una auténtica devastación si sabes cómo usarla.
Aprovecha el terreno, oculta tus tropas en el interior de edificios, o en bosques, para atacar por sorpresa a los enemigos sin que estos tengan opción de respuesta. ¿Son ellos quienes se han atrincherado? Haz caer sobre ellos una terrible lluvia de fuego desde la distancia; machácales con bombas, ¡a cañonazo limpio!, hasta que no queden más que ruinas a su alrededor. En Steel Division ninguna posición es segura cuando, en cualquier momento, pueden llover obuses sobre las cabezas de los soldados. Ni tan siquiera los tanques, con toda su fuerza de ataque, son máquinas invulnerables. Un disparo preciso al depósito de combustible y ¡pum!, adiós muy buenas.
La cantidad de opciones tácticas que tienes a la hora de afrontar el combate es impresionante
Son estos los detalles que me han hecho caer rendido a la apasionante acción estratégica de este videojuego. Cada unidad cuenta, y cada decisión que tomas es importante en un título que no da lugar a un respiro. Sí, la acción es lenta, todo se mueve con calma, pero ocurren tantas cosas a tu alrededor, y hay tantos frentes en los que luchar de forma simultánea, que sueles acabar exhausto. ¡Así es la guerra! Y la de Steel Division es puro espectáculo. Ver cómo los aviones descargan sus bombas sobre los enemigos; o cómo los soldados, dentro de un edificio, masacran a los enemigos sin compasión alguna. El ambiente, el caos de la guerra, se ha reflejado con un gusto exquisito y el propio ritmo de las misiones del modo campaña saca buen provecho de ello con tareas que surgen de forma natural, como si realmente estuvieras allí luchando.
Me encanta esa sensación. Ver como, por ejemplo, al acabar con la artillería enemiga las tropas aliadas, en las playas de Normandía, consiguen traspasar las líneas defensivas de los alemanes y obligan a estos a replegarse. ¡Aunque pueden volver! Si no jugamos bien nuestras cartas, el bando contrario puede retomar sus posiciones, lo que en pantalla se verá reflejado en dos líneas, una roja y otra azul, que son las que marcan quién domina cada porción de tierra. Y al final de eso trata Steel Division. De controlar el territorio y, claro, machacar a los rivales con la mayor efectividad posible. Para ello contamos con una amplísima variedad de unidades de combate y la posibilidad, incluso, de crear nuestros propios batallones para que, a la hora de luchar, lo hagamos siguiendo nuestro estilo, nuestra propia estrategia.
¿Prefieres iniciar el combate con pocas tropas pero muy poderosas? ¿Tanques? ¿Solo infantería? El límite está marcado por los puntos de mando, que es una moneda de cambio que una vez inicias la lucha, se genera de forma automática. Aquí hay un detalle curioso que puede no ser del agrado de todos. Las batallas se dividen en tres grandes fases, que son los momentos clave en los que se desbloquea el acceso a nuevas unidades que, por norma, son cada vez más poderosas. Esto es. En los compases iniciales podrás pedir refuerzos en forma de tropas de reconocimiento, jeeps y soldados rasos... y en el tramo final de la lucha, pedir la ayuda de aviones o los tanques pesados. En cierto modo esto ayuda a que profundices en todas y cada una de las tropas a tu disposición pues, durante un buen rato, debes conformarte con lo que tienes. ¡Y me gusta! Aunque es cierto que existen algunos desequilibrios entre unos y otros ejércitos. O más bien, entre las divisiones militares que los conforman.
El trabajo de documentación es espectacular
No penséis que aquí hay tres ejércitos y ya está. Dentro de la facción de los Aliados, o entre las filas alemanas, encontramos varias divisiones con sus propios rasgos: el tipo de unidades a las que pueden recurrir, los puntos de mando que generan, su movilidad... el equipo de Eugen Systems ha realizado una impresionante labor de documentación para recrear con todo lujo de detalles a batallones como la 101 Aerotransportada o el 15ª Regimiento de Infantería Escocesa. ¡Hay 18 distintos! Y es genial investigar y probarlos, pues realmente sientes las diferencias entre unos y otros. Los hay más poderosos, sí, pero es algo que se puede mejorar con sucesivas actualizaciones. También espero que se mejore en cierto punto la inteligencia artificial de las tropas, que a veces no responden con la eficiencia esperada. Hay detalles geniales, como tener en cuenta las líneas de visión para orquestar emboscadas, pero las tropas no siempre reaccionan con presteza al caos de la lucha, y eso puede llevarte a momentos un tanto frustrantes.
Si este es vuestro primer juego del estilo puede que al principio os cueste disfrutar de su colosal acción estratégica pero, con unas pocas horas de práctica, enseguida dominaréis los entresijos de un videojuego que desgraciadamente, al menos por ahora, no se ha traducido al español pese a que era algo que se anunció en los meses previos a su lanzamiento. También creo que su interfaz de usuario resulta, a veces, demasiado parca en detalles, escueta a la hora de informar sobre las particularidades de las cientos de unidades que puedes liderar durante la lucha. Tampoco está del todo bien representado el movimiento de los blindados campo a través, pues da la sensación que todos se mueven a la misma velocidad cuando no debería ser el caso. Detalles que, insisto, no restan valor a una obra que con el paso de los meses, puede mejorar gracias a sus correspondientes actualizaciones. ¡Y todavía no he hablado del multijugador!
Batallas 10 vs 10. La guerra total a través de Internet. Estas escaramuzas pueden ser un auténtico caos, ¡pero vaya caos! Es aquí donde de verdad aprecias la amplitud estratégica de Steel Division, la cantidad de opciones tácticas que tienes a la hora de afrontar la lucha. Hay además un buen puñado de mapas en los que combatir, y todos ellos muestran de forma realista la apariencia de la Normandía que sufrió tal devastación durante la Segunda Guerra Mundial. Lo decía antes. El trabajo de documentación es espectacular, y si tenéis un buen equipo, podéis disfrutar de un auténtico espectáculo de fuegos artificiales con cientos, miles de soldados luchando sin cesar en gigantescos campos de batalla. Es un videojuego exigente, sí, pero con equipos de gama media también se puede disfrutar con una calidad visual más que aceptable. El sonido, a nivel ambiental, cumple de forma efectista aunque a veces el estruendo de la guerra no se corresponde con lo que ves en imagen. La banda sonora tampoco es especialmente llamativa.
Con tres campañas militares para disfrutar en solitario, que aunque no son un espectáculo sí divierten lo suyo, las clásicas escaramuzas y el multijugador, Steel Division: Normandy 44 es uno de esos juegos que puede permanecer durante meses instalado en tu PC ¡y no cansarte nunca de él! Es espectacular el modo en el que retrata un conflicto bélico tan brutal como lo fue la Segunda Guerra Mundial, y es todavía más genial que te ofrezca tal libertad de acción para sobrevivir a él.
Puede que en algunos aspectos Steel Division: Normandy 44 se quede corto en comparación con otros títulos del propio estudio, pero lo nuevo de los creadores de Wargame y RUSE consigue algo que pocos juegos de estrategia logran. Te mete de lleno en la cruenta acción propia de la Segunda Guerra Mundial, te hace sentir dentro de un devastador conflicto bélico en el que cada decisión que tomas puede suponer la más triste de las derrotas. Con cientos de tropas a las que comandar y amplias opciones tácticas, hay pocos motivos para adentrarse en el gran campo de batalla que recrea este videojuego.
- Poderosa ambientación. Te sientes dentro del campo de batalla
- Gran variedad de tropas entre las que elegir, fielmente recreadas
- Enorme libertad de acción y adictiva vertiente multijugador
- Desequilibrios de poder entre algunas unidades
- La curva de dificultad puede ser algo dura para los nuevos usuarios
- La promesa de una traducción al español que no se ha materializado
