Análisis de Planet 51

Análisis de Planet 51
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La película de animación española que triunfa en los cines de todo el mundo llega a los videojuegos con una propuesta ideada para toda la familia que reúne simpatía, diversión y muchas sonrisas. Misiones sencillas y coloridas fiel al estilo de la cinta original.

La superproducción española que está barriendo en los cines con 40 millones de dólares recaudados en su primera semana en taquilla llega también a los videojuegos. No sorprende que Pyro Studios, el equipo madrileño que saltó a la fama mundial por su Commandos, esté al cargo de su programación, aunque en esta ocasión han tenido que cambiar el chip hacia una propuesta desenfadada y dirigida a un público más joven.

Si bien hay títulos para todos los públicos también hay otros exclusivos del público infantil: Planet 51 iría a caballo entre ambos. Desde el primer pantallazo de menú hasta la última misión de juego nos deja clara su intención de apostar por el colectivo más joven. Sin duda también atraerá a los apasionados de la película ayudado por el enorme merchandising disponible estas navidades que, de mayor o menor manera, impulsará las ventas del título.

La ciudad tiene una considerable extensión, aunque podremos recorrerla en coche bastante rápido. Reúne la simpatía ya vista en la película y guarda una estrecha relación, pero peca de ser repetitiva y por momentos carente de detalles. La mayoría de los lugares clave están bastante separados entre sí y perderemos más tiempo en estos traslados que en ciertas misiones.
La ciudad tiene una considerable extensión, aunque podremos recorrerla en coche bastante rápido. Reúne la simpatía ya vista en la película y guarda una estrecha relación, pero peca de ser repetitiva y por momentos carente de detalles. La mayoría de los lugares clave están bastante separados entre sí y perderemos más tiempo en estos traslados que en ciertas misiones.

La gente de Pyro Studios ha decidido dar una forma muy particular al videojuego, porque a pesar de dirigirlo a un público menos exigente, no han dudado en ir más lejos ofreciendo un producto sencillo y accesible que abarque varios géneros. La primera impresión con Planet 51 es que estamos ante un videojuego de carreras, pero lo que realmente esconde es un mini-sandbox de iniciación para los más jóvenes con una enorme ciudad a explorar y vehículos que “tomar prestados”, todo bajo un planteamiento de pequeñas misiones al estilo GTA o Driver.

De turismo por la América alienígena de los 50
Uno de los puntos más originales de la película de Planet 51 es su argumento, una parodia de la sociedad norteamericana de la década de los 50 y 60. Una tierra de grandes oportunidades y libertad, miedo enfermizo a lo desconocido y grandes casas de campo ajardinadas con débiles y blancas verjas que representaban esa inicial inocencia de un país sin apenas delincuencia y grandes planes de prosperidad.

Planet 51 nos sitúa en esa sociedad con el factor emergente de la visitas de OVNIS, donde los periódicos sensacionalistas vendían tiradas con sólo anunciar un avistamiento cualquiera. Pero aquí es donde entra la parodia de Planet 51, porque son los propios extraterrestres, esos seres mitificados de color verde y con antenas, los que son visitados por un humano llamado Chuck, quien tomará el papel del extraterrestre en la historia.

El juego nos sitúa inicialmente en la piel del joven Lem, un adolescente en la edad más complicada de su vida que intenta definir sus objetivos, tanto profesionales como sentimentales. Empezaremos cumpliendo misiones sencillas como ir de un punto a otro, repartir periódicos, llevar a nuestra madre al mercado, dar caza a un simple ladrón, etc., hasta llegar a otras misiones ligeramente más complejas. A lo poco que consigamos avanzar tomaremos el control de otros dos personajes: Chuck y Rover, este último un simpático robot explorador.

Un GTA de otra galaxia
La ciudad en que se desarrolla Planet 51 es de una extensión considerable pudiendo recorrerla tanto a pie como a bordo de vehículos como bicicletas, camiones, motos, coches y alguna que otra nave. La ciudad tiene pocos lugares a los que acceder, y los que están se unen bajo grandes distancias. Por otra parte las misiones pueden resolverse en el primer intento, pero si alguna se nos atraganta el juego nos pasará automáticamente.

Además de Lem también podemos encarnar a Chuck y a Rover, el robot explorador que pone la guinda humorística al videojuego. El control de Rover es similar al de Lem y Chuck, pero también posee sus propias habilidades como el escáner o la recogida de objetos.
Además de Lem también podemos encarnar a Chuck y a Rover, el robot explorador que pone la guinda humorística al videojuego. El control de Rover es similar al de Lem y Chuck, pero también posee sus propias habilidades como el escáner o la recogida de objetos.

En varios puntos esparcidos por la ciudad localizaremos nuestro dispensador de vehículos virtual para subirnos a cualquier vehículo que tengamos desbloqueado. Igualmente nos encontraremos con los llamados puntos de reparación, que nos servirán para arreglar nuestro coche cuando lo precise. En muy raras ocasiones nos quedaremos sin vehículo que conducir, y es que si necesitamos un coche podremos parar a cualquiera de la carretera y conducirlo sin más.

En todo caso si no somos muy buenos conductores y nos llevamos mobiliario urbano por delante o asustamos a la gente -que podemos atropellar pero sin mayores consecuencias-, la policía y hasta el ejército nos seguirá para darnos caza. Aquí se sigue un sistema de estrellas que muestra nuestro nivel de búsqueda, siendo el tercero el que activa también la participación del ejército.

Locas carreras espaciales
Pero dejando de lado ese simplismo que tiñe al juego de principio a fin, el título cuenta lamentablemente con un control bastante mejorable. Planet 51 no hace uso del nunchuk, afectando negativamente a su jugabilidad a largo plazo. Cuando controlamos al personaje tenemos que poner el wiimote en horizontal y manejarlo con la cruceta, bastante incómodo para un personaje en general muy torpe. Pero lo que no convence es el modo de mover la cámara, girando el wiimote hacia los lados como si estuviéramos conduciendo un coche. Esto da como resultado un control torpe y algo confuso a la hora de ir a pie con el personaje.

También contamos con un sencillo modo multijugador para dos personas que nos ofrece disputar carreras o pequeños torneos, o bien entrar en una curiosa partida que emula los clásicos coches de choque. Otros pequeños modos para jugar en compañía son “la bola caliente” y “el empuja y gana” para conseguir puntos en un tiempo determinado.

Se podría decir que pasaremos la mayor parte del tiempo sobre un vehículo, ya que las misiones se desarrollan de esta manera y es indispensable para trasladarnos más rápido a otras zonas. Una lástima el control, que lo hará menos accesible al público al que va dirigido.
Se podría decir que pasaremos la mayor parte del tiempo sobre un vehículo, ya que las misiones se desarrollan de esta manera y es indispensable para trasladarnos más rápido a otras zonas. Una lástima el control, que lo hará menos accesible al público al que va dirigido.

A nivel visual, el videojuego cumple correctamente con lo visto en la película en términos de diseño y colorido y donde no faltan grandes casas y personajes que dan una sensación de movimiento de plastilina, pero por el contrario los escenarios parecen muy vacíos, repetitivos, y en general faltos de detalle. Incluso los transeúntes y los coches se repiten en bastantes ocasiones. Al menos tenemos un doblaje al castellano bastante bueno que aunque con ciertos desequilibrios y descoordinación, cumple perfectamente con su misión de ayudar a que los más pequeños no tengan que quitar la vista del juego mientras están inmersos en una misión.

Regular

Sin sello

Planet 51

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Planet 51 es un videojuego ideado expresamente para los más pequeños y seguidores de la película. Su simpleza y accesibilidad queda patente tanto en los modos de juego como en los menús, sin demasiados alardes en las posibilidades de juego. Esta simpleza choca con un control poco depurado que no se acaba entendiendo bien con el juego. Aún así, Planet 51 es un título simpático, alegre, con buen sentido del humor y que cumple con la película en la que se basa.

Comprar Planet 51
Jugadores: 1-2
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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