El héroe más macarra, chulo y vacilón de la historia de los videojuegos está de vuelta. A falta de hincarle el diente al interminable Duke Nukem Forever, 3D Realms ha pensado que no hay mejor forma de homenajear a un clásico que trayéndonoslo tal como fue. Con unas más que interesantes mejoras jugables, tenemos entre manos el videojuego con el que muchos conocieron los shooters.
A mitad de los 90 había un gran conflicto entre los amantes a los juegos de acción en primera persona. Antes de que llegara Half Life el mundo se dividía entre los amantes de Doom y los adoradores de Duke Nukem 3D. El videojuego que puso en el mapa a 3D Realms no era ni más ni menos que una reinvención gamberra y ocasionalmente obscena de la fórmula creada por id Software; pero fue sin duda alguna el primer FPS verdaderamente sobresaliente que surgía al abrigo del legado creado por la compañía tejana.
Doce años han pasado desde su lanzamiento en 1996, y el videojuego toma Xbox 360 con la misma violencia y falta de respeto con la que lo hizo en el original. Un clásico imprescindible.
…Este sí es el Duque
Duke Nukem 3D es una descarga obligada para todos aquellos que lo disfrutaron en su momento, y también para los que no lo hicieron, pues descubre muy claramente las raíces de un género que apenas ha evolucionado en lo jugable desde sus inicios, el de los juegos de acción en primera persona.
El título que se pone a nuestra disposición en el Bazar de Xbox Live cuenta con exactamente la misma campaña del original, sin más pulido que el de una muy buena adaptación de sus controles al pad de Xbox 360. Los cuatro capítulos de los que consta son accesibles desde el principio, y podemos comenzar con el que queramos aunque siempre desde su primer checkpoint. Así volveremos a visitar desde las geniales localizaciones de Los Ángeles, con sus cines porno, sus salas de striptease, etcétera; hasta las naves espaciales o la luna que más adelante habrá que recorrer.
¿Las novedades? Pocas pero muy divertidas. En primer lugar, y al igual que el reciente Halo 3, podremos acceder a una serie de videos de repetición que se almacenan en nuestro disco duro y que recogen nuestras últimas partidas para visitarlas siempre que deseemos o incluso para compartirlas con otros usuarios.
No contentos con plantear la posibilidad de volver a vivir los mejores momentos de nuestras partidas con su mero visionado, en 3D Realms han querido dar un paso más allá, y nos permiten entrar a jugar dentro del propio video en cualquier momento de la reproducción.
La otra gran adición de este nuevo Duke Nukem 3D es la de un multijugador muy superior al del original. Ya sea en el divertidísimo y caótico todos contra todos –DukeMatch en casi cuarenta mapas- como en el cooperativo para hasta ocho jugadores, la posibilidad de jugar a través de Internet enriquece de manera increíble la experiencia jugable.
Por otra parte no cabe duda de que gráficamente estamos ante un videojuego muy áspero. Al contrario que muchos lanzamientos del Arcade de Xbox Live, Duke Nukem 3D no ofrece la posibilidad de contar con un apartado gráfico más pulido, y es que esta revisión exhibe el mismo aspecto que el original de los 90. Aunque si que pone a nuestra disposición los clásicos parámetros para modificar el tamaño de la pantalla cuadrada –lamentablemente no se ha trasladado al formato widescreen-, un suavizado de imagen, el brillo, etcétera.
El videojuego, por último, llega con los textos en español pero las voces en inglés; sin embargo se nos antoja un mal menor, y es que doblar la inconfundible voz del Duke si que sería un delito.
Duke Nukem 3D demuestra que los shooters apenas han cambiado desde los 90. Su apartado gráfico ha envejecido tan mal como indica su edad, pero su propuesta jugable es tan desmadrada y divertida que sigue siendo un gran título. Al fin y al cabo es un clásico, y todos los clásicos deberían tener un sitio en la colección de cualquier jugador que se precie.
