Las clásicas aventuras gráficas de Sherlock Holmes se estrenan en Nintendo DS con una fórmula conformista aunque heredera de los clásicos. Una visita a los misterios egipcios en una mansión llena de enigmas y conspiraciones bajo sombras más terrenales que místicas.
El género de las aventuras gráficas en la portátil de Nintendo continúa aumentando sus propuestas con títulos que, poco a poco, van sacando provecho a la pantalla táctil y al uso del stylus. El problema aparente es que ciertos títulos apuestan por un trabajo menos elaborado, como ya vimos con Runaway y el sueño de la tortuga, quedando muy lejos de otros exponentes del género como Broken Sword: La leyenda de los templarios o el gran Professor Layton y la Villa Misteriosa. Si echamos la mirada atrás recordaremos juegos de Sherlock Holmes en PC, y en bastantes ocasiones, sobre todo en la edad de oro de las aventuras gráficas.
Hace 6 años apareció Sherlock Holmes: el Misterio de la Momia en PC, y la llegada de Nintendo DS hace perfecta la conversión de aquel título. Si bien hereda multitud de aspectos, cierto es que expone un camino mucho más cómodo para el tipo de jugador que normalmente compone el público de la portátil, quedando bastante lejos de las aventuras graficas de antaño que exprimían nuestra astucia de manera más pronunciada.
Aún así Nintendo DS ha demostrado poder dar mucho más de sí, y sobre todo si nos atenemos a los gráficos de este nuevo juego. El hecho de encontrarnos con unos gráficos planos representados en ilustraciones con una falsa sensación tridimensional junto a la casi ausencia de animaciones, nos hace retroceder demasiado en el tiempo.
Conspiraciones egipcias
Como indica el título del juego, la cultura egipcia hace su eminente aparición en una trama de conspiraciones familiares y elementos sobrenaturales que esconden cosas más terrenales, pero elevadas a la imaginación de aquellos magos del arte en el antiguo Egipto. Nuestra familia en la persona de Elisabeth, nos llama para encontrar a Lord Montcalfe, un coleccionista de antigüedades egipcias dado como desaparecido. Debemos, por lo tanto, visitar la mansión y peregrinar en busca de pistas, aunque ello nos haga entrar en un círculo vicioso de misterios que parecen lo que no son.
Como es habitual en este tipo de aventuras, el stylus nos permite movernos por los escenarios, los cuales además de las limitaciones gráficas señaladas, presentan poca nitidez dificultando la localización de pistas. El cursor sobre la pantalla varía en función de los elementos u objetos por los que pasa, mostrándonos así la acción que podemos realizar. Este mecanismo es aplicable igualmente a la apertura de puertas o la resolución de puzzles, y siempre bajo un mecanismo sencillo que sentencia ciertas posibilidades de juego a largo recorrido.
La aparición del maletín para la recolección de pistas encontradas, la libreta a trazo libre para apuntar nuestras ideas o el diario típico de viajero siguen las pautas que conocemos en las aventuras gráficas clásicas y que tan buenos resultados han ofrecido.
En otros recientes juegos como Runaway: el Sueño de la Tortuga se nos ofrecía la ayuda de destacar sobre el escenario los puntos calientes a interactuar, mientras que aquí contamos directamente con una guía de resolución paso a paso. Una ayuda que a primera vista es necesaria pero que peca de auxiliar en exceso al usuario. En apenas 8 horas podemos llegar al final del título, y sin hacer uso de las pistas que proporciona el juego.
Sherlock Holmes y el misterio de la momia no es un mal juego de aventura, pero peca de cierto conformismo visual y jugable a la hora de plasmar su propuesta en DS. Su control e interfaz es algo rudo y algunos puzzles son bastante repetitivos. Una aventura gráfica con buena ambientación que entretiene y tiene momentos álgidos, pero que podría haber dado más de sí en Nintendo DS.
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