Análisis de Echoshift

Análisis de Echoshift
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Probablemente hayas pensado alguna vez en multiplicarte a ti mismo para realizar una tarea que de otra manera no podrías terminar. Pues bien, Artoon tiene la solución, sólo que en esta ocasión solamente te permitirá resolver sus más de 60 puzles en un videojuego relajante pero desafiante que juega con el tiempo y tus "ecos" del pasado. ¿Te interesa la propuesta?

Quien no se ha imaginado alguna vez controlando el tiempo, parándolo o incluso rebobinándolo para volver sobre sus pasos corrigiendo en el proceso todos los errores cometidos. Las posibilidades, sólo de pensarlas, se nos antojan infinitas, al igual que a los desarrolladores de videojuegos, para los que esto del viaje en el tiempo no es ningún misterio hoy en día.

De hecho, ejemplos los hay muchos, empezando por el reciente Braid, un puzle plataformero que nos hizo reflexionar hace más de un año, sobre los excelentes videojuegos que se pueden crear partiendo únicamente de grandes y originales ideas. Ni vigorosos estudios, ni descomunales cifras de dinero, ni 300 trabajadores trabajando durante media década... Sólo el programador, el grafista y un músico dando su imaginación para revolucionar el mercado.

Echoshift no es que vaya a conseguir nada de lo expuesto, aunque sí que aporta su granito de arena en el proceso. Y la verdad es que motivos tiene para hacerlo. En primer lugar, porque el título es heredero de la jugabilidad y calidad de Echochrome; en segundo término porque bajo su producción se encuentra Artoon, una pequeña compañía japonesa que no os sonaría de nada si no fuera porque entre sus filas se encuentra el mismísimo Naoto Ohshima (el creador de Sonic), además de otros grandes ilustres de la mejor época de SEGA.

Echoshift nos propone un monigote que controlaremos durante una cantidad de tiempo. Una vez agotados los segundos, retrocederemos en el tiempo y aparecerá otro monigote, que se sumará a las acciones del anterior, y así sucesivamente. Todo con tal de sumar esfuerzos con los que superar los puzles planteados.
Echoshift nos propone un monigote que controlaremos durante una cantidad de tiempo. Una vez agotados los segundos, retrocederemos en el tiempo y aparecerá otro monigote, que se sumará a las acciones del anterior, y así sucesivamente. Todo con tal de sumar esfuerzos con los que superar los puzles planteados.

Ayúdate a ti mismo desde el pasado
Se ha generalizado la idea de que Echoshift es la secuela de Echochrome, aquel título de puzles tridimensionales que apareció hace menos de dos años en las tiendas. No obstante, este título no comparte ni la misma compañía de desarrollo ni muchos de sus talentos, aunque sí un gusto innato por una estética minimalista y unos retos de lógica extravagantemente desafiantes.

Todo bajo el simple pretexto de llevar a un maniquí hasta la puerta de salida de los cerca de 60 niveles que comprende este sencillo, pero a la vez complejo, videojuego de puzles. Y es que en el camino de nuestro monigote habrá tantos peligros que superar (interruptores, columnas, bloques, trampolines, agujeros, plataformas...) que deberemos de tirar de nuestras repeticiones, maniquís del pasado o "ecos" -como queráis llamarlos- para intentar solventar todas las adversidades que se nos propongan.

Para que os quede claro, imaginaros que tenéis varias tareas a realizar en un solo minuto, pero como no dais abasto con todas, decidís revivir la misma situación varias veces, realizando tareas diferentes que quedan grabadas en el tiempo para después completarse todas juntas y a la vez dentro del tiempo establecido. En eso se basa principalmente Echoshift, en ayudarte a ti mismo desde el pasado.

Disponemos de 60 puzles en total, los cuales se dividen en categorías que irán introduciendo nuevos obstáculos en forma de interruptores, columnas a derribar, bloques que caen del cielo, otros bloques que intentarán quitarnos la vida, trampolines, agujeros, plataformas móviles y un largo etcétera.
Disponemos de 60 puzles en total, los cuales se dividen en categorías que irán introduciendo nuevos obstáculos en forma de interruptores, columnas a derribar, bloques que caen del cielo, otros bloques que intentarán quitarnos la vida, trampolines, agujeros, plataformas móviles y un largo etcétera.

La dificultad de pensar en el tiempo
El concepto es sumamente sencillo de poner en práctica, aunque resulta bastante difícil de explicar. Sin embargo, el videojuego lo hace estupendamente gracias a unos tutoriales muy gráficos, elegantes y amenos, los cuales incluso se permiten la libertad de plantearnos alguna que otra pista para que la dificultad no sea demasiado prohibitiva.

No obstante, es una realidad demasiado evidente que Echoshift es un videojuego planteado únicamente para los que quieran pensar. Existe también la posibilidad de acertar con la manida técnica del ensayo-error, aunque en los niveles avanzados creednos que deberéis de poner todo de vuestra parte si queréis resultar victoriosos.

La curva de dificultad, de esta manera, es exigente con el usuario a través de los 60 escenarios disponibles, los cuales, una vez superados por primera vez, nos plantean dos interesantes retos adicionales: uno consistente en coger una llave dentro del decorado y otro relativo a la idea de conseguir el mayor récord aprovechando la posibilidad de detener el tiempo durante 5 segundos.

Una de las características más llamativas de la obra reside en su acabado artístico, sin virguerías tecnológicas que empañen el estilo minimalista de un título que queda complementada por una banda sonora relajante, con acordes de piano y saxofón ideales para un videojuego como Echoshift.
Una de las características más llamativas de la obra reside en su acabado artístico, sin virguerías tecnológicas que empañen el estilo minimalista de un título que queda complementada por una banda sonora relajante, con acordes de piano y saxofón ideales para un videojuego como Echoshift.

Un "eco" de relajación
La obra incorpora la característica de instalar hasta 64 megas de datos en nuestra consola (algo que disminuye los tiempos de carga si estamos usando un UMD), aunque más interesante es aún el poder descargar nuevas fases extras.

Estas y otras características se encuentran escondidas bajo una interfaz limpia y muy agradable a la vista. Siguiendo el estilo minimalista de su precursor, el título de Artoon nos sorprende otra vez con un inmaculado blanco como color predominante de un videojuego que no destaca precisamente por su psicodelia, pero sí por un diseño sólido y adecuado a las intenciones de los desarrolladores.

Y todo al son de la música que nos propone el clima ideal para meternos en el continuo retroceso en el tiempo que suponen los puzles de Echoshift. Melodías relajantes a base de piano y saxofón para introducirnos en una atmósfera de completa relajación donde una serena voz -doblada a un perfecto castellano- irá guiando nuestros pasos en un videojuego diferente, reflexivo y altamente gratificante para los que echen en falta algo de originalidad en su PSP o PS3.

Bueno

Sin sello

Echoshift

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

El género de los puzles suma otro interesante exponente a sus filas con Echoshift, un videojuego minimalista, sencillo en su concepto pero complejo de cara al usuario. Con una dificultad creciente, puzles tan satisfactorios como desafiantes y una poderosa dinámica de juego apoyada en el retroceso y reproducción de acciones en el tiempo, lo nuevo de Artoon se proclama como una de las mejores alternativas para reflexionar delante de una vídeoconsola Sony.

Comprar Echoshift
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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VÍDEO ESPECIAL

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