Análisis de F1 2010

Análisis de F1 2010
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14:00 de la tarde de un domingo cualquiera. 24 monoplazas se hallan rugiendo sobre el asfalto. El calor que sube desde el suelo empaña nuestra visión sobre la carretera. El corazón está a 160 pulsaciones por minuto, nuestras manos sobre la palanca de primera velocidad y el semáforo a punto de ponerse en verde. Bienvenidos al mejor Gran Premio de la última década, uno al que nos lleva Codemasters a través de los mejores bólidos: vuestro propio PC.

Por fin. Ha tenido que pasar casi una década para que la Fórmula 1 regresara con toda su exigencia al mundo de los videojuegos. El último título de calidad, F1 Challenge 99-02, databa del año 2002, puesto que desde que Sony se hiciera con las licencias, los amantes de esta competición han tenido que soportar una saga, Formula One, que además de exclusiva para PSP, PS2 y PS3, nunca ha logrado grandes resultados en la parrilla de Metacritic.

Pero con la llegada de Codemasters todas las exclusividades se han acabado. Ahora hay Fórmula 1 para todos, y no sólo eso, sino que se devuelve toda su vitalidad a un espectáculo que presenta un salto cualitativo muy importante, coronándose como el mejor videojuego de la disciplina en 3D.

Para lograrlo, los desarrolladores británicos han apostado directamente no por un estilo arcade (prácticamente nulo incluso en los niveles de dificultad más asequibles), sino por un simulador muy completo, tanto dentro como fuera de la pista. Así, los aficionados al gran circo de la Fórmula 1 se van a ver sorprendidos por la cantidad de detalles que encierra F1 2010, pero eso sí, siempre dentro del habitáculo de nuestro monoplaza. Y es que algo muy característico del videojuego es que, desde la primera hasta la última carrera, viviremos siempre desde el punto de vista del piloto. Así que olvidaros de hacer las veces de mecánicos en boxes o responsables de escudería, porque aquí lo más importante será apretar el acelerador.

F1 2010 es un videojuego diseñado para ponernos siempre desde el punto de vista del piloto, y para ello no sólo tendremos la cámara de la imagen, sino hasta cuatro más (incluidas dos exteriores, una desde el morro y otra interior).
F1 2010 es un videojuego diseñado para ponernos siempre desde el punto de vista del piloto, y para ello no sólo tendremos la cámara de la imagen, sino hasta cuatro más (incluidas dos exteriores, una desde el morro y otra interior).

La Fórmula 1 vista desde el "cockpit"
F1 2010 apuesta por ponernos en el mono de un piloto profesional, y un buen argumento para demostrarlo es que pocos segundos después de insertar el juego en nuestra máquina seremos protagonistas de nuestra presentación, en una rueda de prensa donde la periodista Kira Montes nos pregunta nuestro nombre (podemos insertar también un apodo, como "petarrecords"), nacionalidad, dificultad de campeonato, temporadas (tres, cinco o siete) y el equipo con el que comenzaremos nuestra andadura: Lotus, Virgin, Force India, Williams...

No os esperéis que estén disponibles más equipos, ni mucho menos escuderías del estilo de Ferrari, McLaren o Red Bull, ya que somos nuevos y nadie apostará nada por nosotros hasta que no demostremos de lo que estamos hechos. Asimismo, tampoco se nos va a exigir, lógicamente, que ganemos carreras, aunque sí que existen determinados objetivos que deberemos superar. Por ejemplo, en Lotus sólo se nos pide acabar las carreras en 20ª posición, pero en Williams ya nos sugieren algo más ambicioso como un octavo puesto.

Por tanto, todo está dentro de la realidad, convirtiendo al Modo Trayectoria en la parte más importante de F1 2010. Y es que a las tres sesiones de libres, a las clasificaciones y a la propia carrera que se nos ofrecen por cada Gran Premio (están todos, los 19), hemos de sumar la interesante posibilidad de ver a nuestro agente para consultar objetivos, sueldo, contratos, proposiciones e incluso la historia de cada una de las escuderías presentes, así como detalladas biografías de pilotos para meternos aún más en este apasionante circo automovilístico.

Una de las grandes innovaciones de F1 2010 es la de considerar la vida del piloto antes y después de las carreras, algo que implica realizar declaraciones para la prensa. Aquí todo lo que digas tendrá consecuencias.
Una de las grandes innovaciones de F1 2010 es la de considerar la vida del piloto antes y después de las carreras, algo que implica realizar declaraciones para la prensa. Aquí todo lo que digas tendrá consecuencias.

Desde el "motor home" hasta nuestro garaje
Hay otros detalles en el "motor home", ese lugar en que descansan los pilotos, como la posibilidad de cambiar casco (algo que tiene implicaciones meramente visuales), de consultar resultados o de encontrarnos con periodistas ansiosos por hacer preguntas, en ocasiones difíciles. Y es significativo a este respecto que su afluencia va a ser proporcional a nuestros resultados, aunque hay que tener mucho cuidado, porque declaraciones del tipo: "He ganado la carrera a pesar de los problemas del coche", podrían no sentar muy bien dentro del equipo.

En cualquier caso, la parte de las entrevistas no supone más que una curiosidad, además de que tampoco es un añadido excesivamente profundo. Básicamente, nos posibilita destacar nuestro papel en la escudería o ser políticamente correctos, repartiendo los éxitos entre nuestros mecánicos y compañero de equipo.

Pero lo realmente importante ocurre una vez entramos en nuestro monoplaza, justo después de acceder a cada Gran Premio. En ese momento, no nos veremos en el clásico menú con opciones al estilo de: clasificaciones, carrera, ajustes y opciones. No. En este caso, nos situamos justo donde estaría un piloto de verdad, en su plaza de boxes, con el coche mirando hacia la pista de "pits" y observando los tiempos que están realizando nuestros rivales en la sesión de libres o clasificación. Y hemos de comentar que es toda una gozada estar ahí, ya que no sólo tenemos un monitor de tiempos, sino también la previsión del tiempo, la posibilidad de sugerir neumáticos, de establecer estrategias de parada o de hablar con nuestro ingeniero para realizar un ajuste rápido de reglajes (con seis niveles preestablecidos de configuración que abarcan desde seco hasta mojado).

Las paradas en "boxes" no terminan de ser todo lo emocionantes que se esperaba. Además, no tenemos un control total del vehículo en la línea de "pits", pero aún así existen detalles como el ver a mecánicos en plena acción.
Las paradas en "boxes" no terminan de ser todo lo emocionantes que se esperaba. Además, no tenemos un control total del vehículo en la línea de "pits", pero aún así existen detalles como el ver a mecánicos en plena acción.

Un monoplaza hecho a medida
Esto desde un punto de vista muy superficial, pero siempre podemos entrar en detalles. No es lo más habitual, ni tampoco algo estrictamente necesario (a no ser que estemos en los niveles de dificultad más avanzados y necesitemos ir al límite para conseguir un determinado tiempo), pero podemos modificar el vehículo a nuestro antojo, tocando los alerones, los frenos, la distribución del peso, la suspensión, la caja de cambios, la alineación e incluso optando por uno de los ocho motores por temporada que tenemos disponibles.

Tampoco se trata de ajustes milimétricos como los que podemos ver en simuladores puros, puesto que no ha sido intención de Codemasters agobiarnos con conceptos que no entendemos. Además, todo está completamente explicado junto a cada ajuste, aclarando los efectos que tendrá cada cambio, e incluso en los momentos de carga aparecen consejos que nos ayudan a comprenden mejor el comportamiento de nuestro monoplaza.

Un monoplaza que, cuando todo creamos que está perfecto, sale a la carretera de boxes para, una vez desactivado el limitador de velocidad, acceder al circuito. Será aquí cuando realmente nos demos cuenta del trabajo realizado por los ingleses, puesto que sin ayudas de conducción (ya sabéis: frenada predictiva, ABS, control de tracción, trazada ideal, caja de cambios automática...) la experiencia resulta todo un reto. De hecho, nosotros no hemos sido capaces de jugar mucho tiempo sin, al menos, el ABS y el control de tracción activados. La propuesta de F1 2010 a este respecto es perfecta.

Pilotando bajo la lluvia
Ya hemos mencionado que en F1 2010 tenemos la posibilidad de disfrutar de fines de semana completos, para que probemos configuraciones y también nos percatemos de un detalle curioso: los tiempos van mejorando con cada sesión, y no porque lo hagamos mejor, sino porque la pista se va limpiando por el paso de los coches día tras día, aumentando la adherencia de nuestro monoplaza. Y sí, podréis decirnos que es una anécdota, pero es un buen indicador del mimo que Codemasters ha puesto en el desarrollo del juego.

Por ejemplo, también tenemos climatología variable, otra de las claves del título, que nos permite ver los circuitos bajo un sol resplandeciente, encapotado por las nubes o inundado por lluvias intensas. Es cierto que la mayor parte del tiempo o bien hace mucho sol o bien llueve a cántaros (hubiera estado bien más términos medios), pero lo más significativo e importante para nosotros es que estos cambios climáticos son dinámicos y afectan a la temperatura de las ruedas y a nuestra conducción. Vamos, que si llueve ya podéis solicitar entrar en "pits" para cambiar a ruedas de mojado...

También es digno de mención que, bajo condiciones de mojado, es un auténtico suicidio pisar un piano o el césped que rodea a la pista. De la misma forma, las estelas de agua de los rivales nos hacen perder mucha visibilidad. Pero lo que verdaderamente nos ha sorprendido es el hecho de que la pista se va secando conforme pasa el tiempo y de una manera completamente real, de manera que a la primera vuelta sin lluvia ya empezará a crearse una trazada seca que se irá extendiendo conforme pasen los minutos.

Fórmula 1 en estado puro
La lluvia, como en las carreras reales, aporta a F1 2010 una vertiente estratégica muy interesante, ya que en circuitos con probabilidad de lluvia, resulta determinante el momento en que se decida realizar una parada en boxes. En una de nuestras carreras nosotros fallamos, y al poco de salir con ruedas de mojado dejó de llover, obligándonos a resistir con esos neumáticos hasta el final, aprovechando la poca trazada mojada que quedaba para refrigerar unos neumáticos que se estaban degradando de manera irremediable.

Y es que esta es otra variable que ha tenido muy en cuenta Codemasters. Durante el pilotaje, ya estemos circulando desde la vista interior, el "cockpit", el morro o las dos perspectivas exteriores (en total, cinco cámaras) tenemos un mapa de daños y de temperatura que nos indican qué parte del vehículo tenemos dañada y si el estado de los neumáticos, de los frenos y del motor es el óptimo.

Por poner otro caso, circular a rebufo de otro piloto nos hará ganar algo de velocidad, pero también empujará aire sucio hasta nuestro motor, sobrecalentándolo. Y algo parecido ocurre durante las salidas en los grandes premios, donde apretar demasiado el acelerador implica elevar la temperatura del motor hasta que salgamos disparados y el aire empiece a refrigerarlo. Verdaderamente, hay muchos aspectos de la competición real encerrados en este videojuego, y sería una completa pena que el usuario optara por desactivar el desgaste de ruedas, el consumo de ruedas o los daños, que incluyen efectos tan impresionantes como roturas de alerones en mil pedazos o reventones de neumáticos.

El efecto lluvia es uno de los más impresionantes que hayamos visto en un videojuego de conducción en general. Veremos las gotas caer, y las estelas de agua impedirán que veamos a los coches de delante. Simplemente espectacular.
El efecto lluvia es uno de los más impresionantes que hayamos visto en un videojuego de conducción en general. Veremos las gotas caer, y las estelas de agua impedirán que veamos a los coches de delante. Simplemente espectacular.

Los errores se pagan, aunque no siempre
Sin embargo, F1 2010 es un título que, a pesar de estar enfocado especialmente en el seguidor de la Fórmula 1, también admite usuarios menos experimentados. Es por ello que se han incorporado varios niveles de dificultad, la posibilidad de desactivar las reglas (como excedernos de velocidad en el "pit" o provocar un accidente, lo que supondría un "drive through" o penalizaciones de posición durante la clasificación), el control asistido al entrar en boxes, la oportunidad de rebajar el nivel de inteligencia artifical de nuestros oponentes o incluso la posibilidad de usar "flashbacks" (hasta un máximo de cuatro) para enmendar nuestros errores durante los libres, la clasificación o la misma carrera de un Gran Premio.

Esta última es una característica heredada directamente de GRID (del cual bebe mucho), y la verdad es que, a pesar de quitar al juego de algo de realismo, resulta ser una característica que hasta los más puristas apreciarán. Y es que pilotar en lo nuevo de Codemasters es muy complicado en ocasiones, así que... ¿por qué no perdonar de vez en cuando un error?

Y hablando de errores, es buen momento para explicar las paradas en boxes, un momento crucial en la carrera que requiere de la máxima precisión. Ya hemos explicado que F1 2010 es un título centrado en el punto de vista del piloto, así que nuestro papel será precisamente ese, es decir: entrar en la línea de "pits", decelerar, pulsar el limitador de velocidad y esperar hasta que el coche maniobre para frenar justo cuando lleguemos hasta nuestros mecánicos... Seguir pulsando el freno hasta que nos enseñen la piruleta de primera velocidad, acelerar y desactivar de nuevo el limitador para salir a pista. Parece simple, pero la probabilidad de fallar es alta.

La salida supone el momento más delicado de toda la carrera. Nervios de acero para no chocarte o perder posiciones. De tus maniobras y también suerte dependerá que termines cruzando en buen lugar la línea de meta.
La salida supone el momento más delicado de toda la carrera. Nervios de acero para no chocarte o perder posiciones. De tus maniobras y también suerte dependerá que termines cruzando en buen lugar la línea de meta.

Compitiendo contra pilotos de verdad... ¡o casi!
Y no es que la experiencia en "pits" sea deficiente, pero necesita mejorar de cara a próximas versiones del juego. Aún así, es obligación destacar que si nos pasamos al frenar, los mecánicos deberán recolocar el coche, algo que nos hace perder tiempo; y de la misma forma, si tenemos daños en el morro, nuestro equipo tardará más en cambiárselo para acto seguido devolver el coche a pista.

Una pista donde cabe destacar que podemos realizar modificaciones sobre la marcha, tanto en lo que respecta a la altura del alerón como al rendimiento del motor o incluso solicitar una parada para realizar un cambio de ruedas. Todo lo que sea necesario para superar a unos pilotos dotados de la mejor inteligencia artificial que hayamos visto hasta el momento en un videojuego de conducción. Y es que no sólo cometen errores, pasándose en frenadas, realizando trompos o protagonizando colisiones, sino que también reaccionan ante nuestros movimientos sobre la pista, tapando huecos y apartándose para evitar que aprovechemos sus rebufos.

Es cierto que todavía hay muchos aspectos por pulir, ya que la IA no es perfecta y a veces se presentan situaciones un tanto ilógicas, pero es lo mejor que se ha visto en mucho tiempo, ya que incluso se tiene en cuenta quién es nuestro perseguidor, como Hamilton, que es excesivamente agresivo; o nuestro compañero de equipo, en cuyo caso no nos atacará demasiado hasta que no vea que realmente somos más lentos que él. Pero nosotros siempre deberemos luchar, ya que una de las grandes lecciones que nos da el título es que nuestro compañero de equipo es nuestro principal enemigo.

¿Coches en fila india? En F1 2010 eso se ha acabado. Si nuestros rivales están detrás, intentarán adelantarnos al mínimo fallo; y si están delante, taparán todos los huecos posibles. Nunca se estarán quietos.
¿Coches en fila india? En F1 2010 eso se ha acabado. Si nuestros rivales están detrás, intentarán adelantarnos al mínimo fallo; y si están delante, taparán todos los huecos posibles. Nunca se estarán quietos.

Lo que se puede mejorar...
De hecho, la mayor parte de comunicaciones de radio (dobladas a un perfecto español, por cierto) circulan en torno a esta cuestión, con citas del tipo: "Tu compañero es más rápido que tú, a lo mejor deberíamos estudiar sus reglajes". Pero también hay otras relativas tanto a nuestros tiempos en los libres como a nuestra posición durante las carreras. No obstante, se echan en falta muchos más datos relacionados con nuestros perseguidores y los pilotos de delante. Este es otro de los caballos de batallas en los que Codemasters deberá pensar de cara al futuro.

Aparte, se echa de menos la vuelta de formación previa a cada carrera, así como el "safety car", que tampoco ha sido incorporado en esta edición. Pero tal vez lo más preocupante para muchos usuarios sea el factor de que no existe posibilidad de jugar al título en pantalla partida. Sólo se ha incorporado el "System Link" (conectando consolas) y la opción de jugar por Internet a través del sistema Games for Windows Live que potencia toda la experiencia de juego en esta edición para compatibles.

Y las razones de haber optado por esta decisión tal vez sean obvias: el apartado gráfico de F1 2010 es excelente. Todos los circuitos están recreados al milímetro (con especial mención al de Mónaco, que copia hasta las señales de indicación), y en particular cabe destacar los efectos de iluminación y el de agua, sobresalientes en todos los grandes premios; así como la sensación de velocidad, verdaderamente notoria cuando circulamos desde cámaras interiores.

Si en consolas ya hablábamos de un videojuego extraordinario en lo visual, en compatibles las conclusiones son idénticas. Por un lado hay que dejar claro que las opciones gráficas son vastas y detalladas. Diferentes resoluciones, alternativas para el multisampling, la sincronía vertical, calidad de sombras, partículas, público, pilotos, vehículos en la distancia, objetos, árboles, reflejos o motion blur son, entre otros, algunos de los parámetros editables.

Según hemos podido probar nosotros mismos la única pega a interpelarle al videojuego es la de sus largos tiempos de carga, por lo demás en los diferentes equipos de pruebas a los que hemos sometido al título hemos obtenido un muy buen rendimiento. Con el equipo más potente de la redacción -i7, 8 GB RAM y GeForce GTX 260-, todas las opciones maximizadas y una resolución de 1920x1080 hemos estado siempre por encima de los 40 frames por segundo, todavía algo alejados de los 60 ideales para un título de conducción, pero siendo una cifra francamente respetable. Por otro lado con un equipo más modesto -AMD X2, 8800 GT, 2GB RAM- los resultados también han rondado esos números sacrificando algunos aspectos como las sombras, la sincronía vertical y el nivel de detalle de los objetos más distanciados.

La recreación de los circuitos es sorprendente, con especial mención al de Mónaco. Aunque trazados nocturnos como el de Shangai tampoco desmerecen. Hasta el más mínimo detalle está aquí representado.
La recreación de los circuitos es sorprendente, con especial mención al de Mónaco. Aunque trazados nocturnos como el de Shangai tampoco desmerecen. Hasta el más mínimo detalle está aquí representado.

... y lo que no se puede mejorar
Pero si hay un ingrediente del juego que destaque sobre el resto, ese es el sonido. La recreación de los motores de cada una de las escuderías presentes (McLaren, Mercedes, Red Bull, Ferrari, Williams, Renault, Force India, Toro Rosso, Lotus, Hispania, Sauber, Virgin) es única y absolutamente distintiva. Después de probarlo durante unas horas, sentiréis seguir estando escuchando el rugir de los motores, porque la ambientación dentro del monoplaza es sencillamente espectacular.

Además, el videojuego está completamente traducido y doblado al castellano. Es cierto que el doblaje de nuestro ingeniero, el que nos habla durante la carrera, podría haber sido un poco más efusivo, variado y, en definitiva, cercano a la realidad, pero no podemos desmerecer el gran trabajo realizado; incluso con la banda sonora que nos acompaña en los menús y hasta en las repeticiones de las carreras, que además hemos de deciros que son absolutamente íntegras para que no nos perdamos ni un solo detalle de nuestra actuación.

Una actuación que se lleva a cabo, sobre todo, en el Modo Trayectoria, pero que también nos da opciones como Grandes Premios (para competir dónde queramos y cuándo queramos con el piloto y escudería que deseemos) y Contrarreloj, una modalidad para mejorar tiempos, también con la oportunidad de competir por turnos con un segundo usuario.

Los modos online soportan hasta un máximo de hasta 12 usuarios, y es que los desarrolladores de Codemasters sólo han querido un jugador por escudería. Tal vez el año que viene cambien de opinión...
Los modos online soportan hasta un máximo de hasta 12 usuarios, y es que los desarrolladores de Codemasters sólo han querido un jugador por escudería. Tal vez el año que viene cambien de opinión...

La "pole position" online
Sin duda, es una pena que no se haya incorporado la posibilidad de jugar a pantalla partida, tanto en cooperativo como en competitivo, pero al menos gozamos del gran juego online, que admite hasta 12 corredores simultáneos en varias modalidades diferentes, que van desde el simple Sprint, que es una carrera a tres vueltas, hasta Endurance.

En esta última modalidad, disputamos una carrera a siete vueltas donde la degradación de neumáticos está activada. La particularidad es que hay que parar al menos una vez para cambiar ruedas, algo que puede cambiar completamente la carrera, ya que si paras pronto y lo haces bien, puedes ganar posiciones; pero, por el contrario, si fallas y comienza a llover, perderás la carrera.

También existen otros modos multijugador como Gran Prix, simular al anterior, pero donde la parrilla de salida se establece mediante una clasificación previa; y Pole Position, en la que gana aquel que consiga el mejor tiempo durante la Q3. Por último, se nos ofrece la opción de disputar grandes premios personalizados por nosotros mismos, creando partidas donde se establecen todas las características de la carrera, incluyendo normas. Aparte, existe un sistema de experiencia que nos otorga puntos de cara a un sistema de puntuación online, aunque no repercute de manera directa sobre la trayectoria en el juego individual.

F1 2010 supone el mejor videojuego de conducción sobre Fórmula 1 realizado en mucho tiempo, y eso es mucho decir. Su trabajo en IA, sensación de velocidad y, en definitiva, experiencia de competición es excelente.
F1 2010 supone el mejor videojuego de conducción sobre Fórmula 1 realizado en mucho tiempo, y eso es mucho decir. Su trabajo en IA, sensación de velocidad y, en definitiva, experiencia de competición es excelente.

Bandera a cuadros para Codemasters
En definitiva, F1 2010 no es el simulador definitivo, pero se le acerca mucho, y desde luego no tiene que ver nada con el F1 2009 que salió el año pasado en Wii. Este es el videojuego que realmente estaba preparando Codemasters para meterse en la carrera por el podio en lo que a juegos de simulación se refiere, y no sólo ha cruzado la meta, sino que ha conseguido meterse en el podio.

Su sensación de conducción, el nivel de realismo y la cantidad de detalles que incluye lo convierten en el título de Fórmula 1 más exigente que hayamos conocido, aunque aún debe mejorar en algunos aspectos (paradas en boxes, inexistencia de "safety car", ausencia de vuelta de formación, escasez de datos durante la carrera o añadido de pantalla partida) para convertirlo en el título definitivo jamás publicado sobre la disciplina.

Desde luego, actualmente, ofrece avances en inteligencia artificial desconocidos en un juego de conducción, además de un sistema de clima dinámico que impacta sobre todo cuando empieza a llover y a crear charcos sobre el circuito. Además, todo esto se ve reflejado sobre el control del monoplaza, y existen adicionalmente las herramientas suficientes como para acoplar el bólido a cualquier situación, haciendo en todo momento que nosotros seamos los únicos responsables de nuestra victoria o fracaso en cada carrera. En pocas palabras, F1 2010 es la vida de un piloto de Fórmula 1 encerrada en un videojuego totalmente imprescindible para los amantes de la competición más exigente de todos los tiempos. Bandera a cuadros para Codemasters.

Excelente

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Codemasters logra la "pole position" con un simulador que refleja como ningún otro juego hasta la fecha el mundo de la Fórmula 1 desde el punto de vista del piloto. Y no sólo eso, sino que también ofrece una inteligencia artificial y unos efectos climáticos (con implicaciones sobre la conducción) a los que nunca había llegado un título en el género. Si eres un apasionado del motor o, mejor aún, un entusiasta de esta competición en particular, te merecerías una bandera negra si no te hicieras con F1 2010.

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