Buscar tu personalidad en el mercado de los shooters en tercera persona puede ser toda una proeza, y en este sentido Inversion tenía buena parte del trabajo hecho gracias a su planteamiento. Lamentablemente desde el punto de vista jugable los resultados han sido decepcionantes, y han hecho del que nos ocupa un lanzamiento muy discreto.
Con muchas promesas llegaba Inversion al final de su desarrollo, y es que hace falta sangre nueva en el género de los shooters, y por ese motivo el lanzamiento de Saber Interactive se seguía con interés. Sus responsables, de hecho, ya cuajaron el interesante TimeShift que presentaba una propuesta muy particular que luego, lamentablemente, no acababa de contar con la necesaria chispa o inspiración a sus espaldas para consolidar un gran juego.
El caso con Inversion es parecido, aunque los resultados son algo más discretos. El problema de este lanzamiento es fácil de identificar, y es que se trata de un producto aburrido y genérico. Hay poco de estimulante en este mundo supuestamente original pero en realidad compuesto de mil y una referencias ajenas, y de una jugabilidad repetitiva y por momentos soporífera. En definitiva un shooter en tercera persona mediocre en el que no hay ningún elemento que sobresalga para salvar la papeleta.
El Planeta en Peligro... Otra vez
En Inversion seremos Davis Russel, un agente de policía del departamento de Vanguard City que hace patrulla normalmente con Leo Delgado: su compañero y amigo. Lo único que importa a nuestro protagonista es su hijita, y como no podía ser de otro modo ésta es secuestrada... para más inri el día de su cumpleaños. Lo único que separa a Inversion de ser el clásico sub-producto de Steven Seagal o Dolph Lundgren es el hecho de que el rapto se produce a manos de una suerte de raza alienígena (sic) que está asolando el planeta entero. Se trata de los Lutadores, un atajo de descerebrados intergalácticos anabolizados hasta la histeria más absoluta, y cuyos diálogos harían sonrojar al menos hábil de los guionistas.
Por suerte sólo entendemos partes de las conversaciones que tienen los extraterrestres entre sí puesto que hablan en otro idioma, pero rápidamente deduciremos que están masacrando a la población mundial con excepción de los niños a los que aprisionan por algún motivo secreto. Rápidamente seremos aprisionados por los Lutadores, pero no sin antes presenciar una serie de acontecimientos que parecen alterar la gravedad de los objetos que nos rodean en lugares muy precisos de la ciudad.
¿A qué se debe esto? A pesar del aspecto de matones de discoteca cósmicos de nuestros enemigos, lo cierto es que su descacharrante look oculta contra todo pronóstico a unos cerebritos capaces de idear una suerte de máquinas que permiten levantar en el aire objetos, manipularlos, lanzarlos... La idea de utilizar esas herramientas parece fascinante al comienzo, pero rápidamente nos daremos cuenta que lo que prometía muchísimo en los primeros compases de juego en realidad está prácticamente reducido a algo parecido a la capacidad biótica del Alzamiento de la saga Mass Effect. Para quienes no la conozcan, se trata de una habilidad que permite levantar a enemigos en el aire para sacarlos de sus coberturas y poder arrasarlos convenientemente con nuestras armas de fuego, aunque también se puede proyectar hacia los escasos objetos del escenario con los que podemos interactuar para lanzarlos contra los rivales o contra los obstáculos que se interpongan en nuestro camino.
Por algún motivo los alienígenas ponen en las manos de los protagonistas estas peligrosas armas para trabajar en una excavación bajo el campo de prisioneros en el que estamos recluidos, y como no podía ser de otro modo las usaremos para familiarizarnos con ellas antes de trazar un plan de huida que las incluirá como es lógico. ¿Fase 1 del plan? Salir del centro de reclusión. ¿Fase 2? Localizar a nuestra hijita perdida... Todo ello en una campaña que nos durará el estándar del género, rondando las 7 horas, y que está constantemente sazonada por unas cinemáticas de buena factura técnica, pero protagonizadas por la pareja de irritantes héroes que pasan buena parte del tiempo lamentando su suerte y regalándonos unos diálogos plagados de clichés y por momentos patéticos.
Tú Eres la Gravedad
De acuerdo, hasta aquí hemos sacado algo en claro, el argumento de Inversion no vale mucho, y la campaña es bastante aburrida. Pero, ¿qué podemos decir de las mecánicas jugables en concreto? Que son una oportunidad tan fallida como el resto de aspectos.
Por un lado el título de Saber Interactive es un shooter en tercera persona de lo más convencional. El héroe es medianamente ágil y sus movimientos son exactamente los mismos que los de la franquicia Gears of War, incluso algunas armas recogen ideas de ésta sin ningún sonrojo, lo que garantiza que al menos en este sentido la jugabilidad goza de los estándares mínimos de calidad exigibles. Lamentablemente la mecánica es aburrida debido al diseño de los escenarios, a la mediocre inteligencia artificial del enemigo y a las absurdas especificaciones de las armas. El balance entre el arsenal es fundamental para un videojuego de acción, aunque sea un tema que no se trate demasiado en avances y análisis porque en un shooter su equilibrio perfecto es de obligado cumplimiento, pero es tan llamativo cuando falla que es inevitable hacerlo notar como en este caso.
Al margen de esto, ¿cuál es el toque especial de Inversion? El uso de la gravedad, recordemos. Sin embargo donde el juego debería hacerse fuerte con ese carácter único es donde más tropieza y donde menos resultados consigue explotar. Como shooter en tercera persona convencional Inversion es mediocre, sin embargo en la otra faceta es todavía peor.
Las coberturas son fundamentales para salir airosos en el juego en general, pero por algún motivo que no se explica tenemos que levantarnos para usar la gravedad, lo que nos va a dejar siempre a merced del fuego de nuestros enemigos para hacer uso de ella. Esto unido a que en realidad el levantar a los oponentes por los aires o arrojarles algún objeto no es tan útil como soltarles una buena ráfaga de metralla entre ceja y ceja, hará que sólo usemos los poderes gravitatorios de nuestras herramientas especiales cuando se nos obligue, es decir para por ejemplo lanzar los barriles explosivos cuidadosamente situados para facilitar nuestro avance.
El juego trata de aportar algo de variedad a su fórmula con algunas secciones a bordo de torretas ametralladoras, algunas huidas de escenarios sorprendentes y los soporíferos combates contra unos jefes finales sin el más mínimo carisma ni desafío... Y es que al fin y al cabo la campaña de Inversion no deja de ser una sucesión de tiroteos con coberturas, pesada y fastidiosa por el escaso reto y la falta de chispa de sus combates y las empalagosas cinemáticas.
Si fuera sólo por el modo off-line el suspenso en la calificación de jugabilidad sería mucho más acusado, sin embargo el juego obtiene cierta redención en la faceta on-line: algo que le permite llegar a rozar el aprobado. No es que el cooperativo, por ejemplo, sea una adición fantástica, pero el tedio de los tiroteos contra la IA y los lastres de la estupidez de nuestro compañero dirigido por el juego se combaten mejor cuando tenemos un amigo humano a nuestro lado. Por otra parte el multiplayer competitivo cuenta con legión de modalidades, aunque todas son bastante estándar: para enfrentarnos con otros seres humanos podemos escoger entre el bando humano o el extraterrestre y acceder a algunos ligeros incentivos de desbloqueo para personalizar a nuestro soldados, sin embargo la experiencia en este sentido no es tan adictiva como en otros títulos recientes del género.
Un Mundo de Pesadilla -Gráficos y Tecnología-
Los apartados audiovisuales son la mejor parte de Inversion, y es ahí donde se demuestra que los potentes valores de producción con los que ha contado el juego en lo gráfico, tecnológico y sonoro hubieran obtenido mejores réditos de haberse invertido en lo conceptual y en el desarrollo jugable del título.
El videojuego es colorista, y cuenta con una paleta de color muy bien escogida. Los personajes no están nada mal modelados, y a pesar de que al protagonista le falta cualquier viso de carisma, lo cierto es que su carga poligonal, animaciones y texturización no admiten demasiado reproche. Podemos estar más o menos de acuerdo con el diseño de los enemigos y con su idéntica falta de personalidad, pero lo cierto es que en este campo también hay que recalcar que el salto hacia delante de Saber en este sentido comparado con el todavía más reciclado TimeShift ha sido notable.
Mejor aspecto presentan los escenarios, con algunas crestas de la ola notables. Por cada localización reciclada hasta la saciedad (cuevas por ejemplo) que ya hemos visto con exacto diseño en tantos y tantos juegos, hay otra bastante sorprendente y lograda; y lugares como el propio campo de prisioneros y algunas ubicaciones de la recta final del programa dejan buen sabor de boca.
Desde el punto de vista tecnológico también hay algunos interesantes titulares que destacar, aunque el acabado es discreto. En cuanto a lo positivo llama la atención la interacción con el entorno, inexplicablemente limitada en ciertas partes y apabullante en otras, pero siempre que sus responsables lo desean divertida y con ganas de sumar al apartado jugable. En lo no tan bueno destaca lo inerte de ciertas áreas, algunos bugs de moderada consideración y alguna irregularidad en el tratamiento de dientes de sierra, sombras, etcétera...
En cuanto al sonido el juego llega con la única traducción de los textos y con un doblaje en versión original bastante discreto. La música no pasará a la historia aunque tampoco es ni mucho menos molesta, y los efectos de audio están a la altura del resto de apartados.
Inversion es un juego mediocre al que sólo su multijugador ha salvado de la catástrofe. Sin ser gran cosa el on-line aporta un plus de diversión a una campaña soporífera, que da en todo momento la sensación de que con el concepto del título y sus valores de producción audiovisuales se podían haber logrado resultados mucho más loables.
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