El contenido descargable que da por cerrada la primera aventura de Alan Wake está ya disponible en el Bazar de Xbox Live. El Escritor es un interesante broche a la IP de Remedy, y pese a ser demasiado corto, también es una buena forma de atar algunos de los cabos que el inconcluso final del juego original dejó en el aire.
Remedy da por concluido el periplo de la primera entrega de Alan Wake, y desgraciadamente también quizá la última dada su escasa repercusión comercial, con El Escritor; el segundo de sus contenidos descargables tras el igualmente estimable La Señal.
En poco más de una hora podemos haber concluido este DLC que, bajo un precio de 560 Microsoft Points, ofrece casi más interés como respuesta a nivel argumental que como oferta jugable. Continúa directamente la historia donde La Señal la dejó, y ahonda todavía más en el mundo de pesadilla imbuido por la oscuridad en el que se ha convertido la cabeza de Wake. No transmite un desenlace que esté a la altura del nivel de guión del original, pero sí aporta más respuestas que incógnitas.
[t]Sueño de la Razón[/b]
En El Escritor continuamos explotando el arco argumental post Alan Wake que ya comenzamos a vislumbrar en La Señal, y que ya por aquel entonces hacía de complicado lazo entre el videojuego y esta segunda expansión que ejerce de cierre. Como en aquel entonces nos encontramos sumergidos en un mundo de pesadilla verdaderamente angustioso, en el que nuevamente cuesta discernir entre qué es real y qué no lo es y en el que también estamos nuevamente dominados por la oscuridad.
Así pues jugar al DLC sin haber terminado el juego original no es una buena idea, no sólo porque no entenderemos nada de lo que pasa a nuestro alrededor, sino también porque conoceremos algunos desenlaces de la historia de una forma completamente inconexa. En esta misma línea el lector podrá encontrar un análisis totalmente libre de spoilers.
A nivel narrativo hay que comentar que, como es lógico, debido a su corta duración apenas hay exploración de personajes en El Escritor, como tampoco lo hubo en La Señal. A pesar de ello el juego nos regala algunos diálogos interesantes, especialmente entre nuestro protagonista y Barry, que nuevamente es el más profundo y tridimensional de los secundarios. Algunos usuarios pueden verse decepcionados por un final que no está, definitivamente, a la altura de lo que cabría esperarse; pero otros quedarán moderadamente satisfechos con un puñado de respuestas que cierran algunos arcos argumentales del videojuego original, dejando puentes tendidos para una hipotética segunda parte de la que ni tan siquiera se conoce su existencia de momento.
Por lo que respecta a la faceta jugable hay pocos aspectos que comentar que difieran de lo ya visto. Para empezar el juego se basa fundamentalmente en lo que ya vimos en La Señal en lo que hace referencia a las palabras que debemos iluminar para convertirse en objetos tangibles. Esta mecánica ya estaba presente en la recta final del juego original, pero tanto ahí como en el primer DLC con algo de mayor ingenio que en este “El Escritor”, puesto que regalaban algunos rompecabezas bastante interesantes.
Donde sí hay cierta inteligencia y novedad en el planteamiento es en los escenarios, donde la locura llega mucho más allá de lo que pudimos ver en todo lo anterior sobre Alan Wake. No hay nuevas mecánicas jugables y la historia puede tener un final decepcionante para algunos, pero a nivel de decorados hay algunas partes francamente interesantes casi a modo de Casa del Terror.
Si La Señal estaba fuertemente marcado por la acción, aquí sus responsables han sacado partido de esos entornos tan imaginativos para dar más importancia al escenario; y éste conjuntamente con los diálogos y la aparición de muchos personajes conocidos y situaciones recurrentes ayudan a transmitir una sensación de déjà vu interesantemente aderezada con retorcidos cambios.
El Escritor ofrece el necesario cierre para Alan Wake, y ya por ese motivo merece ser jugado por los fans que deseen conocer cómo concluye, de momento, la aventura. Quizá su mayor pega sea su precio, algo alto para un videojuego que podemos superar en una hora, pero por lo demás es una oferta razonablemente interesante que además tiende los brazos hacia una posible segunda parte.
