Análisis de Donkey Kong Country Returns

Análisis de Donkey Kong Country Returns
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El rey de la selva ha vuelto. Donkey Kong Country, el mítico plataformas que acunó Super Nintendo, se reinventa en Wii gracias a una Retro Studios que se estrena con un éxito incontestable, en un género absolutamente desconocido para ellos. Plátanos y barriles redefinidos esperan a los fieles seguidores y a los nuevos jugadores, en una auténtica jungla de diversión simia.

El año 1994 queda ya muy lejano, pero es muy conveniente recordarlo, y más ahora. Por aquel entonces, salía al mercado una obra que marcaría el punto álgido de Super Nintendo como videoconsola doméstica. Y todo gracias a los hermanos Stamper (fundadores de Rare), que lograron maravillar al mismísimo presidente de Nintendo -entonces Hiroshi Yamauchi-, presentándole las bondades y milagros que podía realizar una estación Silicon Graphics sobre una máquina de 16 bits.

La reacción no tardó en llegar. Acuerdo con Rare para convertirla en división oficial de la Gran N y concesión automática de una de sus licencias más importantes. Así fue como nació, si todavía no lo habéis adivinado, Donkey Kong Country, que logró vender hasta 8 millones de copias, y eso sin contar las dos entregas posteriores que le siguieron.

16 años han pasado desde aquello y muchas cosas han cambiado. Rare ahora está con Microsoft y los hermanos Stamper desaparecidos, pero a la compañía del fontanero italiano todavía le quedaba un as en la manga. Retro Studios (creadores de la exitosa saga Metroid Prime) tenían ganas de cambiar de aires, y éste era el mejor momento para hacerlo. Suya no sólo ha sido la complicada tarea de rescatar un videojuego antológico para los seguidores de Nintendo, sino también la de reinventarlo y otogarle un renovado espíritu en Donkey Kong Contry Returns, convertiéndolo en uno de los mejores exponentes del género de las plataformas en la presente generación de consolas.

A Donkey no hay cosa que más le toque la corbata. Sus jugosos plátanos han desaparecido y sabe quiénes son los culpables. Se va a armar buena...
A Donkey no hay cosa que más le toque la corbata. Sus jugosos plátanos han desaparecido y sabe quiénes son los culpables. Se va a armar buena...

El regreso de un mito
Y eso tiene un incalculable mérito. Sin poseer experiencia en el campo, los desarrolladores de Austin (Texas), bajo el continuo consejo de los japoneses, han logrado hacer honor al original mediante una jugabilidad dotada de un ritmo plataformero intrépido, que logra sacar sonrisas una tras otra a los fieles seguidores de la franquicia, tanto por el humor que rebosan los simios como por lo bien que se ha recuperado -y transformado en otros casos- la esencia jugable de la serie DKC.

Enmarcando a los saltos ajustados, a la despiadada dificultad y a la gran variedad de situaciones existentes, tenemos un argumento "made in Nintendo"; es decir: simpático, funcional, sencillo y pensado para ponernos a jugar cuanto antes.

Y lo habéis adivinado. Nuestros querido gorila y chimpancé (Donkey y Diddy Kong) han perdido sus bananas, y no por accidente. Una extraña tribu, los conocidos como Tiki Tak, han irrumpido en la isla DK hipnotizando a todos sus animales para que les ayuden a robar todos los plátanos del lugar... Algo totalmente intolerable para nuestros amigos, que se pondrán inmediatamente en camino a lo largo de ocho mundos y más de 60 niveles donde correrán, saltarán, treparán y usarán lianas, entre otras muchas novedosas acciones.

Las vagonetas suponen unos de los elementos clásicos que regresan, así que ya podéis ir preparando vuestros reflejos y paciencia.
Las vagonetas suponen unos de los elementos clásicos que regresan, así que ya podéis ir preparando vuestros reflejos y paciencia.

La reinvención de un clásico
Es importante aclarar desde el principio que no nos encontramos ante un simple "remake", sino ante una reinterpretación total de contenidos. De esta manera, no hay ni rastro de Rare en este proyecto, y eso aunque se mantengan la mayor parte de localizaciones y el sistema de progresión. Todo ha sido rediseñado desde cero, consiguiendo aún así un producto que jugablemente es capaz de mirar de tú a tú al original, llegando incluso a sonrojarle en múltiples ocasiones con valientes retoques y brillantes mejoras.

Los elementos clásicos de la serie DKC regresan, con "checkpoints" a mitad de nivel, interludios de bonus dentro de las fases, las dinámicas de los barriles-cañón, los desafiantes trayectos en vagoneta... Pero nuevas situaciones se unen al conjunto, sustituyendo las fases bajo el agua y sobre nieve (se ha prescindido de ellas) por otras donde debemos librarnos de las olas embravecidas de la costa, donde contemplamos un bello atardecer repleto de contrastes o donde vivamos situaciones que desbordan adrenalina a bordo de barriles-cohete.

Resulta imposible citar la variedad de propuestas jugables existentes, todas ellas dotadas de un diseño de niveles simplemente espectacular, que cuida un ritmo de juego demoledor. Realmente, Donkey Kong Country Returns posee todo lo que un usuario podría esperar de un videojuego de plataformas. Y parte de ello se debe a la introducción de novedades que Retro Studios ha preparado para la ocasión.

Durante la aventura nos encontraremos con jefes finales, pero también con otros seres de muy malas pulgas que nos pondrán las cosas difíciles.
Durante la aventura nos encontraremos con jefes finales, pero también con otros seres de muy malas pulgas que nos pondrán las cosas difíciles.

Una jungla de novedades
En primer lugar, tenemos nuevas acciones que se suman a las tradicionales de correr y saltar. Esta vez, nuestros simios son capaces de trepar por las paredes, de flotar en el aire -con la ayuda del propulsor de Diddy- y de hasta soplar (para interactuar con determinados elementos del escenario). Además, actividades como rodar o golpear el suelo -clásicas en la saga- esta vez presentan nuevas aplicaciones (aturdimiento de enemigos y hallazgo de entradas ocultas) que expanden las posibilidades de juego, aparte de que ahora se llevan a cabo mediante el aprovechamiento de la tecnología giroscópica del wiimote.

En adición, existen nuevos jefes finales, que son variados y poseen complejidad tanto en su diseño como en la rutina a seguir para superarlos. A pesar de ello, no suponen los picos de dificultad más elevados del título, aunque para eso ya están los desafíos plataformeros de los que se alimenta Donkey Kong Country Returns. Unos desafíos de dificultad ajustada, creciente durante todo el proceso jugable, y que provocan continuamente esa sensación dicotómica de frustración-satisfacción por haber terminado superando un reto que parecía casi imposible.

Como el original, la obra de Retro Studios tiene mucho de eso, aunque en esta ocasión se nos ha querido echar un cable. En efecto, ahora poseemos dos corazones de salud (cuatro si vamos con Diddy). Es decir, menos posibilidades de acabar perdiendo unas vidas que vuelven a ser numerosas -no es difícil hacerse con más de 50 en los primeros mundos-, pero que no descompensan el grado de reto presente, ya que tan pronto como avancemos hacia el final de la aventura iremos viendo cómo el número de globos Kong (vidas) va desapareciendo vertiginosamente.

Sin embargo, los usuarios menos habilidosos no deben preocuparse. Nintendo ha pensado en ellos. Y no, no nos hemos equivocado al citar compañía, porque fueron ellos los que patentaron la Super Guía, inaugurada en New Super Mario Bros, mejorada en Super Mario Galaxy 2 y finalmente también empleada en este título. Sin duda, una gran noticia, ya que el sistema detecta cuándo estamos fallando demasiado, sugiriéndonos que Super Kong nos ayude con la fase en cuestión. Él completará el nivel por nosotros, eso sí, a cambio de que no obtengamos ningún ítem en ella.

Si esto supusiera poca ayuda, el título, adicionalmente, nos propone comprar una serie de objetos en la tienda del viejo Cranky Kong (que sigue igual de gruñón). Allí es posible obtener, a cambio de algunas monedas-banana: globos de vida, corazones extra, un zumo de plátano que nos hace temporalmente invulnerables y hasta llaves de mapa que habilitan niveles extra del escenario que, además, suponen rutas alternativas en el mapeado.

Con todo, Donkey Kong Country Returns es un título largo con cerca de 10 horas de juego, sin contar el enorme poder de rejugabilidad que atesora. Y es que cada nivel, aparte de multitud de monedas-banana, contiene las típicas letras K-O-N-G y una serie de piezas de puzle que deberemos reunir para desbloquear una serie de contenidos, en forma de galerías de imágenes, de música o de dioramas. Y si a esto le sumamos que cada fase -una vez superada- se puede repetir en Contrarreloj para obtener medallas (bronce, plata u oro), entonces esa decena de horas de juego que citábamos se pueden disparar hasta el doble.

El cooperativo supone el añadido más llamativo de esta entrega. Los jefes finales y los retos plataformeros son así mucho más llevaderos.
El cooperativo supone el añadido más llamativo de esta entrega. Los jefes finales y los retos plataformeros son así mucho más llevaderos.

Los simios también cooperan
O incluso más. Como característica estrella de esta edición, hemos de recalcar que Donkey Kong Country Returns posee cooperativo para un máximo de dos jugadores. Con un jugador controlando a Donkey y otro a Diddy, se multiplica hasta por dos la probabilidad de terminar una fase con éxito, ya que la partida no se acaba hasta que ambos simios pierden la vida.

Y esto es altamente improbable, debido a que (la mayor parte del tiempo) pueden ir separados, sin contar la posibilidad de pulsar el botón A, una vez muertos, para reaparecer de nuevo en pantalla al estilo New Super Mario Bros. Sólo necesitaremos que nuestro compañero toque el barril que flota en el aire para que retomemos la acción.

Una acción que multiplica la satisfacción al jugar acompañados, aunque no sin leves errores de diseño que vienen dados por la descompensación existente entre el usuario que maneja a Donkey y el que controla a Diddy. Esto es debido, principalmente, a que el chimpancé puede flotar en el aire y atacar desde la distancia, mientras que el gorila sólo puede saltar. Aún así, es algo que también se puede mirar desde el lado positivo, ya que siempre se puede dejar Diddy al jugador menos habilidoso.

Da igual el estilo que control que elijáis (wiimote en solitario o wiimote-nunchuk), ya que las fases van a ser igual de difíciles.
Da igual el estilo que control que elijáis (wiimote en solitario o wiimote-nunchuk), ya que las fases van a ser igual de difíciles.

Sea como fuere, aún teniendo en cuenta la dificultad que entraña crear un multijugador en condiciones, Retro Studios ha convertido el valiente intento en una realidad cooperativa muy gratificante. A pesar de que en compañía las vidas se esfumen más rápidamente, los niveles también se superan más fácilmente, con la ventaja añadida que tiene el que cualquiera de los dos abandone o retome la partida en cualquier momento (dejando al usuario solitario que prosiga la aventura en cualquiera de las tres partidas de guardado disponibles).

Una aventura que goza de un apartado artístico-gráfico perfecto para las necesidades de un plataformas. Escenarios plagados de detalle (con gran profundidad y encanto), un completo repertorio de nuevos enemigos, simpatía en el diseño, un delicado modelado y animación de cada criatura... El buen gusto y la originalidad actúan al unísono en una creación que puede presumir de sacar provecho al "hardware" de Wii.

Y es que no sólo estamos hablando de entornos que sacarán todos los colores posibles a nuestro televisor, sino que -en muchas ocasiones- gráficos y jugabilidad van de la mano para mostrarnos situaciones plataformeras realmente novedosas. Técnicas de programación muy sutiles consiguen que olas que forman parte del fondo (un mar embravecido) acaben con todo lo que en ese momento se encuentre sobre el escenario -incluidos nosotros-, y el uso de contrastes en otra fase al atardecer provocan que no sepamos nunca muy bien si eso que tenemos delante es un arbusto o un enemigo que nos va a sorprender.

Los barriles-cañón no podían faltar, ahora dotados de mayor espectacularidad al llevarnos hacia diferentes planos de profundidad del decorado.
Los barriles-cañón no podían faltar, ahora dotados de mayor espectacularidad al llevarnos hacia diferentes planos de profundidad del decorado.

El auténtico rey de la selva
Situaciones como las nombradas las hay a puñados, son difíciles de concretar, pero están ahí para darnos variedad y, ante todo, algo diferente a lo visto en un género, el de las plataformas, donde resulta ya difícil innovar.

No obstante, Retro Studios lo consigue, y con mucha clase, a pesar de que para la ocasión haya decidido rescatar casi de manera íntegra la banda sonora y los efectos de sonido originales de la serie Donkey Kong Country. Pero esto no es algo que nos parezca negativo. Más bien ocurre todo lo contrario, sobre todo cuando el "remix" resultante supone un total reversionado de las melodías que todos conocemos, dotadas de multitud de acordes y variantes para darnos la sorprendente cifra de 30 temas diferentes, todos ellos muy adecuados a las distintas situaciones que nos tocará jugar.

Verdaderamente, poco más se puede pedir a un título del que apenas se pueden extraer puntos negativos. Donkey Kong Country regresa por todo lo alto en Wii con los auténticos reyes de la selva: un gorila y un chimpancé locos por recuperar sus plátanos en el que supone el mejor plataformas de Nintendo después de New Super Mario Bros y los galácticos Super Mario Galaxy.

Magnífico

Obra maestra

Donkey Kong Country Returns

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

El rey de la selva plataformera de los 16 bits llega a la actual generación de consolas con un videojuego reinventado e implacable a todos los niveles. Retro Studios nos demuestra la esencia del género de los saltos ajustados, mediante un ritmo intrépido y poderosas mejoras que suponen un grito cargado de nostalgia y novedad en medio de la jungla jugable que es Donkey Kong Country Returns. Si aún tienes secuelas por la lección de plataformas simias que viviste en los años 90, ahora ha llegado el momento para que las multipliques. Sin duda, un videojuego que todo poseedor de una Wii debería tener.

Comprar Donkey Kong Country Returns
Jugadores: 1-2
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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VÍDEO ESPECIAL

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