Análisis de Mario Kart 7

Análisis de Mario Kart 7
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3, 2, 1... ¡Ya! El semáforo se pone en verde para dejar paso al título que cambiará la suerte de Nintendo 3DS. El "7" de Mario Kart es el destinado a realizar tal proeza, un videojuego que con 32 circuitos, 16 pilotos, jugabilidad consagrada y un online formidable se convierte en uno de esos lanzamientos que justifican la compra de una consola.

Nintendo 3DS ha necesitado un “7” para acabar con su maldición, pero por fin lo ha encontrado, y de qué manera... Si Mario Kart DS ya supuso una obra atemporal, que se mantuvo en las listas de ventas hasta conseguir la bien merecida cifra de 22 millones de copias, su evolución maximizada, Mario Kart 7, llega para poner sobre ruedas el proceso de recuperación de una portátil severamente castigada desde su lanzamiento.

Lo nuevo de la Gran N es el primer videojuego que justifica realmente la adquisición de una 3DS. Una obra que, como su predecesor más espiritual para DS, aparece en los primeros meses de vida de la portátil para suponer uno de sus más potentes motores comerciales. Pero no sólo eso, porque Mario Kart 7 es igualmente un videojuego enorme, desarrollado con mimo y que hasta se atreve a innovar dentro de la serie, dándonos uno de los productos más completos y trabajados que Nintendo ha desarrollado en el presente año 2011.

Una despedida de temporada realmente memorable, con un título que no solamente os durará días, sino semanas e incluso meses. Verdaderamente, es difícil concebir un videojuego con tanta diversión portátil, prácticamente ilimitada, que viene esta vez no sólo auspiciada por la talentosa mano de los estudios internos de Kyoto (en concreto, el Software Development Group No.1, dirigido por Hideki Konno), sino también por Retro Studios, que se encargó de diseñar buena parte del juego por problemas de tiempo.

El "7" que arranca el motor de 3DS
El resultado final difícilmente podría haber sido más gratificante. Los que fueran los autores de Nintendogs y Mario Kart DS dan una auténtica lección de pilotaje en el género de la conducción más disparatada, gracias a un control emblemático y a una respuesta tan precisa como la de un reloj suizo. Además, gracias al añadido del control analógico en la portátil estereoscópica, la jugabilidad marca de la casa es ahora incluso más satisfactoria, ofreciéndonos una renovada dimensión que se expande gracias a un conjunto de novedades que hacen a la clásica experiencia Mario Kart aún más poderosa.

Así, si en anteriores entregas ya teníamos la típica conducción sobre tierra y situaciones donde incluso nuestro vehículo se desplazaba a través de entornos acuáticos, para la ocasión se añade la posibilidad de usar el ala-delta en determinados tramos de los circuitos. Acción motorizada por tierra, mar y aire -podríamos decir- con un gran equilibrio entre las partes, de forma que la variedad sea todavía más acusada, logrando un potente punto de inflexión dentro de la franquicia, así como en el subgénero.

El diseño de circuitos, a este respecto, sufre una potente inyección de versatilidad. Y si antes ya teníamos curvas imposibles, múltiples cambios de rasante o distintas tipologías de terreno (asfalto, tierra, hierba, barro...), ahora hemos de sumar la posibilidad de estar tan pronto bajo el agua, como en la superficie o surcando los aires. Todo combinado en su justa medida, con gusto y saber hacer para dar lugar, probablemente, al catálogo de circuitos más inspirado de toda la saga.

Mario Kart 7 aporta novedades a la fórmula tradicional para consagrarse como uno de los lanzamientos estrella durante los primeros compases de 3DS. Carreras de diversión ilimitada.
Mario Kart 7 aporta novedades a la fórmula tradicional para consagrarse como uno de los lanzamientos estrella durante los primeros compases de 3DS. Carreras de diversión ilimitada.

A rasgos generales, es fácil apreciar que, gracias a las nuevas dinámicas tierra-mar-aire, los secretos disponibles para conseguir el mejor tiempo en cada circuito se han incrementado. Las rutas múltiples, de esta manera, han aumentado en número, al igual que ocurre con la oportunidad de encontrar una mayor cantidad de caminos para llegar a la meta antes que nuestros rivales. Las posibilidades de completar un mismo circuito de distintas maneras son francamente elevadas, y eso es un atributo de incalculable valor dentro de un título como Mario Kart.

Asimismo, encontramos que se ha multiplicado el número de peligros dentro de los circuitos. Plantas piraña que intentan comernos, géiseres que escupen agua, ciempiés que obstaculizan el paso, rocas que vienen a nuestro encuentro, charcos que nos hacen patinar, precipicios colocados con muy mala intención, peligrosas columnas de lava que salen desde la pista... Aparte de la propia dificultad que acarrea el tener que luchar contra el resto de pilotos (la parrilla es de ocho), deberemos estar siempre atentos para que no nos sorprenda lo que viene desde el horizonte.

Por tanto, una vigorosa sensación de inmersión al volante que es posible gracias a un numeroso repertorio de pistas. En total, el juego cuenta con la respetable cifra de 32 circuitos, la mitad de ellos completamente diseñados desde cero, proponiéndonos un recorrido por la isla Wuhu (de Wii Sports Resort), realizar una travesía por el galeón de Wario o, entre otros, una renovada versión de clásicos como el Castillo de Bowser. Hasta los desarrolladores estadounidenses de Retro Studios se han animado a poner su granito de arena con un nuevo circuito: Jungla DK, con el cual nos vuelven a demostrar el excelente momento de forma en el que se encuentran los famosos creadores de Metroid Prime.

Por tierra, por mar... ¡y por aire! La gran novedad de Mario Kart 7 es que podemos volar en parapente. Todo un mundo de posibilidades se abrirá ante tus ojos.
Por tierra, por mar... ¡y por aire! La gran novedad de Mario Kart 7 es que podemos volar en parapente. Todo un mundo de posibilidades se abrirá ante tus ojos.

Por la dedicación mostrada en cada uno de los nuevos circuitos, se nos hará imposible escoger sólo uno. De hecho, estamos seguros de que buena parte del material diseñado va a quedar inmortalizado de cara a futuros Mario Kart. Un buen ejemplo lo tenemos en la nueva Senda Arcoiris (que, por cierto, tiene tres secciones en lugar de tres vueltas), la cual se convertirá, con toda probabilidad, en una de las más memorables, tanto por su fuerte inspiración artística como por su acertado acabado visual (que recuerda a Super Mario Galaxy).

Sin embargo, los 16 circuitos “retro” restantes también tienen mucho que decir, principalmente porque sus responsables, otra vez los diseñadores de Retro Studios, han llevado a cabo un trabajo espléndido. Ver representados en Nintendo 3DS pistas tan clásicas y emblemáticas como Circuito Mario (SNES), Desierto Kalamari (N64), Crucero Daisy (Gamecube), Mansión de Luigi (DS) o Barranco Champiñón (Wii) es una auténtica delicia tanto para nuestra vista como para nuestras manos.

Y es que el trabajo de Retro Studios no sólo se ha limitado a aumentar la carga poligonal o a rediseñar texturas, sino también a llevar a buen término la difícil tarea de adaptarlos a la jugabilidad propia y genuina de Mario Kart 7. De esta forma, podríamos considerar hasta que están renovados (aunque siempre manteniendo su esencia “retro” y alma original) gracias a la incorporación de las nuevas posibilidades de esta obra: recolección de monedas, saltos con impulso, derrapes con turbo, técnica del rebufo, nuevos items...

¡Prepárate para dominar tu kart!
En efecto, no todas las novedades de Mario Kart tienen que ver con los circuitos. Ni mucho menos. Así, uno de los aspectos que más nos han llamado la atención es que regresan los derrapes con impulso (como en Mario Kart DS). Con pulsar el gatillo R en la curva podremos cargar un turbo que se activará en cuanto soltemos el botón. Pero hay una novedad muy importante. En esta ocasión, la carga es directamente proporcional al tiempo que estemos derrapando, no dependiendo en ningún caso de lo que hagamos con el “stick”. Esto es algo que modifica diametralmente el patrón usado antiguamente, acabando con el temido “snaking” que tan popular se hizo en la versión para Nintendo DS.

Adicionalmente, se ha añadido otra no menos importante característica, también relacionada con la obtención de “miniturbos” en carrera. Hablamos de la oportunidad para saltar en el último momento cuando nos encontremos al filo de una rampa o similar. En estos casos, también obtendremos un impulso, suponiendo crucial dominarlos para realizar los mejores tiempos y ganar carreras.

Por último, no podemos dejar de comentar la conocida técnica del rebufo, que igualmente hace su reaparición. Eso sí, no se le ha sacado el máximo provecho y no será tan útil como en Mario Kart DS, pero aún así sigue suponiendo otra ventaja añadida en el caso de que seamos capaces de aprovecharla. Algo semejante a lo que ocurre con los famosos ítems de la franquicia, los cuales regresan en su totalidad (caparazones, bombas, cáscaras de plátano, estrellas de invencibilidad...), con alguna que otra novedad que siempre es de agradecer.

¿Hay algo más divertido que Mario Kart? Sí, jugar a Mario Kart con Miis. Ahora podrás competir online con tu Mii, para que todo el mundo se quede con tu cara cuando hagas cosas como ésta.
¿Hay algo más divertido que Mario Kart? Sí, jugar a Mario Kart con Miis. Ahora podrás competir online con tu Mii, para que todo el mundo se quede con tu cara cuando hagas cosas como ésta.

Por ejemplo, la flor de fuego llega para permitirnos escupir bolas que serán muy dolorosas para nuestros rivales; mientras que la cola de mapache nos ayudará a dejarles K.O. durante unos segundos mediante una embestida cuerpo a cuerpo. No obstante, el que más nos ha gustado ha sido el conocido como “item 7”, que pone a nuestro alrededor siete habilidades para lanzarlas una a una. Solamente se echa en falta que aparezca más frecuentemente, pero es de entender, y más viendo el número que le representa. Obtenerlo será más bien una cuestión de suerte.

En conclusión, Mario Kart 7 refuerza el repertorio de técnicas a dominar, y eso siempre es positivo, ya que lo llena de posibilidades, haciéndolo al mismo tiempo más divertido. Sólo hay que disputar unas cuentas carreras para darnos cuenta de ello. Gracias a todas las novedades introducidas y a los reajustes realizados sobre la fórmula, ahora las carreras son más locas que nunca. Si ya era posible, en anteriores Mario Kart, que el corredor en la cola se hiciera con la victoria en la última vuelta, ahora el factor “suerte” hace incluso que el mejor de los pilotos se vea humillado por una desgraciada carrera.

Todo esto es gracias a que la programación del cartucho es exquisita. Dependiendo de nuestra posición, las ayudas o desventajas que obtenemos son mayores o menores, equilibrando siempre la experiencia jugable con unos rivales manejados por una IA muy consistente. Incluso habrá momentos en que la máquina sepa acabar con nuestra paciencia, aunque sólo si escogemos las copas de mayor dificultad desde el principio, ya que uno de los aspectos más mejorables del título es que resulta demasiado asequible.

El efecto 3D da más brillo y esplendor al apartado gráfico, proporcionando un “plus” de profundidad. No obstante, no llega a modificar sustancialmente la experiencia.
El efecto 3D da más brillo y esplendor al apartado gráfico, proporcionando un “plus” de profundidad. No obstante, no llega a modificar sustancialmente la experiencia.

Exigente consigo mismo pero no tanto con los jugadores. Así es un Mario Kart 7 donde los usuarios más avanzados deberán comenzar a jugar el modo Grand Prix (principal reclamo de la obra) desde la mayor de las cilindradas (150cc). La principal razón es que el resto -50 y 100cc- no suponen un reto real, y están solamente presentes para adentrar en la serie a esos nuevos jugadores que tanto ha atraído y sigue buscando Nintendo.

Esto no es algo negativo en absoluto, puesto que el videojuego no nos penaliza por comenzar a jugar desde la mayor de las categorías. De hecho, una vez superemos las copas en 150cc, también se desbloquearán en 50cc y 100cc. Todo un detalle. Y no os penséis que por ser jugadores avanzados tendréis menos diversión. En total, existen 8 copas -de cuatro carreras cada una- donde competir (cuatro con circuitos nuevos y cuatro con pistas “retro”), ofreciendo cada vez un desafío mayor, todavía más elevado cuando se añade al conjunto el Modo Espejo (ya clásico en los Mario Kart).

Cierto es que superar el modo Grand Prix no supone mucho tiempo. Si somos habilidosos, en un par de horas lo habremos completado (y puede que con alguna medalla de oro). Pero será imposible que lo dejéis ahí. Mario Kart 7, como los anteriores, es pura adicción; un videojuego del que no podréis separaros, probablemente, hasta que hayan pasado unos meses. Y es que existe un gran motivo por el que seguir corriendo una y otra vez en las mismas carreras: coleccionar monedas.

Mario Kart 7 añade una vista en primera persona que, además, nos permite manejar el kart con el control giroscópico de la consola. Interesante, aunque lo desactivaréis a los pocos segundos.
Mario Kart 7 añade una vista en primera persona que, además, nos permite manejar el kart con el control giroscópico de la consola. Interesante, aunque lo desactivaréis a los pocos segundos.

Efectivamente, se han recuperado las clásicas monedas de Super Mario Kart (1992), de forma que recogerlas sea parte complementaria de la diversión. Como en el pasado, si recogemos diez en el mismo circuito (algunas más accesibles, otras más ocultas), nuestra velocidad se incrementará, muy a pesar de que la verdadera utilidad la encontraremos en el hecho de que nos van a facultar para poner en marcha otra de las grandes novedades de este lanzamiento: el sistema de personalización.

A medida que obtengamos monedas (50, 150, 200...), iremos desbloqueando nuevas partes para montar nuestro “kart” particular: distintas carrocerías, tipos de rueda y parapentes. No podemos decir la cantidad de elementos presentes, aunque os podemos asegurar que son muchos. Por tanto, he aquí un importante elemento de rejugabilidad, ya que este ingrediente de personalización podría ayudarnos muchísimo a mejorar nuestro rendimiento en partidas “online”, mejorando atributos como la velocidad, la aceleración, el peso, el manejo o el carácter todoterreno del vehículo.

Y no se trata de cambios que no se reflejen en el estilo de conducción. Dependiendo del tipo de rueda que montemos, por ejemplo, la sensación al volante será diferente. De esta manera, pilotar sobre una pista mojada (como la de Ciudad Koopa) con gomas lisas nos haría desplazarnos demasiado en las curvas, mientras que unos neumáticos todoterreno en una superficie de asfalto no darían nunca el mejor resultado en términos de velocidad punta.

Pura diversión sobre ruedas
Sintetizando, Mario Kart 7, a pesar de su accesible apariencia, esconde mucha complejidad, a la cual se suma un repertorio de personajes extenso (16 cuando están desbloqueados), entre los que nos encontramos a algunos de aparición indiscutible como Mario, Luigi, Peach, Toad, Koopa, Bowser, Donkey Kong y Yoshi. Lo mejor es que cada uno vuelve a contar con sus propias particularidades, siendo Toad todo un portento del control y la velocidad, mientras que Bowser es un peso pesado de gran resistencia pero escasa maniobrabilidad.

Desbloqueables hay unos cuantos personajes más que no citaremos para que los descubráis vosotros mismos, pero lo cierto es que la selección podría haber sido más generosa (16 corredores es una buena cifra, pero mejorable) e igualmente más cuidada, ya que muchos de ellos -por una razón u otra- no terminan de resultar del todo carismáticos. Nintendo posee sin duda personajes más competentes, aunque siempre podemos conformarnos con nuestro Mii, con el cual más tarde que temprano podremos correr tanto en el Grand Prix como en el resto de modalidades que incluye el videojuego.

Nos referimos, por supuesto, y entre otros, a Contrarreloj, que como sabéis nos invita a competir para mejorar tiempos. Es digno de mención, en este sentido, que los desarrolladores hayan decidido colocar las marcas obtenidas por algunos de sus trabajadores (de Nintendo y de Retro Studios), lo cual supone un buen aliciente para que intentemos superarlos. Además, se añade la posibilidad de usar fantasmas descargados de Internet, de manera que podamos tener en carrera hasta a siete de forma simultánea. Sin duda, un “time trial” muy mejorado al que se incorporan también unas curiosas gráficas que representan, con una curva, en qué posición se encuentra nuestro tiempo (más que nada para tener una referencia).

No, Mario, no podremos mirar hacia atrás, aunque la pantalla inferior nos servirá para ver un mapa de posiciones, así como identificar los items que llevan en ese momento los adversarios.
No, Mario, no podremos mirar hacia atrás, aunque la pantalla inferior nos servirá para ver un mapa de posiciones, así como identificar los items que llevan en ese momento los adversarios.

De menos suerte han gozado otras modalidades tan clásicas como Batalla de globos y Batalla de monedas. Siguen funcionando exactamente igual de bien que en el pasado, pero se echan en falta más arenas en las que competir (sólo hay seis) y también una IA tal vez más consistente. La profundidad en el planteamiento -acertar enemigos o recoger monedas, respectivamente, antes de que se agote el tiempo- tampoco acompaña, aunque podría suponer un divertido pasatiempo entre tanta carrera.

Carreras que adquieren su verdadera expresión en Mario Kart 7 cuando se disputan online, lo cual supone el principal bastión para mantener viva la llama de la diversión durante meses e incluso años. Mario Kart DS ya se hizo popular por su gran poder de conectividad. Ahora, Nintendo se supera a sí misma con unas partidas para ocho jugadores simultáneos (sin necesidad de códigos de amigo), servidores dedicados y hasta la oportunidad de formar comunidades de usuarios.

El online es la gran fortaleza de un videojuego donde las partidas se encuentran rápidamente. Incluso, cuando la partida a la que pretendemos acceder ya se está disputando, la máquina nos coloca en modo en espera, retransmitiendo en directo -y a pantalla completa- la carrera que se está disputando para que no nos aburramos mientras aguardamos nuestro turno. Y ciertamente es un proceso que funciona a la perfección, ya que con cada ronda iremos viendo cómo más y más participantes se van uniendo hasta formar un máximo de ocho competidores y sin nada de “lag”.

Uno de los aspectos más sorprendentes de Mario Kart 7 es que hasta 8 jugadores pueden disfrutar de los 32 circuitos, y con sólo un cartucho. Incluso las monedas que ganemos se contabilizarán.
Uno de los aspectos más sorprendentes de Mario Kart 7 es que hasta 8 jugadores pueden disfrutar de los 32 circuitos, y con sólo un cartucho. Incluso las monedas que ganemos se contabilizarán.

Si por alguna razón no encontráramos rivales en ese momento, el videojuego incorpora un listado de amigos y rivales (con los que ya nos hemos encontrado) con el fin de ver si alguien está conectado en ese momento. Mario Kart 7 ofrece gracias a la tecnología de Nintendo 3DS esa posibilidad, aunque todavía es más interesante lo que nos acerca el nuevo Canal Mario Kart. En efecto, gracias al canal, que funciona con Street Pass (en local) y SpotPass (por Internet), tendremos la oportunidad de intercambiar perfiles, obtener corredores fantasma y hasta recibir recomendaciones para formar parte de determinadas comunidades.

Unas comunidades online que es posible crear con tan sólo ponerles nombre y descripción. A partir de entonces, y sólo publicando o mandando a nuestros amigos el código de comunidad pertinente, ya podremos competir para dilucidar quién es el mejor de los pilotos. Ha sido una gran idea, absolutamente bienvenida, y eso a pesar de que las posibilidades de comunicación se limiten a intercambiarnos mensajes predefinidos antes de entrar en las carreras ("¿Cómo estás?, ¿Empezamos? o ¡Qué emoción!", entre otros). Nintendo todavía tiene miedo a innovar en este aspecto, aunque eso no ha impedido que creáramos nuestra propia comunidad: 3DJuegos (37-8730-2161-7016). Cuando accedáis, podréis competir con sus miembros, cualquiera de los cuales podría aspirar a un puesto dentro del ranking “por puntos” que se establece (con oro para el mejor, plata para el subcampeón y bronce para el tercer mejor clasificado).

No se acaba aquí el listado de novedades. Hasta tenemos una ficha donde dejar reflejadas nuestras victorias, derrotas, “ranking” mundial y rango obtenido. Podremos igualmente escoger al personaje o Mii que nos identifique dentro de un sistema de puntuación donde podremos ganar puntos, pero también perderlos por quedar en mala posición. Un sistema del que también se saca provecho en la última gran incorporación de Mario Kart 7, realmente espectacular, y que consiste en un Modo Descarga que nos permite jugar hasta un máximo de ocho usuarios con un solo cartucho. Todo con el valor añadido de que están disponibles todos los circuitos (los 32), con la única penalización de que -quienes no posean el juego- tendrán que correr, y sin excepción, con Shy Guy.

La música es también uno de los aspectos más cuidados. Hay situaciones, como cuando bajamos a entornos acuáticos o volamos, en las que la intensidad y ritmo se modifican. Todo un detalle.
La música es también uno de los aspectos más cuidados. Hay situaciones, como cuando bajamos a entornos acuáticos o volamos, en las que la intensidad y ritmo se modifican. Todo un detalle.

Sin duda, una gran noticia que no hace más que poner de relieve los tremendos esfuerzos tecnológicos realizados por la Gran N. Otro buen ejemplo lo tenemos en el “frame rate”, que es inamovible: 60 imágenes por segundo. Y da igual que pasemos de las 2D a las 3D, porque el efecto estereoscópico no hace más que pronunciar el cuidado aspecto visual del título. Puede ser cierto que el efecto tridimensional de la portátil no aporte mucho, pero acompaña perfectamente a unas carreras que poseen una más que adecuada sensación de velocidad.

En cuanto a los circuitos y sus diseños, la verdad es que obtenemos un buen repertorio de temáticas, desde montañas hasta el interior de junglas, entornos acuáticos, circuitos cerrados o incluso playas. No obstante, lo que más sorprende es la gran cantidad de detalles que obtenemos, con ejemplos como la lluvia cayendo en Ciudad Koopa, las flores de cerezo volando sobre el Circuito de Mario o la gran profundidad de los decorados en Montaña Roqui-Roque. La posibilidad de ver repeticiones nos permitirá apreciarlo todo con mayor detenimiento, dentro de un Mario Kart que incluso ha pensado en los circuitos más “retro”, remoldeándolos, reconstruyendo texturas y aportando un nuevo “look” (sobre circuitos clásicos como Playa Koopa) que apasionará a los más veteranos jugadores.

Todo acompañado de un repertorio musical también variado y muy alegre, en consonancia con la calidad y estilo aplicados en anteriores entregas. No sólo las melodías “retro” están reformadas, sino que también tenemos temas inéditos, como el de Wuhu Island (rescatado de Wii Sports Resort) u otras nuevas composiciones muy inspiradas. Sí, existe un alto reciclado en todo lo que tiene que ver con efectos sonoros (voces de pilotos, lanzamiento de items, caída de semáforos a verde...), pero siguen encajando, ya que son emblemáticos -como el resto del título- incluso a pesar de contar con casi 20 años de antigüedad.

Magnífico

Obra maestra

Mario Kart 7

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

La saga Mario Kart expande su fórmula jugable con un título que mejora aún más su experiencia de conducción, que lleva a la excelencia el arte de diseñar circuitos y que da soporte 3D a las carreras online más disparatadas y divertidas de la franquicia. Siguiendo la estela del extraordinario Mario Kart DS, esta nueva entrada, desarrollada por Nintendo y Retro Studios, escala un nuevo nivel para convertirse en imprescindible, en un auténtico “vendeconsolas” con una calidad a prueba de bombas y una duración prácticamente ilimitada. Sin duda, este era el “7” que Nintendo 3DS necesitaba para arrancar motores.

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Jugadores: 1-8
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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