Si creíais haberlo visto todo en la serie de videojuegos Dragon Ball, aquí va una fusión de contenidos. Personajes de todas las épocas del manganime unidos en escenarios combinados para afrontar el mayor torneo jamás concebido. Y además nosotros somos los protagonistas. ¿Deseo concedido? Es pronto para decirlo, pero Dragon Ball Fusions promete.
Dragon Ball siempre ha versado sobre combatientes que nunca daban algo por perdido, en personajes que lo daban todo por mejorarse con cada contienda. Pero llegó un momento de la serie manganime en que esto no era suficiente, y llegaron las fusiones, una forma rápida para que Goku y sus amigos lidiasen con enemigos terriblemente poderosos.
Dragon Ball Fusions es algo así. Un videojuego que también toma la vía rápida, en este caso para darnos una nueva entrega con más personajes y mecánicas. Es básicamente un RPG centrado en la fusión de los elementos del universo Dragon Ball, y con esto no sólo nos referimos a sus protagonistas, sino a todo lo que les rodea. Es una buena idea. De hecho, puede que a los desarrolladores de Ganbarion no les quede mal, menos teniendo en cuenta que muchos de sus títulos (Jump Super Stars, Pandora's Tower, One Piece: Unlimited Cruise…) han sido más que decentes.
Fusions es por tanto un juego atípico, y eso ya nos llama la atención. Su base descansa en una simple pero interesante historia. Nosotros somos los protagonistas. Creamos a un personaje, escogiendo sexo y una de las cinco razas disponibles. Lo demás viene dado por la historia, que arranca con un deseo al dragón: hacer que el torneo Budokai sea el más grande del universo y la historia en general. Difícil tarea que Shenron resuelve fusionando el espacio y el tiempo, dando lugar a un nuevo, rico y divertido mundo que descubrir en Nintendo 3DS.
La fusión hace la fuerza
Los protagonistas de la aventura son nuestro personaje y su mejor amigo (Pinijji), artífices de un escenario en el que veremos namekianos, saiyans, humanos y todas las razas de esta serie fusionadas entre sí. Esto incluye los edificios y todo lo que os podáis imaginar. El resultado es un entorno psicodélicamente "dragonbolero" que a nivel artístico propone una perspectiva refrescante, pero que a nivel jugable también plantea muchos aspectos novedosos.
Por supuesto, el primer reclamo está en las fusiones. Tenemos dos tipos: las normales y las conocidas como EX Fusión, que requieren que los guerreros posean ciertas compatibilidades y que poseamos un brazalete especial. Los resultados (que se prometen por cientos) pueden ser tan atractivos como dantescos, puesto que los desarrolladores prometen hacer posible cualquier combinación que se nos ocurra.
Goku, Gohan, Krilin, Yamcha, Freezer, Piccolo, Raditz, Mr. Satán, Ginyu, Vegeta, Célula, los androides… Todos son fusionables, mezclando caracteres de unos y de otros para dar lugar a nuevos luchadores. Hasta se ha llegado a decir que podrían combinarse un total de 5 personajes entre sí para crear "la fusión definitiva". Es uno de los rasgos de un sistema de batalla original, el cual se erige como uno de los pilares fundamentales de este Dragon Ball Fusions.
Estamos ante un juego de rol y por tanto no podemos obviar que tendremos exploración, pero parece que Ganbarion ha prestado especial cuidado a las batallas. Es el núcleo de la aventura. Nos invitan a tener muy en cuenta la posición de nuestros combatientes desde la pantalla inferior de nuestra Nintendo 3DS. Desde ahí nos fijamos en el radar, mientras que en la superior seguimos la espectacularidad de las batallas.
Tienen varias peculiaridades. Una es que cada personaje posee sus comandos, así que no os esperéis algo demasiado simplón. La otra es que las técnicas tienen distinto rango de acción, y dependiendo de ello pueden afectar a más o menos enemigos. Un kamehameha lanzado con el ángulo preciso, puede hacer mucho daño. Luego hay otras ofensivas que funcionan más en cortas distancias, pero disponen de un mayor rango de daño. Es decir, parece que hay un toque estratégico curioso cuanto menos, puesto que también es posible empujar a los rivales fuera del campo de batalla.
Dragon Ball Fusions plantea por tanto un mapa explorable que combina rasgos de varios de los escenarios de la serie: desde la casa del maestro Roshi hasta el planeta Namek. Posee también un conjunto de personajes que, sí, son clásicos, pero no cuando se fusionan, dando un nuevo aire a esta entrega. Y luego por último tenemos las batallas, que se reinventan bajo una perspectiva con toques tácticos y estratégicos de lo más interesantes.
Se han dado pinceladas sobre lo que podría ser la edición de personaje, consistente en la compra de equipamiento. También se ha dicho que para llegar a la fusión de 5 personajes se emplea una danza, algo que no sorprenderá a los fans. Pero luego hay un detalle importantísimo: ¿qué ocurre con el torneo que sustenta la trama del juego? Es uno de los aspectos más enigmáticos, puesto que debería conducir los distintos eventos.
El objetivo final de nuestro protagonista es convertirse en el luchador más fuerte de todo el universo, pero nos queda por conocer cómo lo hará. Para ello necesitaremos que la trama esté a la altura, que exista aventura suficiente como para perdernos y tener muchas horas de juego, así como que la jugabilidad sea potente, a la altura de esta serie manganime. Puede que nuestro protagonista ya haya hecho su deseo, pero ahí va el nuestro: que Fusions no decepcione. En agosto llegará a Japón, así que os seguiremos hablando sobre él.