Tras explorar la ciudad de Nueva York en busca del sueño americano, los desarrolladores de Rockstar retroceden unos cuantos años hasta el lejano Oeste para hacer un nuevo sueño realidad: convertirnos en los protagonistas de un western con forma de videojuego. Con la promesa de mejorar el esquema "sandbox" de GTA IV, los hermanos Houser presentan una redención de espuelas, jinetes y muchas balas rescatando la serie Red Dead con un nuevo título, el más importante de la compañía para el 2010.
Hace cinco años, Rockstar San Diego se propuso la siempre ambiciosa y arriesgada tarea de crear un Spaghetti Western con un protagonista a lo Clint Eastwood, y todos los valores propios del cine del Oeste más clásico, incluida una banda sonora que parecía inspirada por el mismísimo Ennio Morricone. El resultado, Red Dead Revolver, pasó bastante desapercibido en PlayStation 2, llevando a la compañía de Grand Theft Auto a reconsiderar sus futuros pasos en relación con la licencia.
No obstante, algo muy grande ha pasado en los últimos años dentro de la desarrolladora. Su nombre: GTA IV, videojuego que Rockstar San Diego transforma poniéndole caballos, forajidos, desiertos y muchas balas para darnos un "sandbox western" como los hermanos Houser mandan. Y es que, según los directivos ingleses, éste va a ser su proyecto más importante de cara al próximo año.
Desde luego, razón no les falta. Red Dead Redemption mejora a la aventura de Niko Bellic en muchos aspectos, puliendo el motor Euphoria y adaptando cada uno de los elementos de GTA IV a un estilo de juego donde seguimos haciendo un poco el gamberro. Esta vez no veremos coches, carreteras de perfecto hormigón o imponentes rascacielos, sino un vasto desierto que explorar y que interconecta varios poblados de los tres grandes y variados territorios: New Austin, Nuevo Paraíso y West Elizabeth. Todo situado a principios del siglo XX, una época en la que el salvaje Oeste va dejando paso a la formación de la civilización norteamericana, el auge de la industrialización y la intervención del nuevo gobierno federal.
La redefinición forajida de GTA IV
En este contexto aparece nuestro protagonista: John Marston, un fuera de la ley que ha abandonado su vida de criminal para formar una familia y gozar de una tranquila paz. No obstante, el pasado no puede olvidarse nunca, motivo por el que los agentes del Bureau (que más tarde será el FBI) irrumpen para dar lugar a una historia épica y oscura que nos tocará descubrir a lo largo de un videojuego donde la frontera entre el bien y el mal nunca va a estar completamente definida.
Esta es la interesante y enigmática trama que esconde Red Dead Redemption, una enorme obra que retransmite una auténtica sensación de encontrarnos en el Oeste americano. Arrojados en medio del desierto, los chicos de Rockstar nos mostraron la tremenda profundidad de los escenarios. "Podéis ir hasta donde alcance vuestra vista", nos decían los responsables de la demo mientras que avanzábamos a lomos de un caballo que se adaptaba perfectamente a la orografía del terreno gracias al reformado motor Euphoria. Colinas, valles y abundante vegetación conformaban el realista paisaje de Nuevo México, levantado sobre una tonalidad de marrones perfectamente escogidos, los cuales parecían sacados de uno de los muchos westerns grabados en el sur de España.
La fuerza del motor RAGE (utilizado en GTA IV) se hace visible desde el primer momento, gracias a un dibujado continuo de un horizonte que en esta ocasión no está tapado por edificios. En Red Dead Redemption, la concepción de mundo abierto adquiere una dimensión diferente que en GTA IV, siendo aquí necesario recorrer largos caminos al trote o al galope de un caballo.
¡Se busca!
Pero no os preocupéis, que Rockstar San Diego ya se ha encargado de que ninguno de nuestros trayectos sea aburrido. Por ejemplo, en nuestras pruebas un jinete mexicano aparecía tristemente abatido en el suelo, pidiendo auxilio en español y con un exquisito acento sureño. "Señor, ayúdeme", gritaba antes de levantarse rápidamente para robarnos el caballo y escapar al grito de "te engañé, hijo de puta".
Por tanto, Red Dead Redemption va a gozar de un entorno vivo, con multitud de escenas aleatorias que se irán sucediendo en nuestro particular camino como cowboys solitarios: ejecuciones públicas en medio de la nada, convictos escapando de un convoy, asaltos a diligencias, despiadados robos... y nosotros tendremos la elección de actuar o dejar que todo siga su curso natural, obteniendo de esta manera más o menos fama y honor como forajidos.
A este respecto, hemos de comentar el renovado sistema de notoriedad que Rockstar introduce con respecto a GTA IV. Evidentemente, ahora todo se adapta a las dinámicas del lejano Oeste, de manera que se nos perseguirá por todo aquello que constituya un delito contra el gobierno federal o alguno de sus empleados. Por ejemplo, disparar a un agente será una falta grave, que vendrá seguida de un cartel de WANTED en rojo que nos acompañará allá donde vayamos. Incluso después de haber abandonado la escena del crimen y estar aparentemente a salvo, una cifra en dólares quedará permanentemente al lado del símbolo de búsqueda. Es la suma por nuestra cabeza, y no la haremos desaparecer hasta que no obtengamos el perdón de la autoridad o sobornemos a alguien.
La vida del cowboy solitario
Un mundo abierto dentro de un entorno vivo. Esta simple premisa que convirtió en éxito a GTA IV se mantiene vigente en Red Dead Redemption. Nada más traspasar las puertas de la ciudad y atar nuestro caballo al lado del abrevadero, contemplaremos gente ir y venir, gallinas paseándose, comerciantes, herreros y hasta un operario colgando un cartel de "se busca". Y claro, nosotros que olemos la acción, nos adelantamos a cualquier cazarrecompensas en potencia para arrancar el papel de la pared.
Y no es un papel cualquiera. Cada cartel contiene el nombre del forajido en búsqueda, así como la recompensa y el último sitio en que fue visto. Además, y para ponernos las cosas más fáciles, una calavera aparecerá en nuestro radar (muy similar por cierto al de GTA IV), mostrándonos cuánto nos queda hasta llegar a nuestra víctima.
Pero no será esta la única posibilidad para hacer el vaquero. Una de las grandes virtudes del juego de Rockstar San Diego es que existe una gran cantidad de tareas secundarias a realizar, como buscar tesoros. Registrando cuerpos, ayudando a personas o comprando en tiendas obtendremos mapas con indicaciones sutiles sobre la localización de estos botines cargados de dinero, armas e ítems. Y lo más interesante es que cada mapa es un puzle en sí mismo, ya que en lugar de darnos la ubicación exacta se nos ofrece una representación gráfica sobre el lugar en que se encuentra el tesoro. Todo un detalle para hacer un poco de memoria visual o para incentivar la mecánica de exploración del título, puesto que podremos buscar libremente aún sin poseer mapa alguno.
Bienvenidos al Oeste de Rockstar
Probablemente no haga mucha falta decirlo, pero el videojuego está estructurado en misiones y contiene un hilo principal, muy a pesar de su estructura libre. A nosotros, en particular, se nos ofreció la oportunidad de asaltar un fuerte junto a un grupo de revolucionarios, forzando las puertas mediante un carruaje cargado de explosivos y accediendo a la fortaleza para descargar plomo sobre todo lo que se moviera. Incluso hubo tiempo para usar un cañón y hacer volar por los aires a todo aquel que se atreviera a sofocar el asalto.
Durante esta secuencia fuimos conscientes de algunos detalles relativos al sistema de batalla. Por ejemplo, el armamento es absolutamente fiel con el de la época: pistolas, rifles, escopetas, recortadas, cuchillos, hachas y hasta lazos con los que atrapar a los rivales hasta dejarlos inmóviles.
Vuelven igualmente viejos conocidos de la anterior entrega, como es el caso de Dead Eye, un sistema que nos permite ralentizar el tiempo durante un tiempo limitado, así como fijar varios objetivos a la vez para acto seguido vaciar el cargador. Lo más interesante es que ambas habilidades se pueden combinar, dando como resultado auténticas sangrías que recuerdan a la mejor de las películas del género Spaguetti Western. Gracias al poder del motor Euphoria y al especial trabajo realizado por Rockstar San Diego, los rivales caen poniéndose una mano sobre la herida, dando una vuelta sobre sí mismos o precipitándose desde lo alto de terrazas en poses tan exageradas como típicas del género del Oeste.
Euphoria visual
Pero Euphoria no se queda ahí. Los enemigos reaccionan dependiendo de donde les acertemos, cojeando e incluso retorciéndose en el suelo cuando caen presos de las llamas del fuego. El espectáculo visual del título es continuo y cuando realizamos una matanza sobre un poblado hasta los buitres acuden para acabar con la poca carne que hemos dejado con vida.
Por supuesto, no era posible imaginarse a Red Dead Redemption sin un ciclo día/noche, el cual se maneja en unos tiempos muy similares a los de GTA IV. No obstante, no podemos dejar este apartado sin precisar un par de detalles. En primer lugar, no habíamos visto un cielo tan densamente estrellado en ningún otro videojuego; en segundo término, es digno de admirar el remozado sistema de iluminación que se ha puesto en práctica, algo apreciable especialmente en los destellos de luz y en el efecto "bloom lighting" que se provoca al mirar hacia una montañas que tapan parcialmente el sol.
Todo esto contribuye a crear una atmósfera única, propia del Oeste, dentro de un producto ideado para sorprender e ir un poco más allá hacia la meta de la excelencia que siempre se propone Rockstar en cada videojuego. La última obra de Rockstar San Diego no hubiera sido posible sin GTA IV, pero lleva hasta un nuevo nivel de exigencia al género "sandbox", gracias a detalles como la inclusión de las estaciones del año o la introducción de un completo ecosistema de animales.
Naturaleza y clima en el desierto americano
Red Dead Redemption es uno de los primeros videojuegos en dar un papel tan importante a la relación piramidal que establecen los animales en la naturaleza, con osos, pumas, lobos, serpientes o buitres cazando para sobrevivir. Y no os preocupéis, que el ser humano también formará parte de la dieta de estas peligrosas fieras.
El título de Rockstar goza de un entorno vivo donde todo se promete que cambie dependiendo de la estación del año en que nos encontremos. Asimismo, podemos intuir que habrá cambios meteorológicos aleatorios (como en GTA IV), muy a pesar de que tendremos que esperar para confirmar completamente esta posibilidad.
No obstante, lo que sí podemos asegurar es que esta vez se opta por un proceso de guardado más original que en la aventura de Niko Bellic. Cuando deseemos conservar nuestros progresos, sólo tendremos que pararnos en medio del campo, encender una hoguera y deleitarnos con la recreación de las llamas del fuego. Es una buena manera de descansar, pero también un añadido imprescindible para conseguir que pasemos de la noche al día de manera inmediata, sin necesidad de hacer tiempo en el dinámico entorno de Red Dead Redemption, donde el simple pasear por una ciudad ya supondrá que varios personajes se dirijan a nosotros con un saludo, un "cómo estás", una burla o incluso una terrible ofensa.
Enfundad controladores hasta el 2010
Otro de los aspectos que nos han llamado la atención en la demostración jugable ha sido el hecho de que nuestro cowboy no dispone de barra de vida. En su lugar, y a medida que nos acierten los enemigos, la pantalla irá cubriéndose de un peligroso rojo para anunciar nuestro precario estado de salud. En otras palabras, la auto-recuperación está presente, una técnica jugable utilizada actualmente en inmensa mayoría de juegos de acción.
De igual manera, se rescata la habilidad de escondernos detrás de obstáculos, sin olvidarnos por supuesto de la manida rueda de objetos a la hora de seleccionar un arma o accesorio en medio de la partida. Aparte, hemos de citar que existen dos barras adyacentes al radar de posición, las cuales nos indican la resistencia del caballo (que se consume al galopar) y el limitado poder de ralentización del tiempo de nuestro protagonista.
Por tanto, al lejano Oeste de Red Dead Redemption se le notan muchas herencias de la aventura en Nueva York de GTA IV, pero aún así logra tener un alma propia capaz de convertirlo en un nuevo videojuego que quiere mejorar todo lo que Rockstar ha creado hasta ahora. Es, sin duda, su título más importante para el año 2010, así que volveremos a Londres muy pronto para visitar las oficinas y contaros más sobre lo que este ambicioso "sandbox cowboy" es capaz de ofrecer. Pero eso ya será el próximo año, antes por supuesto de que el título llegue a las tiendas en una fecha sin concretar de la primavera. Hasta entonces, mantened enfundados vuestros mandos, vaqueros.