Tras tres años de desarrollo parece que vamos a tener la suerte de asistir al nacimiento de una nueva joya de los videojuegos. Spore, la última creación de Will Wright, promete un control casi total sobre generaciones y generaciones de criaturas, su aspecto, su genética, el comportamiento social, las alianzas comerciales y militares, las encarnizadas guerras e incluso la conquista del espacio. Uno de los títulos más esperados del año que ofrece una cantidad de opciones que hasta ahora creíamos inabarcable.
Bill Wright provoca un efecto fascinante en la gente. Sus obras son amadas u odiadas, pero nunca dejan indiferente a nadie. Puede que sea su fascinante afán innovador, mezclado con un depredador instinto comercial y un ansia por explotar económicamente todos sus productos en longevas sagas y numerosas expansiones. Pero lo que es cierto es que no se puede negar el talento de este creador, que pasará sin lugar a dudas a la historia por sus creaciones de Los Sims, las sagas Sim City y sus derivados, y muy posiblemente Spore, su última producción.
En Spore seremos una suerte de dios que creará de la nada nuevas razas de criaturas, y las llevará a expandirse desde un estado unicelular a la conquista del espacio. Hablamos por lo tanto de un juego con una horquilla de desarrollo descomunal, y para no perdernos vamos a ir por partes.
Look! It´s Moving!…It´s Alive!!!
En primer lugar, al iniciar el juego, nos encontramos con un poderoso editor que nos permitirá, como si de un doctor Frankenstein se tratara, decidir que aspecto van a tener nuestras criaturas. La creación es uno de los aspectos clave del juego, por lo que podemos observar que se ha puesto un nivel de detalle verdaderamente brillante en este apartado.
Así mismo, hay que señalar que la creación no se reduce a las criaturas, si no que se hace extensible también a otros aspectos como edificaciones o vehículos. En definitiva, nuestra civilización tendrá exactamente el aspecto que nosotros queramos.
La herramienta que Maxis ha empleado para esta fase del juego, y que pone a nuestra disposición, podría pasar perfectamente por las que emplean en Pixar para sus creaciones, y se puede afirmar sin riesgo a equivocarnos que nuestras criaturas pueden ser tan carismáticas como las de la compañía de animación.
Las posibilidades son infinitas, criaturas imposibles, monstruos horrendos o encantadores animalitos. Todo vale. Las palabras se quedan cortas para describir cuan imaginativo es el proceso, y la cantidad de posibilidades que tiene. Mediante un sencillo interfaz podremos decidir la forma de las extremidades, y su número y disposición con respecto al cuerpo, la textura de su piel y cualquier tipo de detalle imaginable, la propia creatividad es el único límite.
Una vez finalizado el aspecto físico de la criatura podremos verla caminando. No importa cuan absurdo o desafiante de las leyes de la gravedad sea nuestro personaje, las animaciones de sus pasos serán en algunos casos desternillantes y en otros firmes y terroríficos, pero siempre con un realismo verdaderamente asombroso.
Conquistando el universo
Pero quizá a estas alturas de avance te empieces a preguntar si Spore será tan sólo un programa con un original y completo editor, pero vacío en lo jugable. Por la atención que se ha prestado a este apartado podría pensarse eso, pero el resto de factores no han sido descuidados en absoluto, y el conjunto parece que rayará a gran nivel.
¿Qué cual es el objetivo? Pues el juego tiene un planteamiento muy sencillo, y a la vez lleno de posibilidades. El núcleo duro del juego, la parte estratégica y de gestión se dividirá en 5 partes bien diferenciadas; que por ahora han sido denominadas “célula”, “criatura”, “tribu”, “ciudad” y “espacio”. A través de estas fases de tus criaturas deberás ayudarlas al principio a buscar alimentos, a evitar el contacto con razas peligrosas o echarles una mano en el tema amoroso. Como es lógico con el progreso de la partida nuestras responsabilidades irán en aumento pronto, y tras la reproducción, tendremos que ocuparnos de los huevos de las criaturas y protegerlos de los depredadores, así como a los vulnerables bebés, que serán uno de los objetivos favoritos del resto de habitantes de este fascinante mundo.
De este modo y con un progreso lento, y con una curva de aprendizaje inteligentemente graduada, observaremos como nuestras pequeñas criaturas van realizando alianzas y amistades, hasta lograr conformar un ejército más o menos organizado. Escalonadamente podremos emplear nuestra imaginación con el editor de construcciones para crear los cimientos de nuestra civilización en lo que a su arquitectura de edificios y vehículos se refiere.
Desde la parte en la que asistiremos al comienzo de la vida, prácticamente desde la forma de ameba, iremos moldeando nuestras especies a nuestro gusto con el editor al que tendremos acceso en cada fase de la escala evolutiva. Para superar cada una de estos niveles deberemos lograr una serie de metas, que en un primer momento serán tan sencillas como alimentarnos de los otros micro-organismos que nos rodean, pero con el transcurso del juego se irán haciendo más complejas hasta ir desembocando en un juego de estrategia más “clásico” (si es que Spore puede considerarse clásico en algo) en el que primará la construcción de edificaciones, la gestión de recursos y la diplomacia y los combates con el enemigo.
Las relaciones sociales, uno de los temas recurrentes en la obra de Will Wright, también están presentes en Spore, y es que de cómo se lleven nuestros seres dependerá en buena medida el éxito de nuestra misión. La comunicación entre ellos, su reproducción y la evolución de sus sociedades serán fundamentales para salir victoriosos.
Sin desatender en ningún momento las necesidades primordiales de las criaturas, tanto en su alimentación como en sus relaciones, e intentando en todo momento encontrar el balance adecuado entre la parte macroeconómica y la macroeconómica, deberemos entender Spore como un cosmos dotado de una inteligencia artificial brillante; y verlo como un mundo repleto de posibilidades, en que cada partida puede ser totalmente diferente de la anterior.
Incógnitas y futuro
Se ha confirmado que Spore dispondrá de un modo multijugador. Aunque todavía no se conocen muchos detalles a este respecto, podemos asegurar que ofrecerá la posibilidad de compartir especies y planetas enteros con jugadores de todo el mundo. Queda a la espera de conocer si ofertará más posibilidades multiplayer.
Spore sigue imparable su fase de desarrollo. Cada dato nuevo que conocemos lo convierte en algo más prometedor, y el juego va camino de convertirse en un clásico desde antes incluso del momento de su salida. Aparte de la versión PC, su lanzamiento ha sido confirmado para las plataformas Nintendo DS y PSP, aunque en principio no tendrán mucho que ver unas con otras. Tendremos que esperar a mediados de 2007 para ver lo último de Will Wright en nuestros ordenadores, pero la espera a buen seguro merecerá la pena.