El primer Zelda de NES supuso una revolución cuando se estrenó en el año 1986. Shigeru Miyamoto ideó un concepto de juego con libertad de exploración que además sacaba partido de un sistema de guardado de partidas muy novedoso por aquel entonces. Pero por supuesto su mayor logro fue suponer la semilla de la exitosa saga Zelda, estableciendo convenciones jugables, narrativas y visuales que se mantendrían en entregas venideras hasta llegar al más reciente The Legend of Zelda: Breath of the Wild.
No obstante, es uno de los más míticos juegos de Zelda sin un remake… O bueno, eso es lo que creíamos. Hay una versión del juego que muy poca gente conoce y que fue lanzada exclusivamente en territorio japonés para el sistema Satellaview (ese periférico-módem un tanto aparatoso que se acoplaba a la Super Famicom). Bajo el nombre de BS Zelda no Densetsu, ofrecía la misma jugabilidad que el original, solo que aquí con gráficos adaptados a la era de los 16 bits, una banda sonora mejorada y un buen puñado de características inéditas que conviene repasar, porque son de lo más curiosas.
El remake perdido del primer Zelda de NES
Para comprender lo que era BS The Legend of Zelda para Super Famicom, debemos remontarnos a principios de los años noventa, cuando Nintendo estaba experimentando con un montón de ideas jamás vistas. Una de las más revolucionarias consistía en Satellaview, un aparato que conectaba tu SNES a una antena parabólica para recibir contenidos tan sorprendentes como una versión de F-Zero con más circuitos o una continuación del recordado Zelda: A Link to the Past.
Hacía gala de sprites más detallados, una mayor cantidad de animaciones y enemigos rediseñados
Y entre las locuras que se idearon, una de ellas fue un remake del primer Zelda de NES, pero atentos porque su funcionamiento era de lo más curioso. Al igual que ocurría con otros títulos para Satellaview, para disfrutar del juego debías conectarte a una determinada hora del día, momento en que los servidores de Nintendo comenzaban a enviar datos a tu consola. Por ejemplo, debías estar de 18:00 a 19:00 con la consola encendida y el controlador preparado, esperar varios minutos a que se descargase toda la información y entonces ya comenzar a disfrutar de la experiencia de juego.
Poniendo un símil, era como si estuvieses esperando a que comenzase tu serie favorita. Si no estabas presente, te la perdías. Pero ser puntual tenía premio. BS The Legend of Zelda hacía gala de sprites más detallados, una mayor cantidad de animaciones y enemigos rediseñados, aparte de entornos con una amplia gama de colores. Y lo mejor: banda sonora orquestada. Sí, como lo lees. Gracias a la conexión por parabólica, era posible recibir sonido de alta calidad. Tanta, que había hasta un narrador que te daba consejos en japonés, añadiendo dramatismo y epicidad a tus aventuras por Hyrule.
Se llevaron a cabo algunas modificaciones de interés, como que Link se sustituyera por un avatar (chico o chica) que habías seleccionado previamente en el menú del sistema Satellaview. Otro era que las mazmorras estaban modificadas ligeramente para que formaran las palabras St.Giga (proveedor de la señal por satélite). El mapa del primer nivel, por ejemplo, tenía la forma de una "S". No obstante, en cuanto a mecánicas todo se mantenía exactamente igual, sin grandes cambios.
La pregunta que te harás es: ¿hay alguna posibilidad de que Nintendo rescate esta versión? Pues parece realmente complicado. Dada la naturaleza de esta tecnología, que tenía actuaciones en vivo y con límite de tiempo, el juego solo se podía disfrutar una hora a la semana, siguiendo un calendario muy particular. Debido a esto, hay datos del juego que eran de un solo uso, con lo cual no pueden ser recuperados. Es cierto que existen usuarios que se han esforzado en recuperar estos contenidos, pero en todos los casos se encuentran incompletos.
Por el momento, tendremos que conformarnos con probarlo en su versión original en Nintendo Switch Online, aunque no son pocas las propuestas de los fans. Hay un remaster de lo más interesante, y alguien se animó a crear una impactante adaptación para gafas de realidad virtual. Desde luego, por ganas no será. ¿Se animará Nintendo a crear un remake oficial algún día? Y lo más importante: ¿te gustaría jugarlo?
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