Este procesamiento adicional es posible gracias a los 300.000 servidores que potenciarán Xbox Live.
Microsoft podría tener guardado un as en la manga con su nueva Xbox One gracias al poder de procesamiento de la nube.
Matt Booty, de Redmond Game Studios, ha adelantado al medio ArsTechnica que el poder de procesamiento de la nube puede aumentar el rendimiento de los juegos diseñados específicamente para Xbox One. Concretamente la arquitectura de la nube puede pre-calcular elementos como la iluminación y la física, aumentando así el rendimiento del juego.
Este procesamiento adicional es posible gracias a los 300.000 servidores que potenciarán Xbox Live después del lanzamiento de Xbox One. Actualmente el servicio Xbox Live cuenta con un apoyo de 15.000 servidores.
"Por cada Xbox One disponible en el salón, tendremos operativos tres de estos dispositivos en la nube", aclara Booty.
Todos los juegos compatibles con esta función seguirán operativos en caso de un corte de conexión, aunque los desarrolladores tendrán que hacer frente a la posibilidad de una reducción de rendimiento.