Uno de los principales objetivos de China desde hace décadas es convertirse en la primera potencia mundial. Dicha condición, en disputa con otros territorios como Estados Unidos, se sustenta en varios factores determinantes que decantan la balanza en favor de uno u otro país. Sin embargo, una de las políticas más estrictas de China, que no es otra que su control de natalidad, podría terminar jugando en su contra y reduciendo al mínimo las opciones del país de convertirse en la punta de lanza del mundo, tal y como ha revelado un reciente estudio.
En él, realizado por Terry Research Group, se hace hincapié en cómo la población del país podría reducirse casi a la mitad de aquí a 2100, fecha en la que aparentemente se alcanzaría un punto crítico. En 2022, China vivió por primera vez un descenso de la población, una situación que marca un punto de inflexión ya que es la primera vez que sucede desde 1961. Desde entonces, y pese a haber instaurado la política del hijo único, la demografía del país había ido en aumento, situación que se revertió hace escasos meses. Y, aunque el envejecimiento de la población y gozar de una mayor esperanza de vida es una noticia positiva para los ciudadanos chinos, no lo es tanto para su economía.
En 2050 los ancianos representarán un tercio de la población
Para comprender la magnitud de la situación, es importante tener en cuenta varios aspectos. En 1990, hace poco más de tres décadas, solo el 5% de la población china tenía 65 años o más. En la actualidad, dicha cifra se ha disparado hasta el 14%, pero Terry Research Group va un poco más allá y predice que en 2050 este segmento demográfico aumentará hasta abarcar un tercio de la población. Además, en los próximos 10 años, China podría perder una media de 7 millones de adultos en edad de trabajar al año, una cifra que aumentaría hasta los 12 millones en 2050.
De esta forma, el estudio saca una conclusión clara de sus investigaciones: el apogeo económico de China ha terminado. El descenso de la población y el envejecimiento de la misma, a la larga, puede provocar que China tenga más habitantes dependientes de la economía que aquellos que trabajan para sustentar la misma. Por ello, el país entraría en un complicado proceso que, en resumidas cuentas, le privaría de colocarse en la posición de liderazgo mundial que desea alcanzar. Sea como fuere, los próximos años serán determinantes para conocer el alcance de la predicción de este estudio.
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