En los últimos años, la guerra tecnológica entre China y Estados Unidos se ha encrudecido. A raíz de los deseos de ambos países en sectores tan disputados como el de los chips, tanto asiáticos como norteamericanos han movido filas con la intención de perjudicar al otro. Así, mientras Estados Unidos aprueba leyes que chocan directamente con los intereses de China, estos últimos aplican sanciones que tienen un impacto directo en la economía norteamericana. Y, para desgracia de ambos, se han enfrascado tanto en derrotar a su rival que han propiciado que un tercer agente consiga crecer en repercusión.
Según recoge el portal francés JeuxVideo en una reciente publicación, Corea del Sur está siendo la gran beneficiada del conflicto de intereses entre Estados Unidos y China. En la industria RAM, una de las claves del sector en lo que a alta tecnología se refiere, tanto los norteamericanos como los asiáticos dependen de los dispositivos de firmas como Samsung Electronics y SK Hynix, entidades de origen surcoreano. Y, a raíz de los últimos movimientos de EE.UU. y China, la dependencia de ambos hacia las opciones que ofrecen las firmas surcoreanas no ha hecho más que crecer.
China y Estados Unidos se debilitan y fortalecen a Corea del Sur
Después de la sanción que China impuso a Micron, el gigante norteamericano que suministraba chips de memoria a las empresas chinas, Samsung y SK Hynix vieron como su impacto y poder aumentaba con creces. De esta forma, gracias a las sanciones, medidas y demandas tanto de EE.UU. como de China con el fin de fastidiar a su rival, Corea del Sur ha sabido mover ficha en el momento preciso para, a través de sus nuevos acuerdos con sus socios, colocarse al alza en esta guerra de la industria del chip. Y ello, sumado a su plan de invertir cientos de miles de millones de dólares en las próximas décadas, convierten al país asiático en una fuerza a tener en cuenta.
Sin embargo, ni Estados Unidos ni China piensan quedarse de brazos cruzados. Los norteamericanos ya estudian distintas opciones para recuperar la confianza del gobierno chino en Micron, ya que el revés que sufrió su economía a raíz de esta sanción fue importante; a su vez, China ya está centrada en impulsar la industria nacional de chips y chips de memoria, una situación que minimizará la dependencia que tiene el país con empresas de otras regiones.
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