Hace más de 20 años que empezó mi recorrido como parte de la tripulación del Sombrero de Paja y seguramente el vuestro también. Si estás en este artículo es porque, al igual que yo, llevas un buen tiempo siguiendo las aventuras de Luffy en su afán por ser Rey de los Piratas. No hay duda de que hoy lo está más cerca que nunca. One Piece ha estrenado su último capítulo y ha sido increíble. Ahora bien, en el caso de que todavía no lo hayas visto, te pido por favor que no continúes leyendo. Es mucho mejor que tengas la experiencia por ti mismo antes de compartirla con los demás. Si por el contrario tú también te has emocionado, reído y llorado, estamos en el mismo barco, nakama.
¿En qué capítulo activa Luffy el GEAR 5?
Ya es una realidad. Luffy ha activado el GEAR 5 en el capítulo 1071 y es una de sus técnicas más curiosas cuanto menos. La emisión del capítulo ha dejado un montón de incógnitas que se irán resolviendo poco a poco y la capacidad para el pirata de potenciar sus poderes de goma. Y no solo eso, la Akuma no Mi de Luffy ha sufrido una revelación increíble y ahora está ligada al Dios del Sol, Nika.
Sin embargo, apenas hemos podido ver un poco de su funcionamiento y no me cabe duda de que el episodio de la semana que viene será todavía más impactante, pero lo cierto es que cada segundo de este ha sido oro. El recorrido de Luffy ha sido largo y ya venía siendo hora de que este consiguiese un nuevo poder con el que hacer frente a Kaido en Wano. Lo más gracioso de todo es que yo ya sabía que esto iba a pasar, porque había leído el manga y aún así acabé llorando.
Creo sin ninguna duda de que este capítulo ha sido uno de esos momentos en la historia de One Piece que pasan a la posteridad. Se une a grandes escenas como Robin llorando en Water Seven, la muerte de Ace o el reencuentro de la tripulación. Pero, además de ser un gran momento, uno de esos épicos, es que su animación me ha dejado totalmente impresionada. Entiendo que debido al poder de Luffy y a la necesidad de representar que este se encuentra en un estado de conciencia superior en el que su sonrisa predomina por encima de todo, se haya decidido usar una animación más propia de un corto de animación que de un anime. Personalmente, y si ya habéis leído algún que otro texto mío, sabréis que es un estilo que me fascina. Nunca esperé verlo en One Piece y, sabiendo que se trata de algo puntual, me ha encantado, desde los sonidos hasta las propias escenas.
Es gracioso el hecho de que el capítulo en ningún momento abusa de una epicidad constante. Es decir, desde la música hasta las escenas son incluso tranquilas, con un Luffy radiante, pero no uno enfadado como bien hemos visto muchas veces. Sin embargo llega, suelta su poder, te deja con la boca abierta y se acaba el capítulo. Y durante todo ese tiempo, en lo único que podía pensar era en como Luffy conseguía brillar. "Es el Rey de los Piratas" pensaba constantemente. Yo, que veo One Piece desde que era una niña pequeña y lo ponían en la televisión las mañanas de los fin de semana, he vivido el viaje de los Mugiwara como un viaje propio.
Un sentimiento común
Es cierto que con los años he tenido momentos de desconexión que luego he tenido que compensar, ya sea leyendo el manga o volviendo a ver el anime, puesto que algunos arcos, no os voy a mentir, se me han hecho largos. Pero, con todo ello, siempre regreso para ver cómo continúa la aventura. En este caso, el sentimiento que tuve en todo momento era el de que sí, estaba viendo el capítulo sola, pero no tenía ninguna de que, al igual que yo, muchos de vosotros estabais viviendo el momento de la misma manera. Creo que lo llaman orgullo. Luffy es un personaje con el que hemos crecido la mayoría de los que estamos aquí, uno con el que hemos llorado y reído, uno al que queremos ver triunfar. Y creo que ese sentimiento común es muy difícil de entender si no formas parte de la tripulación que supone ver este anime. Por ello, por mucho que sabía que Luffy desbloquearía el GEAR 5, no he podido evitar emocionarme al verlo de tal forma.
Así, y no os penséis que estoy mintiendo, ayer mientras veía el capítulo tenía presente a todo el resto de personas que lo estaban haciendo también. One Piece no es un simple anime. Se ha convertido en mucho más. One Piece une a las personas. Tú puedes ir por la calle y al ver a alguien con una camiseta o sudadera del anime, automáticamente caerte bien esa persona. Y esa es la magia de esta historia y la magia de la sonrisa de Luffy y su nuevo poder. Yo no sé vosotros, pero no puedo esperar a que llegue la semana que viene para encender Crunchyroll y seguir viendo al Rey de los Piratas crecer.
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